Hay un refrán que dice que «el hábito no hace al monje», que tiene el significado «no juzgar a las personas por su aspecto externo, pues no siempre el exterior corresponde al interior». Y si hacemos una analogía, ¿se podría decir que la «experiencia real en combate» sí que hace al monje? Si es así, una persona con experiencia real en combate ha de ser muy competente en la materia. De esta forma, por ejemplo, un «niño soldado» que fuera obligado a combatir en Ruanda, será mucho mejor combatiente que cualquier soldado de un Ejército regular sin ninguna experiencia real en combate, por mucha instrucción y adiestramiento de buena calidad que haya recibido, ¿no?
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La clave para adquirir competencia consiste en empezar por la base de la pirámide, algo que exige el tiro en seco.
Esta es la historia de siempre. Se pueden buscar atajos, secretos, trucos, claves, llámalo X, para adquirir competencia, pero la única realidad es que todo consiste en empezar por la base de la pirámide, e ir creciendo «a base de» entrenar. En esa base ocupa un lugar destacado el tiro en seco, una premisa que se repite muchas veces desde múltiples bocas diferentes, pero que pocas veces se aplica, incluso por los que lo predican. Se trata de una herramienta tan importante, que se podría afirmar que sin tiro en seco difícilmente se puede adquirir competencia. Ya puedes hacer cursos o tener camiones de munición, que si no eres asiduo del tiro en seco lo vas a tener difícil para avanzar en la pirámide.
Reflexión: ¿a mayor competencia demostrada, menor negligencia potencial?
¡Qué suerte da entrenar!, dicen algunos. Tanto es así que, el entrenamiento bien llevado y realizado permite alcanzar y demostrar una mayor competencia. Sin duda, esa competencia reduce la negligencia potencial a la hora de hacer uso del arma, por ejemplo.
Competencia. Pericia, aptitud o idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado.
Negligencia. Descuido, falta de cuidado. Falta de aplicación.
El que no acredite un mínimo de competencia no podrá llevar pistola, igual que no podrá conducir si no tiene el carné, y por ello verá reducidas sus retribuciones.
Hace unos días (23 de agosto de 2024) volvimos a lanzar una encuesta respecto a la pregunta ¿debería exigirse la superación de una prueba de nivel periódica a todo profesional que porte un arma de fuego? Los resultados de la nueva encuesta no son demasiado significativos (solo 66 respuestas), pero asumiremos que son extrapolables a una población más numerosa. Desde luego, demuestran que estamos de acuerdo en que sí, con un 97% (64 de un total de 66) de los votos en ese sentido. Sorprendente y anecdóticamente, la opción contraria –el no–, también ha estado presente, con un 3% (2) de los votos. En cuanto al sí, existían tres opciones, según el matiz, como ahora veremos. Esto no hace más que plantear otra cuestión fundamental: ¿por qué no se traslada a la práctica y cómo podría hacerse?.
Samurai Moderno Cinturón Negro, la prueba de nivel de competencia de Scott Jedlinski.
Ten por seguro que otra excusa de la mediocridad consiste en despreciar la utilidad de este tipo de pruebas de nivel de competencia. Sin embargo, se trata de una práctica muy útil mediante la que comprobar cuál es tu verdadero nivel de competencia, en base a algún tipo de estándar, más o menos extendido. Así puedes comparar tus resultados con los de otros y acreditar tu competencia. Entre estos estándares, uno que parece muy completo, a la par que difícil ─como debe ser─, es el Samurai Moderno Cinturón Negro, de Scott Jedlinski, que te explicamos a continuación.
¿Seguro que el examen era difícil, o es que no habías estudiado lo suficiente? ¿Seguro que ha sido el estrés, y no ha sido tu incompetencia?
Dicen que una buena forma de explicar las cosas son las analogías, así que antes de hacer amigos entre los que se puedan dar por aludidos, veamos si conseguimos explicarnos medianamente bien.
Imagina que te juegas el puesto de trabajo de tu vida, haciendo algo que te apasiona y con un muy buen sueldo vitalicio con el que poder vivir más que holgadamente, tanto tú como tu familia ─mujer y cuatro hijos─. La asignación del puesto depende de un examen que solo tienes que aprobar con un 5 y eres el único candidato que se presenta al puesto. No solo tienes el puesto de trabajo de tu vida al alcance de la mano, sino que dependes íntegramente de ello para poder salir adelante, porque de lo contrario tú y tu familia os quedaréis en la calle, sin nada ni nadie a quien acudir, sin futuro ─digamos que se trata de un examen a vida o muerte─. Vamos, que tienes encima una gran presión ─llámalo estrés si quieres─ a la hora de realizar el examen. Tienes 100 días para preparar el examen.
Quejarse de todo y todos no sirve de nada, ni siquiera como excusa para tratar de justificar la incompetencia, que no es más que falta de entrenamiento.
Hay muchas cuestiones en las que podemos estar o no estar de acuerdo. Al final, podemos no estar de acuerdo, pero siempre estaremos de acuerdo en que no estamos de acuerdo. Después de semejante embrollo, igual importa poco lo que digamos, pero vamos a intentarlo.
Puede que estés de acuerdo con nosotros al leer el título de este artículo. Somos los primeros que nos quejamos de ─casi─ todo y de ─casi─ todos, pero tenemos muy claro que quejarse no sirve de nada y hay que tomar acción, lo cual puede consistir simplemente en intentarlo. Son múltiples las quejas que suelen escucharse al hablar de profesionales de las armas y el combate con armas de fuego. A ver si podemos enumerar unas cuantas:
Registro de Nivel de Competencia de Tiradores (con fuego real, aire comprimido o airsoft).
Como decíamos en otro artículo, no tengas miedo ni te avergüences y demuestra tu competencia ─para bien o para mal─ delante de otras personas según algún estándar o ejercicio de tiro de referencia.
No tengas miedo ni te avergüences y demuestra tu competencia ─para bien o para mal─ delante de otras personas según algún estándar o ejercicio de tiro de referencia.
Un buen ejercicio de humildad radica en reconocer los defectos, pero también las virtudes. Sin embargo, la humildad no es compatible con la fanfarronería ─que sería reconocer las virtudes que realmente no tienes, aunque tú lo creas─. La materialización de un ejercicio de humildad puede consistir en demostrar lo que uno vale, sea para bien o para mal. Como es lógico, para que no se trate sencillamente de un ejercicio interno, hace falta demostrárselo a alguien. Si esto lo trasladamos al ámbito del combate con armas de fuego, un ejercicio de humildad consiste en demostrar tu competencia delante de otras personas ─también se puede grabar en vídeo─ según algún estándar o ejercicio de tiro como referencia. No tengas miedo ni te avergüences porque tu competencia no sea la de un campeón del mundo, porque no se trata de eso, sino de reconocer la realidad de cada uno, para poder ir a más (niveles de competencia, por Pat Rogers).
El precio de la competencia con las armas de fuego, ¿cuánto cuesta la formación y entrenamiento ─instrucción y adiestramiento─?
Ante la falta de competencia por parte de cualquier profesional de nada sirven las excusas ni las lamentaciones, sean del tipo que sean, aunque la responsabilidad o culpa sea relativamente cosa de otros, o de la propia Administración ─pública o privada, no cambia las cosas─ en general. Sin lugar a dudas contra la incompetencia lo mejor es la formación y entrenamiento ─instrucción y adiestramiento─.
Por supuesto, la competencia depende de la formación ─en tanto en cuanto formar implica «preparar intelectual, moral o profesionalmente a una persona o a un grupo de personas» (DRAE)─ y puede que en muchos casos la formación sea mala y/o insuficiente. Pero ello no impide que cada uno tenga su parte de responsabilidad y culpa en que así sea, muchas veces por mera inacción o falta de actitud proactiva.
Competencia: abatido de dos disparos en la cabeza por utilizar a un hombre mayor como escudo humano. Fairbanks (Alaska, EE.UU.). Verano 2016.
Obviamente no existe excusa para la incompetencia, de tal forma que toda persona armada es responsable de cada uno de los disparos que realiza. En esta ocasión os traemos el relato e imágenes de una situación por la que una persona recibió dos disparos en la cabeza ─supuestamente justificados, dado que parecía estar utilizando a un hombre mayor a modo de escudo humano─.
Contra la incompetencia lo mejor es el entrenamiento. El estrés, las reacciones fisiológicas, la amígdala, bla, bla, bla, no sirven de excusas ni te eximen de tu responsabilidad en cuanto a tu incompetencia.
Hoy día no se sabe lo mismo ni se dispone de los mismos medios que hace 10 o 20 años, lo cual necesariamente ha de suponer que las cosas hayan cambiado. Esto es lo que sucede con el entrenamiento con armas de fuego, que no se ha mantenido inalterado en los últimos años, sino que ha sufrido una importante evolución. Sin duda, los avances científicos también tienen algo que ver, además de la experiencia y conocimientos adquiridos. De tal forma que el hecho de conocer mejor el funcionamiento de la mente y el cuerpo humano, así como su comportamiento ante un enfrentamiento armado, permita adaptar mejor el entrenamiento a la realidad. Pero, eso no va a cambiar el grado de competencia exigible a cualquier persona armada.
Un solo disparo para evaluar tu rendimiento: el primer paso para mejorar consiste en reconocer tu incompetencia.
Esto no tiene ningún secreto. De nada sirve creerse suficientemente competente con un arma de fuego, sea fusil o pistola, si tu rendimiento no lo demuestra. Se podrían definir muchos estándares de rendimiento que determinen el mínimo de competencia con las armas de fuego exigible a cualquier profesional, pero te vamos a proponer una sencilla prueba con la que tú mismo podrás colgarte el sambenito de «incompetente» (así pasarás de un nivel de incompetencia inconsciente al nivel de incompetencia consciente imprescindible para poder mejorar tu rendimiento). Solo vamos a evaluar si eres capaz de colocar un único impacto en el blanco, que es el primer paso hacia la competencia con las armas de fuego; de nada sirve todo lo demás si no eres capaz de colocar sobre tu blanco ese primer disparo.
La incompetencia y el efecto Dunning-Kruger. ¿Eres un incompetente y no eres consciente de ello?
Hablar de falsos profetas o doctores liendres, y también de vendehúmos, implica hablar del efecto Dunning-Kruger. El difunto Pat Rogers ya nos explicó los niveles de nabilidad y el camino hacia la competencia en el tiro. Sin embargo, las cosas se entienden mucho mejor cuando están bien explicaditas.
Álvaro López B. lo explica muy bien en el artículo El curioso efecto Dunning-Kruger: cuanto menos sabemos, más creemos saber, publicado en febrero de 2015 en el blog chileno El Definido. Se podría añadir, que a quien sufre el efecto Dunning-Kruger se le suele calificar de soberbio, fanfarrón y engreído. Alguno se cree que es el Galileo Galilei de sus tiempos, hasta el punto de pensar «todos están equivocados menos yo y me quemarán en la hoguera por ello, hasta que se den cuenta que la mía es la única verdad» ─igual se te viene alguien a la mente, además de los conspiracionistas─.
Niveles de Habilidad. Camino hacia la competencia en el tiro. Por Pat Rogers.
El arte marcial del combate con armas de fuego y su aprendizaje resultan ya difíciles de por sí, como para sufrir el efecto Dunning-Kruger ─dolencia muy habitual, no solo entre vendehúmos, sino también entre comprahúmos─, que mantiene a sus enfermos permanentemente en el nivel de Incompetencia Inconsciente. En la enseñanza y aprendizaje de este arte marcial ni todo vale, ni está todo inventado, ni es poco lo que ya se sabe. La clave radica en ponerse en buenas manos, bien sea física o virtualmente ─por ejemplo, Panteao Productions─.
En el siguiente artículo, el difunto Pat Rogers, que conocía muy bien el proceso de enseñanza y aprendizaje del combate con armas de fuego, nos presenta algunas ideas importantes a tener en cuenta al abordar la difícil tarea de aprender este arte marcial.
Cualquier tirador de IPSC tiene más tiros que cualquier policía o militar ¿verdad que sí?
Ayer mismo (29 de septiembre de 2024) publicamos en nuestros perfiles de redes sociales esta imagen junto al siguiente texto (enlace a la publicación en Instagram):
Cualquier tirador de IPSC tiene más tiros que cualquier policía o militar ¿verdad que sí?
Este tipo de verdades ofenden, pero no les quita razón. Cualquier tirador de IPSC hace el esfuerzo de dedicar su dinero y tiempo libre a entrenar IPSC, por lo que su única limitación es cuestión de tiempo y dinero. Cualquier policía o militar está sujeto a tantas cosas que difícilmente va a tener esa libertad dentro de su horario, salvo excepciones concretas.
¿Comentarios?
Las reacciones no se hicieron esperar, especialmente en Instagram.
Ejercicio de tiro «The Accelerator» [El Acelerador], por Ben Stoeger.
Este ejercicio de tiro, o «drill» si lo prefieres en inglés, se ha hecho muy popular últimamente gracias a grandes tiradores que lo han promovido en sus redes sociales, no solo su creado Ben Stoeger, sino también otros como Matt Pranka, por ejemplo. Se trata de un ejercicio muy sencillo que únicamente requiere 3 blancos tipo IPSC o USPSA y un campo o galería de tiro de 25m de largo y 4m de ancho, para poder disponer los blancos en profundidad a 7, 15 y 25m, separados 1m entre sí, como se puede ver en la imagen superior. El ejercicio empieza con el tirador dando frente a los blancos, las manos relajadas a los lados y la pistola en condición 1 o 2 en la funda. A la señal del cronómetro de tiro se dispara dos veces a cada blanco, se realiza una recarga rápida y se vuelve a disparar dos veces a cada blanco.
La Edad de Oro de los Supresores para Armas de Fuego nació en 1909. Hiram Percy Maxim inauguró una época. Por Matthew Moss.
Puede que no lo sepas, pero mires donde mires hay un silenciador. Te pasa alguno por delante continuamente. No obstante, no van montados en un arma de fuego, sino en un coche, llamándosele «silencioso». Su funcionamiento es muy similar al de los silenciadores para armas de fuego, que iniciaron su andanza en 1909 y múltiples ingenieros han agudizado el ingenio para conseguir un diseño que consiga frenar los gases del disparo en un dispositivo con el menor peso y tamaño y máxima resistencia. El pionero fue Hiram Percy Maxim en 1909, como puedes leer a continuación.
Toros y cartones, dos de las excusas más utilizadas.
«Los toros se ven mejor desde la barrera» es una de las excusas más utilizadas para desviar la atención y evitar que se critique un hecho, como si cualquiera que no sea el torero no pudiera criticar una mala faena. Es más, salvo el torero, para eso están los toros, para verlos desde la barrera.
Los cinco errores MÁS COMUNES que veo que hace la gente al desenfundar (y cómo solucionarlos). Por Rob Epifania.
Con el permiso de Rob, en esta ocasión te traemos un brillante artículo que condensa toda una vida de experiencia en cinco consejos que utilizar inmediatamente para mejorar el desenfunde. Rob Epifania es una de esas referencias y referentes a tener en cuenta, que no solo demuestra un alto rendimiento en tiro, sino que sabe trasladarlo a la docencia para que fácilmente pueda aprender y mejorar cualquier tirador que se lo proponga. Si quieres tener una clase personal con Rob, puedes hacerlo incluso online para que te instruye desde la distancia.
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