¿Qué tamaño de pistola elegir? ¿Completa, Compacta, Subcompacta, Micro?

Este tema suele generar controversia y da lugar a discusiones eternas. Uno de vosotros planteó este tema hace unos días. El caso es que hay quien utiliza exclusivamente la comodidad como criterio para elegir el tamaño de la pistola, lo que les lleva a buscar pistolas lo más pequeñas y ligeras que sea posible. En algunos casos llegan a sacrificar incluso el calibre, optando por calibres más pequeños que el 9 Luger, como es el .380 ACP (9 Corto), o incluso otros como el .22 LR o el .22 Magnum. Desde luego, la pistola más cómoda para llevar encima es la «no pistola», es decir, no llevar pistola, ¡eso sí que es cómodo! Así que, la comodidad como criterio ─a la hora de elegir una pistola que pretendes llevar encima por si te ves en la necesidad de utilizarla─ es una mierda.

Lo que realmente hay que tener en cuenta cuando se va a tomar la decisión sobre qué tamaño de pistola portar es el uso que se le va a dar. Si se trata sencillamente de atender una falsa sensación de seguridad por llevar una pistola encima, ir armado porque te mola y porque puedes, te puede servir cualquier cosa, incluso una Philadelphia Deringer o una LifeCard. Entonces no pasa nada porque utilices como criterio de elección la comodidad. Sin embargo, si el hecho de portar una pistola ─oculta o a la vista─ atiende a una necesidad real, la cosa cambia ─y mucho─. En tal caso, el criterio a aplicar para elegir un tamaño u otro de pistola radica en «portar la pistola que más garantías de éxito ofrezca en caso de tener que usarla, que sea compatible con la situación». Por lo tanto, podemos identificar dos cuestiones a tener en cuenta que se contradicen: 1) la pistola que ofrezca mayor rendimiento (normalmente mayor tamaño); 2) la pistola que ofrezca mayor portabilidad ─la que pueda llevar encima en el momento y lugar que corresponda─ (en algunos casos la de menor tamaño).

Obviamente, y a grandes rasgos, la pistola de mayor rendimiento ─en tiro, que es para lo que se va a usar en el caso de un combate con armas de fuego o enfrentamiento armado─ es la de mayor tamaño y peso, y la pistola de mayor portabilidad ─la que te permite llevarla encima lo más inadvertidamente─ es la de menor tamaño y peso. Desarrollemos en más detalle estas obviedades.

El mayor rendimiento de una pistola orientada hacia un uso defensivo radica en poder batir amenazas con la mayor velocidad y precisión posibles, ¿no? Para eso necesitas una pistola que sea lo más fácil de disparar que sea posible. En el caso de una pistola de tamaño completo [Full Size], respecto a tamaños de pistola compacta, subcompacta y micro, cuentas con una mayor distancia entre miras, lo cual repercute en una mayor precisión ─siempre que utilices los elementos de puntería, claro, porque si eres de los de rociar y rezar te va a dar igual─. No obstante, si utilizas un minivisor de punto rojo en la pistola, eliminas la distancia entre miras y no supondría un diferencia según el tamaño de la pistola 😉.

Otra ventaja de una pistola de tamaño completo es un cañón más largo, que permite al proyectil alcanzar mayor velocidad en boca de fuego, lo que no solo influye en la precisión, sino que puede llegar a repercutir en el rendimiento terminal del proyectil; algunos proyectiles están diseñados para impactar entre un determinado rango de velocidades y puede que no se comporten como cabría esperar al dispararse con pistolas de cañón más corto.

En la facilidad para disparar una pistola también influye la empuñadura, que ─como su propio nombre indica─ determina el empuñe, que en sí mismo representa uno de los principios básico del tiro. Un buen empuñe favorece un mejor control del arma. En una pistola que no sea de tamaño completo, hay veces en las que no se consigue un empuñe completo ─valga la redundancia─, dado que ambas manos no apoyan totalmente en la empuñadura, especialmente con manos más grandes. A medida que se reduce el tamaño de la empuñadura, se reduce la superficie de contacto con ambas manos. Se trata de algo que se hace evidente en el momento de disparar una u otra pistola, que es sin duda la mejor forma de apreciar las diferencias de rendimiento entre diferentes tamaños de un mismo modelo de pistola.

Asimismo, una pistola de tamaño completo cuenta con una empuñadura más larga que suele albergar un cargador con más capacidad de cartuchos, lo cual representa una ventaja en el caso de un combate con armas de fuego, del que no solo no sabes dónde y cuándo te puede sorprender, sino que no sabes cuántos disparos puedes necesitar ─aunque no falles ni uno─. Si, la capacidad del cargador también depende del calibre. Los calibres pequeños permiten llevar más cartuchos en el mismo espacio, pero una vez más hay que tener en cuenta el rendimiento terminal.

En el caso de portar la pistola oculta, una empuñadura más pequeña también puede dificultar el desenfunde del arma en el momento de tener que echar mano para empuñarla en la funda. La propia funda pistolera que se utilice también influirá en la facilidad para agarrar la empuñadura, por lo que no solo es importante elegir bien la pistola y su tamaño, sino también la funda pistolera, donde merece la pena invertir.

No queda ahí la cosa en cuanto al rendimiento en tiro de una pistola, sino que el peso del arma también facilita el tiro. Una pistola de tamaño completo tiene más masa que una compacta, subcompacta o micro, por lo que el retroceso y la reelevación de la boca de fuego es menor, ergo la facilidad de realizar secuencias rápidas de disparos es mayor. Se trata de una sencilla cuestión de Física que se puede comprobar fácilmente disparando la pistola. En la masa o peso del arma no solo influye el tamaño, sino también el material, de forma que a mismo tamaño el peso varía en virtud de si el arma está fabricada principalmente en acero, aleación ligera o polímero.

Por supuesto, la reelevación del arma se puede reducir por diseño, tratando que exista la menor separación posible entre las líneas imaginarias que pasan por el eje del cañón y el brazo, separación que representa el brazo de palanca que ejerce el retroceso. Además, tanto retroceso como reelevación dependen de la masa del proyectil y su velocidad de salida por la boca de fuego, de tal forma que calibres más pequeños suelen tener menor retroceso y reelevación del arma. Eso tendrá su repercusión, una vez más, en el rendimiento terminal del proyectil, que habrá que tener en cuenta y buscar un equilibrio. Parece que existe cierto consenso en que el 9 Luger representa ese equilibrio ─revisa estos artículos si quieres saber más sobre balística terminal (mal llamado poder de parada)─. Para defensa o servicio no suele ser la primera opción optar por un revólver en calibre .22 Magnum o una pistola en calibre 9 Corto, si existe otra posibilidad de mayor rendimiento terminal, sin que ello quiera decir que no sea algo perfectamente válido. A fin de cuentas, es más importante darle al blanco o amenaza que no con qué se le dé.

Curiosamente, al contrario de lo que se podría pensar, las personas menos corpulentas, con manos y brazos con menos masa (muscular y adiposa), percibirán en mayor medida los beneficios de una pistola con más masa, es decir, más grande y pesada. Se trata sencillamente de Física. Muchas veces el problema viene más por el tamaño de la mano y la empuñadura de la pistola, que no encajan. El que tiene un cuerpo, un brazo y una mano tipo Hulk puede controlar mucho más fácilmente el retroceso y reelevación de la boca de fuego de una pistola pequeña, que una persona más tipo Peter Pan ─sin ánimo de ofender a nadie─.

En resumen, como norma general, a mayor tamaño de pistola, mayor radio entre miras, mejor empuñe y control del arma, mayor capacidad del cargador y menor retroceso y reelevación de la boca de fuego. Vamos, todo lo que buscas en una pistola para conseguir el mayor rendimiento posible, máxime si llega el momento de tener que utilizarla para salvar la vida propia o ajena. Ahora bien, todo lo bueno en cuanto a rendimiento, lo tiene de malo en cuanto a portabilidad. A mayor tamaño, generalmente también mayor peso, mayores dificultades para llevar la pistola oculta y mayor incomodidad al llevarla encima. Eso sí, el tamaño no es un problema si no se pretende llevar la pistola oculta discretamente, y sería el peso su mayor contrapartida. En otro artículo analizaremos las dimensiones y peso de diferentes tamaños de pistola: completa, compacta, subcompacta y micro.

Teniendo lo anteriormente expuesto, la pregunta es:

Si tienes que utilizar la pistola para defender tu vida, o la de otras personas, ¿qué pistola prefieres empuñar: la que te ofrezca mayor rendimiento en tiro o la que te ofrezca mayor portabilidad?

Efectivamente la respuesta es:

Porta la pistola que puedas llevar encima que te ofrezca el mayor rendimiento posible.

De esta forma, si tienes que decidir entre no llevar pistola o llevar una Philadelphia Deringer o una LifeCard, está claro qué elegir. Lo que no tienes que hacer es limitarte en el tamaño de la pistola en base a complejos o comodidad. La necesidad es lo que prevalece. Si por cuestión de discreción únicamente tienes la opción de portar oculta una pistola tamaño micro, es lo que hay, pero será por cuestión de tus propias condiciones o las del entorno y no porque te sientas más cómodo.

Más cómodo es no usar el cinturón de seguridad.

No es fácil visualizar las diferencias entre diferentes tamaños de pistola en cuanto a rendimiento y portabilidad, salvo probándolas y evaluándolas en igualdad de condiciones. Pero no siempre contamos con esa posibilidad. Si fuera posible, lo ideal es llevar cada pistola encima durante un tiempo, para comparar la portabilidad que ofrece en las condiciones en que se vaya a portar.

Evaluar el rendimiento de diferentes tamaños de pistola es bastante sencillo. Basta utilizar cualquier prueba o ejercicio que te permita comparar los resultados en base a tiempo e impactos, como puede ser el ejercicio de tiro F.A.S.T. o la prueba de nivel de Shrek. Si reflejas esos resultados en una tabla comparativa podrás decidir mejor en base al rendimiento. Con esos resultados en la mano, imagínate que tú mismo eres el defensor con la pistola que menor rendimiento te ofrece y te enfrentas a tí mismo como el agresor con la pistola que mejor rendimiento te ofrece.

Así que si tienes que decirte por un tamaño de pistola, piensa en lo anteriormente expuesto y evita que el criterio sea la comodidad.

.