Hace ya tiempo que no planteamos en el blog alguna cuestión sobre la que reflexionar. Así que ahora que tenemos un momento de inspiración, humor y ganas te vamos a plantear un tema que teníamos pendiente. Permítenos que te hablemos de apariencias, impresiones e imagen. Nos explicamos.
Por un lado se suele decir que «las apariencias engañan». Por otro lado se dice que «la primera impresión es la que cuenta». Y, además, «una imagen vale más que mil palabras». Entonces, a la vista del grado de desgaste del equipo y material, ¿qué apariencia, impresión o imagen se da? Si el equipo y material no se ve desgastado, sino todo nuevo a estrenar, ¿quiere decir algo? ¿te inspira la misma confianza una cosa que otra?
No sé si ves por dónde vamos. Dicho de otro modo, ¿qué apariencia, impresión o imagen da un obrero que va impoluto, con el mono de trabajo impecable como si fuera nuevo a estrenar, sin un solo callo en las manos? ¿y uno con el mono de trabajo desgastado por el uso, con callos en las manos ─sin que eso suponga ir desaliñado─? Pues eso, aplícate el cuento y reflexiona sobre ello. Si tu equipo y material no muestra el desgaste propio de su uso, sino que más bien parece todo nuevo a estrenar ─cuando no es el caso─, puede que realmente le falte uso, es decir, que te falte entrenamiento. Te lo decimos nosotros que poco entrena y usamos nuestro equipo y material, pero algo se nota el desgaste ─como puedes ver en las fotos─.
La verdad es que nos gusta más la apariencia, impresión o imagen del equipo y material desgastado por el uso, que no el aspecto todo nuevo a estrenar, porque eso nos dice que no nos estamos esforzando una mierda. Por ejemplo, si nos compramos unas zapatillas de deporte para salir de vez en cuando a correr, pasa el tiempo y continúan como nuevas ─sin suciedad, sin un rasguño─, eso nos dice que no estamos saliendo a correr como debiéramos y que deberíamos ponernos las pilas. ¡Llámanos superficiales si quieres!
Del mismo modo, nos resulta difícil no fijarnos en ese pequeño detalle del desgaste en el equipo y material de los demás. La apariencia, impresión o imagen no lo es todo, pero a veces puede resultar indicativo. Llámalo una pista, como decía el difunto Pat Rogers. No es que no concibamos posible que algo no muestre desgaste por el uso, pero sí que nos choca un poco que algo parezca nuevo a estrenar si se lleva tiempo utilizándolo ─salvo que realmente sea nuevo a estrenar─. Nos gusta comprobar que el equipo y material muestra el típico desgaste por el uso.
Así que si alguien nos habla de lo mucho que entrena, de lo cojonuda que es una mochila, de lo cómodas que son unas botas, de lo mucho que corta una navaja, de lo fiable que es una pistola, de lo resistentes que son unos pantalones, de lo práctico que resulta un portaplacas, de lo bien que lo hace y el tipo que tiene, etc., conviene observar el desgaste propio del uso y del entrenamiento, ¿o no? ¿tú qué dices? Las redes sociales han hecho mucho daño y cada día abundan más los vendehúmos de Instagram con su postureo y bailes de salón, vestidos todo nuevo a estrenar, con armas de juguete.
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