
Tristemente las guerras ponen a prueba la atención sanitaria en combate de los bandos implicados. La Guerra de Ucrania no es la excepción, con la salvedad que el entorno difiere sustancialmente del encontrado hasta ahora en las guerras de Iraq y Afganistán. De esta guerra salen nuevas lecciones identificadas que ofrecen la oportunidad de ser aprendidas para mejorar la atención sanitaria a los heridos e incrementar la tasa de supervivencia entre aquellos heridos que aún cuentan con esa posibilidad. En esta ocasión os traemos las anotaciones recogidas en el perfil de Instagram de @nardoctor, que reproducimos a continuación en español. Este artículo solo está disponible para suscriptores.











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