Sobre los estándares y las condiciones. Por Ken Hackathorn.

Todos, tanto particulares como comandantes de unidad, quieren fijar unos «estándares» de habilidad. Normalmente a la hora de evaluar los «estándares» en el tiro de combate nos gusta utilizar ejercicios de tiro para medir los niveles de rendimiento. Durante las pasadas décadas, a lo largo de mis viajes para impartir algún curso aquí o allá, antes de empezar con un nuevo grupo, organización o unidad, suelo preguntarle al jefe u oficial al mando en qué nivel de habilidad se encuentra su gente. La respuesta casi siempre es la misma: «mis chavales son buenos». Recuerda, bueno es un término muy relativo. En algunas unidades eso puede significar que en realidad solo le dan al blanco de vez en cuando o, en muy raras ocasiones, que son tiradores realmente buenos. Un gran número de instructores de mi época han desarrollado ejercicios de tiro para medir los niveles de competencia. Muchas veces he utilizado los ejercicios de tiro que diseñaron otros. Un buen ejemplo de ello es el famoso ejercicio de tiro con pistola «El Presidente». En la mayoría de los casos, después de un par de días de duro entrenamiento y prácticas en el campo/galería de tiro, casi todos los alumnos terminan el curso con mejor nivel de habilidad. En resumen, que si yo he hecho bien mi trabajo ellos han abandonado el campo/galería de tiro en mejor situación de la que llegaron. El auténtico secreto para alcanzar unos estándares aceptables radica en la práctica. Lo que un instructor b
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