
Ante cualquier incidente, sea del tipo que sea, para conocer los detalles de lo sucedido y llegar a comprender todos los factores implicados, se suele acudir a los testigos, directos u oculares, para recabar su versión de los hechos. Dicha versión y la información vertida en ella van a depender de lo que recuerden esas personas (testigos) que han participado directamente en el incidente o lo han presenciado. Pues bien, parece ser (cosa que no resulta ningún secreto ni nada nuevo) que tales versiones han de considerarse con cautela dado que no siempre serán de fiar y pueden incluir datos poco o nada precisos y carecer de algunos detalles de vital importancia para esclarecer los hechos, aunque los testigos ni siquiera sean conscientes de ello. Pero es que además estas circunstancias se agravan especialmente en el caso de incidentes con una gran carga de estrés, como puede ser un enfrentamiento armado.

Desde hace algún tiempo se emite regularmente en televisión un anuncio publicitario que podría considerarse una oda audiovisual al vigilante de seguridad privada y su necesaria labor callada y desagradecida.
Hace ya 74 años, el 7 de diciembre de 1941, una flota japonesa atacó la base naval estadounidense de Pearl Harbor, lo cual supuso una declaración de guerra que implicó la entrada de EE.UU. en la 2ª Guerra Mundial. Aquel día murieron 2.402 estadounidenses y cientos más resultaron heridos.
Hola a todos. 





Comentarios recientes