Sin lugar a dudas la seguridad con las armas de fuego constituye una auténtica obligación para cualquier usuario de una y muy especialmente para los profesionales armados. No sólo es necesario tener en cuenta y aplicar siempre las cuatro normas o reglas de seguridad con las armas de fuego cuya autoría se le atribuye al gran Jeff Cooper, sino que además hay que conocer y comprender las condiciones de porte de un arma, las cuales también se le atribuyen al gran Jeff Cooper. Y quién mejor para explicarnos los entresijos de tales condiciones de porte que Clint Smith, discípulo y compañero de Jeff Cooper. En ocasiones algunos malinterpretan y/o tergiversan estas condiciones de porte, lo que puede generar cierta confusión. En honor a la verdad se hace necesario que alguien como Clint Smith nos lo aclare de una vez por todas.
(Este artículo es una traducción de su original en inglés «Conditions of Carry», escrito por el reputado instructor Clint Smith, y publicado en la revista GUNS Magazine en su número de agosto del año 2000. La traducción y publicación de este artículo cuenta con la autorización de Roy Huntington, editor y director de la revista GUNS Magazine)
Condiciones de porte (o estados de alistamiento) de una pistola
Con el enfoque renovado de hoy día sobre la responsabilidad personal, estas técnicas administrativas para pistola resultan más válidas como nunca.
Por Clint Smith. GUNS Magazine Agosto 2000.
La posesión de armas de fuego personales no sólo constituye una seria responsabilidad, sino que además se encuentra en constante peligro debido a la tendenciosa cobertura mediática y a las maniobras judiciales. En este clima político resulta imperativo que los propietarios de armas ejerciten al máximo su competencia y responsabilidad.
Es más, los datos acreditan que la mayoría de los accidentes con armas de fuego son el resultado de algún tipo de error humano. A lo largo de 30 años, tanto como alumno como instructor de técnicas con armas de fuego, mi experiencia me dice que la mayoría de accidentes con armas de fuego se producen en entornos no de combate, durante el entrenamiento o la manipulación administrativa.
Todos hemos oído de trágicos ejemplos en los que policías o militares resultan heridos (o peor) en accidentes por «fuego amigo». Existe un incalculable número de incidentes y bolsas llenas de cadáveres que atestiguan la falta de competencia con el equipo, independientemente de la supuesta o declarada maestría con las armas de fuego.
Dado que estos accidentes se producen frecuentemente en situaciones no hostiles y sin disparos de por medio, ¿qué los provoca? Autocomplacencia. La persona «se lo sabe todo sobre armas de fuego» y ha tenido armas de fuego «toda la vida». Ignorancia. En muchas ocasiones la persona sencillamente no sabe cómo manipular el arma de fuego que tiene. Estupidez. La persona no comprende ni aprecia el peligro y la responsabilidad que implica el manejo de un arma de fuego.
Prestar atención a los detalles
El porte, mantenimiento y almacenamiento seguro de un arma de fuego requiere concentración en y prestar atención a los detalles. La conciencia es el único modo de evitar accidentes. La comprensión de los diferentes métodos de alistamiento y las cuatro condiciones básicas de porte es la manera más fácil de garantizar la seguridad con un arma de fuego.
Aunque este tema tiene una gran relevancia con cualquier tipo de arma de fuego, nos centraremos únicamente en las pistolas. Por mi parte, enseño a cerca de 1.000 alumnos al año en Thunder Ranch, y allí las dos pistolas más prolíficas son versiones de la Browning 1911 y los modelos de Glock. Por cuestión de los diferentes diseños de armas, algunas pistolas únicamente aceptan la implementación de tres condiciones de porte y otras permiten las cuatro.
Las diferencias mecánicas suponen que las Condiciones de Porte varíen de un arma a otra. Por ejemplo, una 1911 es mecánicamente diferente a una Glock 22. Puesto que las pistolas 1911 tienen martillo exterior, seguro de aleta y seguro de empuñadura se portarán de forma diferente a las Glock.
Según el tipo y modelo de pistola 1911, existe, o no, un seguro de inercia o de caída que bloquea la aguja percutora si la pistola cae al suelo. Por otra parte, las pistolas Glock no tienen martillo exterior, pero sí tienen seguros internos y un seguro mecánico que se encuentra en el centro del disparador. Diferencias tales como éstas han de tenerse en cuenta al implementar las Condiciones de Porte con cualquier arma de fuego específica.
Condición Uno: Lista para Sacudir
En la Condición Uno la pistola lleva un cartucho en la recámara y un cargador lleno introducido en el brocal del cargador. Este estado de alistamiento se produce justo antes de disparar el arma.
En la Condición Uno una pistola Glock entra en acción simplemente con echarle mano y llevarla hacia el blanco. Al colocar el dedo sobre el disparador el tirador desactiva la palanca del seguro que sobresale en medio del disparador.
En la Condición Uno las pistolas 1911 se encuentran en un estado mecánico comúnmente denominado «amartillada/montada y en seguro» [cocked and locked]. En este estado, el martillo está retrasado, montado, preparado para percutir, y el seguro de aleta está arriba, activado, en la posición de «seguro». El cargador está lleno y en su sitio dentro del arma.
Para que una pistola 1911 en este estado de alistamiento entre en acción, se le echa mano y se lleva hacia el blanco, se presiona la aleta del seguro hacia abajo hasta la posición de fuego y se accede al disparador. Además, para poder abrir fuego la 1911 requiere que se presione el seguro de empuñadura, que se encuentra en el lomo de la empuñadura.
En la Condición Uno un arma de fuego se encuentra en su estado de alistamiento más completo. Simplemente requiere que el usuario desenfunde y/o lleve la pistola hacia la amenaza y aplique la mecánica necesaria para hacer que la pistola dispare. La Condición Uno constituye la elección correcta cuando sea necesario portar la pistola en un estado de alistamiento que permita hacer uso inminente del arma.
Condición Dos: Peligrosa y Complicada
En la Condición Dos la pistola lleva un cartucho en la recámara y un cargador lleno en su sitio. Las pistolas Glock no se pueden portar en la Condición Dos porque no tienen martillo exterior. Cuando se porta una pistola 1911 en Condición Dos, el seguro de aleta está desactivado, en posición de fuego, y el martillo abatido. El seguro de empuñadura está activado pero no entra a jugar hasta que se monte el martillo para disparar.
Esta Condición de Porte ofrece la doble desventaja de resultar peligrosa y complicada. Para poner la pistola en marcha primero el usuario tiene que tirar hacia atrás del martillo, para amartillar el arma, lo que hace que este método de funcionamiento resulte más lento que el método «amartillada/montada y en seguro» [cocked and locked] de la Condición Uno. Además, la Condición Dos podría resultar peligrosa si el martillo se resbala durante el arriesgado proceso de «bajar» el martillo o si el propio arma se cae accidentalmente y recibe un golpe en el martillo mientras está abatido (y normalmente, según modelos, apoyado sobre la cola de la aguja percutora). Esta forma de portar una pistola no se recomienda bajo ningún concepto.
Condición Tres: ¿a prueba de niños?
En la Condición Tres la recámara está vacía y hay un cargador lleno en su sitio dentro del brocal del cargador. La Condición Tres se aplica tanto a las pistolas 1911 como a las Glock. Se trata de una forma de portar una pistola habitual en las Fuerzas Armadas de todo el mundo.
Los israelíes han llegado hasta el punto de incluir las acciones de desenfundar, agacharse [crouch] y tirar de la corredera hacia atrás en la técnica que enseñan junto con la Condición Tres. Los militares estadounidenses llevan mucho tiempo utilizando esta configuración, en la que la pistola está semicargada, durante las guardias y servicios. Los militares estadounidenses han llegado incluso a desarrollar una técnica a una sola mano por la que al desenfundar empujan la corredera hacia abajo contra el cinturón, o contra la propia funda pistolera, para montar el arma.
Se ha llegado a sugerir que la Condición Tres constituye una condición segura en la que guardar una pistola cuando hay niños en casa. Esta teoría se basa en la suposición de que un crío no es capaz de tirar de la corredera hacia atrás y así cargar el arma.
Para despejar las dudas sobre semejante mito, conozco personalmente a una pareja joven con una niña de 3 años que se las arregló para llegar a la pistola 1911 modelo Government que tienen en casa, consiguió montar el arma tirando de la corredera hacia atrás y disparó la pistola en el armario del dormitorio. Afortunadamente nadie resultó herido, aunque todos los implicados se quedaron temblando tras el incidente.
Por esta razón, creo que la Condición Tres únicamente resulta adecuada para guardar un arma de fuego siempre y cuando este arma semicargada sirva como arma secundaria y se guarde en un armero o en una caja fuerte perfectamente cerrada.
Condición Cuatro: Seguridad Definitiva
En la Condición Cuatro, que resulta de aplicación a cualquier pistola, el arma se encuentra totalmente descargada y sin el cargador. En su forma técnicamente más correcta, la corredera ha de encontrarse retenida atrás y, por tanto, la recámara abierta. Esta condición ha de utilizarse al pasar revista a un arma de fuego así como al guardarla en un lugar seguro. Antes de guardar una pistola durante un largo periodo de tiempo, lo mejor es ponerla en Condición Cuatro y asegurarse de que está descargada, para entonces llevar la corredera hacia delante y abatir el martillo.
De formas distintas estas cuatro condiciones se aplican a todas las pistolas semiautomáticas. Estas condiciones también se aplican, según diseño y mecánica, a algunos revólveres. Por ejemplo, el Colt Single Action Army (Colt SAA) es mejor y resulta más seguro portarlo cargado con cinco cartuchos únicamente y el martillo abatido sobre una recámara vacía, en lo que viene siendo una Condición Tres.
El usuario de una pistola ha de estar familiarizado con la mecánica del arma elegida. Además de estas Condiciones de Porte, tanto en casa como en el campo de tiro o donde sea, las armas de fuego han de portarse con la boca de fuego apuntando hacia abajo.
Con los conocimientos adecuados adquiridos a través de práctica y experiencia, las posibilidades de una descarga involuntaria se reducen enormemente. En los cursos de nivel básico siempre les pregunto a mis alumnos cuántos han sufrido en algún momento una descarga de un arma de fuego cuando ni la querían ni se la esperaban. Generalmente el 50 por ciento de la clase admite haber sufrido este tipo de «accidente». Tal circunstancia supone una lección para todos nosotros.
Si realmente la ignorancia se cura con la educación, entonces a todos los usuarios de un arma de fuego les vendría bien dedicarle tiempo y esfuerzo a la lectura del manual de usuario de su arma, así como a practicar y educarse a sí mismos y a sus familias sobre los estados de alistamiento más adecuados y seguros.
Clint Smith, presidente y director de Thunder Ranch®, es un veterano del Cuerpo de Infantería de Marina de los EE.UU. con dos despliegues en Vietnam a sus espaldas. Su experiencia incluye siete años como policía en los que fue director del departamento de formación con armas de fuego así como miembro del SWAT y tirador de precisión. Dejó la policía para trabajar como jefe de operaciones en el American Pistol Institute (API), donde fue el decano de toda la instrucción y resultó clave en el desarrollo de los campos de tiro y los planes de estudios del API. En 1983 Clint fundó International Training Consultants, Inc., un programa activo de formación móvil reconocido a nivel nacional por sus innovadores programas formativos en fusil urbano, escopeta, fusil de precisión, y varios formatos de pistola. En 1986 trabajó como director de formación en Heckler&Koch, Inc., donde desarrolló e impartió cursos sobre armas automáticas así como convencionales. En 1993 abrió sus puertas Thunder Ranch® (TR) en Texas con el objetivo de ofrecer no sólo una formación innovadora sino también diferentes diseños y funcionalidades de campos de tiro anteriormente nunca vistos en otras instalaciones. Clint es autor en las revistas American Handgunner, American Cop, GUNS y SWAT, y ha publicado artículos en muchas otras publicaciones nacionales e internacionales. En 2004 TR se trasladó a Oregón.
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Buen artículo. Respecto a que una niña de 3 años pueda tirar de la corredera de una 1911 me parece poco creíble…
Y quemas da…
Train as you Fight y viceversa….y muchas repeticiones…10 minutos al día de ejercicios en seco y que cada uno porte su arma como le venga en gana…eso sí, sin violarla ninguna de las reglas básicas que ya conocemos y en las que estamos meridianamente de acuerdo. Lo que importa es nuestra seguridad y la de los que nos rodean. Un saludo
Me ha parecido un buen artículo, son detalles que munca viene mal estudiar.
Muy saludable su explicación me amplia el conocimiento del uso de un arma de fuego, muchas gracias