Todos, tanto particulares como comandantes de unidad, quieren fijar unos «estándares» de habilidad. Normalmente a la hora de evaluar los «estándares» en el tiro de combate nos gusta utilizar ejercicios de tiro para medir los niveles de rendimiento.
Durante las pasadas décadas, a lo largo de mis viajes para impartir algún curso aquí o allá, antes de empezar con un nuevo grupo, organización o unidad, suelo preguntarle al jefe u oficial al mando en qué nivel de habilidad se encuentra su gente. La respuesta casi siempre es la misma: «mis chavales son buenos». Recuerda, bueno es un término muy relativo. En algunas unidades eso puede significar que en realidad solo le dan al blanco de vez en cuando o, en muy raras ocasiones, que son tiradores realmente buenos.
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