Parecido al concepto de fuerte del siglo XIX, las bases de apoyo de fuegos en Vietnam podían reforzarse unas a otras a larga distancia con potentes efectos.
Vietnam fue una guerra no lineal. No había líneas del frente con enemigos de un lado y aliados del otro. Los problemas tácticos podían llegar a ser muy complejos, con el enemigo potencialmente en cualquiera o todas direcciones. Era vital ser capaz de observar y disparar 360º alrededor.
Aunque atípico en la mayoría de guerra del siglo XX, esas condiciones no eran necesariamente únicas en la historia militar. Quizás la experiencia estadounidense más cercana fueron las Guerras Indias del siglo XIX ─con fuertes aislados establecidos para controlar ciertas zonas y proporcionar seguridad a rutas de viaje terrestres y asentamientos civiles en el sector─.
Un solución al problema táctico de la Guerra de Vietnam fue la base de apoyo de fuegos (o base de fuegos). La mayoría de fuertes del siglo XIX estaban aislados y tenían que ser autosuficientes. Gracias a la tecnología del siglo XX, las bases de fuegos utilizadas por los aliados en Vietnam podían comunicarse entre ellas inmediatamente y se podían reabastecer y reforzar por vía aérea.
Comentarios recientes