
Ya sabes cuál es la tercera norma de seguridad con las armas de fuego: «mantén el dedo fuera del disparador ─y del guardamontes─ hasta que los elementos de puntería estén sobre el blanco y realmente vayas a disparar». No vale estirar el dedo índice y mantenerlo sobre el disparador, sino que tiene que ir totalmente fuera y por encima del guardamontes. Se trata de evitar que ante una contracción muscular involuntaria el dedo pueda presionar inadvertida y/o involuntariamente el disparador, por lo que si solo se estira el dedo podría acabar presionando el disparador si se contrae (el Dr. Roger M. Enoka lo explica mejor que nadie).











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