El combate con armas de fuego constituye el arte marcial de los profesionales de las armas de fuego, y también de los no profesionales que las tienen para defenderse. Como arte marcial que es, requiere un eterno peregrinaje formativo, que tiene un comienzo, pero nunca termina. Siempre hay espacio para continuar aprendiendo y mejorando. Al fin y al cabo, lo que está en juego en un combate con armas de fuego es la propia vida, o la de terceros, así que cuanto más preparados para afrontar esa realidad mejor.
Todo combatiente con armas de fuego quiere para sí las tácticas, técnicas y procedimientos (TTPs) más eficaces, que son las que le proporcionen las mayores garantías de éxito posibles, es decir, el mejor resultado posible. No se trata de una cuestión de gustos y preferencias personales ─que en parte también─, sino de eficacia. La eficacia será lo que ayude a un combatiente a prevalecer por encima de su contrincante. Sin embargo, no podemos olvidar que ─como decía el difunto Louis Awerbuck─ la victoria en un combate es un 95% de suerte.
No importa lo mucho que te adiestres y te prepares, el resultado de un combate se basa principalmente en la suerte. Puedes hacerlo todo correctamente y, aun así, perder el combate. Murphy nunca se va de vacaciones. (AWERBUCK, Louis)
Las mejores TTPs serán aquellas que nos proporcionen los mejores resultados, pero no en el campo/galería de tiro cuadriculado, sino en la realidad a la que van dirigidas, en la cual las amenazas no son de papel, no permanecen inmóviles y no son cosas irracionales, sino otras personas que cuentan con la determinación de acabar con nuestras vidas, y las de nuestros seres queridos, utilizando todos los medios a su alcance.
Estas circunstancias plantean un panorama nada prometedor, que no hace nada fácil la instrucción y adiestramiento en este arte marcial del combate con armas de fuego. De tal modo que tan importante resulta que las TTPs sean las más eficaces, como que la metodología de instrucción y adiestramiento sea la más eficaz. En ambos casos será el resultado el que determine qué es lo más eficaz.
Curiosamente, lo que resulta más eficaz para uno, no siempre es lo más eficaz para todos, aunque suele ser así, con algunos matices, propios de la idiosincrasia de cada individuo. Por tanto, normalmente todos acabamos utilizando las mismas TTPs y las mismas metodologías de instrucción y adiestramiento. Solo tenemos que fijarnos en nuestro entorno. Por ejemplo, ¿por qué los saltadores de altura saltan de espaldas a la barra? ¿por qué la mayoría de los mejores tiradores de IPSC utilizan una posición/postura isósceles moderna o modificada? ¿por qué la mayoría de los mejores instructores de combate con armas de fuego utilizan una metodología de progresión en el adiestramiento (gatear, andar, correr)? Y un largo etcétera. La respuesta suele ser la misma: porque es lo que resulta más eficaz de lo que se conoce por el momento.
Por decirlo de otro modo, todo consiste en lograr batir a una amenaza antes de que sea ella la que te bata a ti. Se trata de combinar velocidad y precisión, o precisión y velocidad. Como dice el dicho, «la velocidad está bien, pero la precisión es definitiva» [Speed is fine, accuracy is final] (EARP, Wyatt). Y ello hay que lograrlo en las condiciones que determine la situación táctica en la que se desarrolle el combate con armas de fuego, incluido el dichoso e inevitable «estrés de combate», que en ocasiones parece utilizarse más como una excusa del bajo rendimiento que como un factor a tener en cuenta durante nuestra instrucción y adiestramiento.
No es ningún secreto que, en general, una metodología habitual de la instrucción y adiestramiento de TTPs de combate con armas de fuego consiste en explicar, demostrar y practicar cada una de ellas e irlas asimilando poco a poco, yendo de más a menos dificultad. El instructor explica cada TTP al detalle sobre cómo ejecutarla perfectamente, cuándo está indicada, en qué situaciones, por qué resulta esa TTP eficaz, etc. A continuación, demuestra a sus alumnos cómo se ejecuta (algo imprescindible en un instructor), es decir, la ejecuta él mismo delante de sus alumnos, aún a riesgo de hacerlo peor que ellos. Todo lo demás es practicar una y otra vez. Primero bajo la atenta mirada y supervisión del instructor, que se hará valer ayudando al alumno a alcanzar el objetivo, corrigiéndole, según sea necesario, y después de forma más autónoma. A base de repetir y repetir mejoran los resultados y se podrá llegar al deseado nivel de competencia inconsciente.
Dicho así parece fácil, pero ni el papel del instructor ni el del alumno son fáciles, y solo a base de trabajo y esfuerzo pueden conseguirse buenos resultados. Y no queda ahí la cosa. El objetivo final de la instrucción y adiestramiento consiste en poder afrontar un combate con armas de fuego con las mayores garantías de éxito posibles. Esto implica que no se puede perder la vista la realidad, y el estrés de combate que la acompaña. No obstante, prepararse para afrontar ese estrés de combate no consiste en intentar reproducirlo constantemente durante la instrucción y adiestramiento, porque lo que no puedas lograr en la tranquilidad del campo/galería de tiro cuadriculado no lo vas a lograr en otras condiciones más complejas. Hay que ir paso a paso: gatear, andar, correr. Dice el refranero español «vísteme despacio que tengo prisa» (en inglés se puede escuchar algo así como «fast is smooth, smooth is fast»). La cuestión es no precipitarse y no querer correr cuando todavía no se sabe andar.
No hay que ser ningún experto en Neurociencia ni demás historias, para saber que para tener ciertas opciones de ejecutar una TTP a pesar del estrés de combate, es preciso que dicha TTP se haya convertido en una respuesta casi automática ante un determinado estímulo, como una agresión, es decir, que se reproduzca subconscientemente, sin pensar. Viene siendo algo así como cuando estás acostumbrado a conducir, que manipulas los controles del coche de forma automática, sin pensar, incluso ante una repentina situación de peligro. O como sucede con la mecanografía, que los dedos van a su sitio sin que haya que pensar en ello. Para que una TTP se ejecute subconscientemente es necesario práctica, mucha práctica, repetir y repetir correctamente. Sin embargo, primero la instrucción y adiestramiento ha de llevarse a cabo con toda la tranquilidad y calma del mundo, y, más adelante, cuando el ejecutante esté preparado, en unas condiciones que intenten reproducir el estrés de combate.
Y después de esta introducción llegamos al verdadero motivo de este artículo: ¿cómo se reproduce el estrés de combate en la instrucción y adiestramiento del combate con armas de fuego? La respuesta resulta más sencilla de lo que piensas: a base de reproducir las condiciones de la realidad de la forma más «hiperrealista» posible. Cuanto más estrés se induzca durante la instrucción y adiestramiento, menos estrés se experimentará durante situaciones reales. La puerta está abierta de par en par a la imaginación, pero con un poco de prudencia.
Una posibilidad muy interesante está representada por los simuladores de última generación (VirTra, por ejemplo), que permiten recrear escenarios hiperrealistas, algo que utilizan desde antaño los pilotos de aeronaves con muy buenos resultados.
Sin embargo, el summum de la inoculación de estrés durante la instrucción y adiestramiento del combate con armas de fuego radica en lo que se conoce como fuerza contra fuerza [force-on-force], que consiste en enfrentar al ejecutante a amenazas reales, representadas por personas armadas que se comportan como tal. Evidentemente, por obvias razones, no se utilizan armas de fuego con munición real, sino réplicas que simplemente pueden consistir en el arma de fuego auténtica con un kit de conversión para disparar una munición con proyectiles marcadores no letales (UTM, por ejemplo). Los ejecutantes de un ejercicio de instrucción y adiestramiento de fuerza contra fuerza actúan bajo un considerable estrés inducido y, además de tomar decisiones, lo cual resulta bastante difícil en tales condiciones, han de ejecutar las TTPs que han aprendido previamente en un entorno más amigable, como el campo/galería de tiro cuadriculado.
Inducir estrés no consiste en aplicar estímulos dolorosos a los ejecutantes, sino en recrear un combate con armas de fuego de la forma más hiperrealista que sea posible, lo que no incluye reproducir los efectos o consecuencias dolorosas de la realidad de un disparo o una puñalada. De hecho, con UTM y otras municiones marcadoras, está indicado el uso de una protección adecuada que atenúe el posible efecto doloroso y lesiones del impacto del proyectil, porque no es realmente el dolor lo que se busca, sino marcar y que el individuo lo note.
Hay algún iluminado que utiliza estímulos dolorosos, en forma de electroshocks o descargas eléctricas, a través de armas no letales como el TASER, para inducir estrés. En realidad, ese tipo de estrés consiste en miedo al dolor, en el castigo físico. No es exactamente igual al estrés de combate. A decir verdad, tras indagar un poco al respecto, no hemos podido encontrar gran cosa al respecto, lo cual puede ser una pista. Existen serias dudas de la utilidad que puede tener esta metodología «eléctrica», pero, desde luego, resulta bastante llamativa e innovadora, lo que es buen marketing para captar clientes. En un mundo en el que parece estar de moda el reforzamiento positivo, dejando atrás aquello de los castigos, incluso para adiestrar a un perro, es sorprendente que alguien utilice esta metodología basada en el estímulo doloroso de una descarga eléctrica.
Parece ser que esto de las descargas eléctricas funciona de la siguiente manera. Al ejecutante se le amenaza con una descarga eléctrica (por supuesto, aunque pueda resultar dolorosa, se sobrentiende que resulta inocua), que le será suministrada en el caso de fallar o no llegar a tiempo. Algo así es. Tampoco importa demasiado cómo funciona exactamente este método. Una posibilidad puede ser que el agresor, provisto de algún artilugio de descargas eléctricas, se aproxime a toda prisa hacia el ejecutante del ejercicio, de forma que tenga que reaccionar ante tal estímulo, extrayendo su arma y disparando con munición marcadora al individuo antes que le suministre la descarga.
¿Realmente esta metodología sirve para algo? ¿va a cambiar algo por recibir un estímulo doloroso en forma de descarga eléctrica? Pues no lo sabemos. Habría que saber qué diferencia existe en la preparación para afrontar un combate con armas de fuego de un individuo sometido a esta metodología y otro individuo sometido a una metodología menos innovadora y más habitual. Sinceramente, no sabemos si existe tal estudio comparativo que pueda acreditar unos mejores resultados con este rocambolesco método, lo que implicaría que estamos ante la opción a utilizar, porque todos queremos lo mejor cuando se trata de prepararnos para un combate con armas de fuego.
Como estas cosas, como tantas otras, se nos escapan, durante un tiempo nos hemos dedicado a buscar información sobre este método y quiénes lo utilizan (San Google es un gran aliado), y a preguntar sobre este asunto a alguna persona que nos inspirara confianza. Información no hemos podido encontrar ninguna. Hemos obtenido algunos resultados de búsqueda en Google Scholar para «induced stress by painful stimuli», pero no lo que estábamos buscando. Hemos preguntado a algún amigo de confianza y a algunas personas reputadas del mundo de la instrucción y adiestramiento en el combate con armas de fuego, y nos han confirmado que ni conocen tal método, ni lo han utilizado nunca, ni saben quién lo utiliza o ha utilizado.
Una de las personas a las que hemos preguntado goza de nuestra confianza porque la consideramos un tipo con cierta formación y experiencia, que ha servido en la Infantería de Marina estadounidense y que ha viajado a los lugares más peligrosos del mundo como parte de un equipo de protección de personas. Para no tergiversar sus palabras nos vamos a limitar a traducir literalmente su respuesta:
«Esto que me comentas resulta muy interesante. Nunca había escuchado hablar de la terapia por electroshock en lo que se refiere al entrenamiento con armas de fuego. Personalmente no estoy de acuerdo con esta técnica, pero nunca se sabe. Siempre hay gente buscando nuevas formas de entrenar. Probablemente americanos locos. He experimentado la descarga tanto del Shocknife como del TASER. Ambos dispositivos resultan dolorosos, pero están diseñados para un tipo de entrenamiento en tácticas defensivas, no como entrenamiento de refuerzo para armas de fuego. Me interesaría ver cómo lo hacen (descarga por un impacto fallido, etc.).
Actualmente, como has podido comprobar, el entrenamiento con paintball/proyectiles marcadores constituye una gran herramienta para las tácticas de limpieza de habitaciones/combate urbano, ya que te recuerda de manera dolorosa que tienes que despejar las esquinas, progresar como un equipo, utilizar las tácticas de pequeña unidad, etc. No está diseñado para hacerte disparar mejor, está diseñado para ayudarte a confiar en tus tácticas de pequeña unidad. Suele llamarse «dominar lo básico». No sé si me explico.
Existen varias formas de simular el estrés y la adrenalina, que constituyen componentes clave que no se pueden encontrar en el campo de tiro. Ahí es donde puedes ser creativo al inducir estrés en tus chavales (es decir, altavoces a todo volumen, luces estroboscópicas, ejercicio físico con el equipo de combate completo, disparos por encima de sus cabezas, etc.). Muchos de nosotros podemos disparar bastante bien, salvo por el estrés de combate. Tan pronto como el primer proyectil impacta justo a tu lado o una granada de mortero/IED explosiona, todas las técnicas del «campo de tiro» se van por la borda. Personalmente creo que saber gestionar el estrés y la adrenalina es uno de los factores más importantes. Todos nosotros lidiamos con el miedo/muerte inminente de manera diferente. Es el duro entrenamiento como grupo de hermanos de armas y la fé en tus tácticas lo que nos mantiene vivos… ¡no las descargas eléctricas en las pelotas cuando estoy disparando! Jajaja.»
Otra de las personas a las que preguntadamos es Pat McNamara, reputado instructor que no requiere presentación. Esta fue su respuesta:
«Jorge, yo no soy partidario del entrenamiento con estrés inducido mediante electroshock. Me suena y me parece mucho más un juego donde el tipo sabe que viene e intenta compensar antes de recibir una sacudida en la panera. La falta de imaginación y creatividad genera este tipo de entrenamiento tocapelotas. Es mi opinión».
Y, por último, también recibimos respuesta a nuestras preguntas por parte de Pat Rogers, antes de su fallecimiento, que tampoco requiere presentación. Esta fue su respuesta:
«Respecto a los estímulos, mi impresión, fuerte impresión, es la siguiente.
Me dedico a entrenar gente. Por lo tanto, todo lo que hacemos se centra directamente en hacerlo tan eficientemente como sea posible. Añadir cualquier cosa que nos desvíe de eso resulta contraproducente.
Nosotros utilizamos una metodología gradual y puedes preguntarle a los alumnos (especialmente a los de la casa de tiro) por el nivel de estrés que experimentan al enfrentarse en la casa de tiro con blancos ID Target Systems, y más adelante con fuerza contra fuerza.
Creo que es una payasada para los ignorantes».
Estas son solo algunas opiniones puntuales vertidas por personas con una experiencia y conocimientos determinados, aunque curiosamente coinciden en gran medida al descartar el uso de estímulos dolorosos en forma de descargas eléctricas para inducir estrés durante la instrucción y adiestramiento del combate con armas de fuego. No tienen por qué estar en lo cierto, y bien podrían estar perdiéndose un método tremendamente eficaz, pero teniendo en cuenta que se trata de personas que han podido comprobar la validez de sus métodos a través de sus alumnos, e incluso por sí mismos, quizás podamos fiarnos.
Cabe preguntarse, ¿qué saben unos que no sepan los otros iluminados? ¿a quién le hacemos caso? ¡Tú mismo! Ya sabes, busca siempre buenas referencias y referentes. Escapa de vendehúmos.
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Perdón porque me he explicado mal. Quiero decir que si la rueda ya está inventada y es redonda no voy a llegar yo a reinventarla y que además sea cuadrada, es decir, que no estoy en disposición de inventar nada que resulte más eficaz que lo que ya está inventado, así que normalmente me conformaré con tomar los inventos de otros que si funcionan.
Por otra parte, aunque cuestionar las cosas y querer entenderlas es lo habitual, no siempre estaré en disposición de entenderlas y tendré que confiar, según las circunstancias. Quiero decir que si Stephen Hawking me dice que los agujeros negros existen me lo voy a creer pero ni lo voy a entender ni lo pretendo, aunque él sí estaría en disposición de explicármelo. Sería yo el que no estaría en disposición de entenderlo, por obvias razones. Me faltan conocimientos de astrofísica.
Si el que me dice que existen los agujeros negros eres tú, va a ser muy difícil que me lo crea, aunque intentes explicármelo, porque no voy a estar en disposición de entenderlo. No sé si me explico.
Pues algo parecido me sucede con esto del combate con armas de fuego. Lo siento si me fío más de los que llevan media vida dedicados a formar profesionales después de haber pasado otra media vida trabajando como profesionales a la par que formándose con otros que pasaron por lo mismo, que aglutinan una experiencia y bagaje difícilmente igualable. No es que vayan a tener más razón por ello, pero es que si Stephen Hawking dice que los agujeros negros existen al final creo que va a tener razón y yo no sé por qué.
Con estas paranoias de los estímulos dolorosos me pasa tres cuartas de lo mismo. No sé si sirven de algo pero lo que parece es que no lo utilizan ni recomiendan aquellos que considero referentes y no he podido encontrar datos que acrediten que ofrecen más ventajas que desventajas.
Dices que «Observo que hablas de los instructores que no ven bien este tipo de entrenamiento, pero hay buenos instructores que lo usan». ¿Quiénes lo usan? Te aseguro que he buscado g preguntado y no he podido encontrar información al respecto, ni siquiera sobre inoculación de estrés mediante estímulos dolorosos en general.
No obstante, a quien le convenzan estas cosas bien que hace en utilizarlas. No sé si para bien, para mal, o para nada, ¡ahí está el problema! Y no utilizarlo no quiere decir que no se esté preparando uno para la vida real, creo yo.
Bueno, no entiendo eso que dices de la rueda, yo personalmente no invento nada, procuro tener la mente muy abierta, ojala inventara un procedimiento 100% eficaz, le diría al malo, -que voy con la TTP´S 100%, y el malo se rendiría porque sabe que va a morir. Yo sigo doctrinas de instructores que me han convencido con sus formas de ver el entrenamiento, porque se trata de salvar el pellejo, no de ser el mejor con la cartilla de tiro y las meto todas agrupaditas y en el centro, creo que todo entrenamiento que merme tus capacidades motoras, y que dificulte tus procedimientos de trabajo, te ayudan a estar mas entrenado, yo he trabajado primero como alumno con el shocknife y te das cuenta que las técnicas de artes marciales no te ayudan, te preocupa mas el pinchazo/electricidad que dar con el agarre kote-gaese, y es que los combatientes/policías ni son bruce lee, ni son tiradores olímpicos, y es por esto que una vez teniendo entrenado la TTP´S idónea, abandero estos medios, porque te hacen darte cuenta de que cuando tu mente se espesa no trabajas igual, y no puedes simular que te disparen o apuñalen de verdad, pero si puedes conseguir «espesarte», y al trabajar en esas condiciones, tu nivel de entrenamiento sube, y se trata de eso. Observo que hablas de los instructores que no ven bien este tipo de entrenamiento, pero hay buenos instructores que lo usan, y curiosamente estos artificios de dar dolor vienen del mismo sitio que los instructores que mencionas, de Estados Unidos, yo no invento, esta todo ese material inventado, la cuestión es dar con el instructor que da la verdad suprema, y eso es muy complicado, porque siendo o no valedor de la razón, a ti te tienen que convencer, y muchos alumnos son de ideas fijas, sin dar oportunidad de demostrar lo que se expone, ¿sera un detalle de intransigencia?, ¿y que opinas tu?, yo siempre rebato a mis instructores, les exijo su enseñanza, que me la demuestren, y si es así, habré aprovechado el tiempo, y como en la instrucción no es donde te juegas el pellejo, pues puedes experimentar, sentir, ver como te desenvuelves, ir a lo seguro creo que es renunciar a saber mas, y lo seguro según quien?, es cojonudo saber que tu instructor es dios, pero el cambiar a doctrinas diferentes sumas conocimiento, y eliges. Pero bueno, lo mío es solo mi opinión y menos mal que hay variedad de instructores para todos los gustos y doctrinas de trabajo. Gracias por leer el ladrillo de texto.
Compañero, sinceramente, jamás pidas disculpas por opinar igual o diferente.
Te agradezco tu comentario. No acabo de verlo pero es muy loable que cada uno induzca el estrés como buenamente pueda, quiera o crea. Yo soy más del Caserío me fío. Me falta mucha experiencia, intuición y bagaje para llegar a inventar la rueda, y lo que no quiero es dejarme llevar por la emoción creyendo saber lo que no sé para reinventar la rueda y que sea cuadrada.
Un saludo.
Pido disculpas Jorge, no opino igual, un estressvest y un taser no es lo mismo, el taser sirve para hacer detenciones inhabilitando al agresor con una descarga que lo dejas completamente incapacitado y el estressvest te da una descarga para que te enteres que te han dado, ningún reputado instructor, ni uno humilde como yo se gasta 2000 dólares en un equipo de estressvest, y buscan el estrés con otros métodos mas económicos y rentables porque conozco muy poquitos instructores que trabajen por amor al arte, no puedes comparar una instrucción que es lo ultimo que hay, y muy costosa con un collar para perros eléctrico, los shocknife da un realismo de estress donde los guerreros mas aguerridos chillan como una nenaza cuando sufren una descarga, y ya no entras tan alegremente como un cuchillo de plástico, se trata de usar medios que provoquen el estrés mas real posible, y observo, que todo método nuevo tiene que ser probado, y los reputados instructores que mencionas tienen ya sus procedimientos, pero hay mas vida en el mundo, si es cierto que hay gente muy delicada en los cursos, me duele la espalda, yo no corro, yo no me tiro al suelo, a mi no me das una descarga, etc, pues no vengas!!!!!!!!, los recursos están ahí, y cada uno busca su formación en medida de lo que le ha visto las orejas al lobo, yo personalmente soy un entusiasta de probar todas las tecnologías, tengo varios amigos muertos en combate o en accidentes con armas y vehículos, y cuando sientes en tus carnes la incertidumbre de que va a pasar, si vas a salir de esta, cualquier entrenamiento que se acerque a la realidad dado por un profesional es el que a mi me llama, es por esto que si a innovar buscando el estrés, porque es entrenamiento para salvar el pellejo, y disparar a siluetas inertes por muy rápido y bueno que seas no tiene nada que ver cuando te estas jugando el pellejo y encima si sales victorioso tendrás que vivir con el daño que le hagas al de enfrente, y por mucha valoración que se haga de que se anulan procedimientos por temor a una descarga……imagínate a perder tu vida.
No lo sé. Habría que verlo. No entiendo mucho de esto pero juraría que no es la metodología a aplicar y supongo que por eso no se utiliza habitualmente. No digo que finalmente no acabe por imponerse aunque tengo mis dudas. Aplicando la misma regla de tres sería la metodología a aplicar por cualquier que tuviera que prepararse para actuar en situaciones de peligro a vida o muerte. Sinceramente, desde mi ignorancia, me resultaría gracioso, a la par que estúpido, que, por ejemplo, un piloto de combate se preparara para el combate a base de descargas eléctricas y descartara aquellas TTPs. que no pudiera aplicar en el simulador por miedo a una descarga. Ya digo que creo que ni con los perros se utiliza el miedo para adiestrarlos y supongo que será por algo.
Supongo que empezaré a creerme esta técnica cuando compruebe que la utiliza algún reputado instructor. A ser posible más de uno o de dos. Y supongo que todos sabemos a quién podemos considerar reputado en este sentido.
En fin, no pretendo conocer los entresijos de este tema porque no es lo mío, pero basta con que parezca que los que saben no lo utilicen para que en principio no me lo crea. Si los mejores no lo utilizan no seré yo el que me dedique a innovar. Además para comprar una moto prefiero preguntarle a un mecánico que entienda de motos que no a un vendedor de motos, no sé si me explico.
Sí no funcionan bajo el miedo a una descarga… Funcionarán bajo el miedo a perder la vida ??
A veces se practica algo hasta la saciedad y después te das cuenta que eres el mejor del mundo, haciendo algo estúpido.
Yo en realidad no lo veo descabellado sino absurdo.
Si vas a descartar una TTP en virtud de si bajo el miedo a una amenaza de recibir una descarga eléctrica eres capaz de llevarla a cabo posiblemente todas las TTPs. queden descartadas, porque sin práctica puede que nunca salgan.
Yo en estas cosas prefiero no hacer experimentos. Mejor ir a lo seguro.
Bueno… La verdad, no lo tengo muy claro. No se si esto es lo mismo.
Utilizar un estímulo potente como es el taser, para provocar una reacción sumamente estresante y ver los comportamientos naturales que se producen en el sujeto, puede ayudar a descartar una TTPs.
Ni siquiera es necesario aplicar la descarga.
Si me pongo detrás de ti y te amenazó con que si no cambias el cargador rápidamente y sin fallos, te voy a dar un chispazo, creo que tu habilidad motora sufrirá estrés… y será un estrés más potente que si te amenazó con una colleja. Se que no será tan fuerte como si mi vida esta realmente en juego, pero.
No se…
En las simulaciones con air soft o paintball terminas por acostumbrarte al bolazo y te importa poco recibir uno, con tal de darle tu… Terminas jugando.
Si tengo delante un taser, la cosa cambia un poco, no quiero chispazos…
En fin que según para que y sobre todo que quieres conseguir o provocar… No lo veo tan descabellado.
Siempre que no se lesione a nadie y se use con cabeza no lo descarto.
Saludos! Estoy totalmente de acuerdo con las conclusiones presentadas en este articulo por los diferentes Profesionales que nos lo han presentado. He recibido formacion en tiro por parte de grandes profesionales como E. De Cobos, quien no usa el método del dolor sino un magnifico paso a paso que resulta Muy Eficiente y donde el estres se trabaja mediante otras tecnicas. Asimismo, tambien he realizado formacion en tiro donde el uso del shock-knife y el stressvest, ademas de golpes era usual y no me convenció en absoluto. Efectivamente sufri mas estres bajo presion de tiempos, procedimientos precisos y rapidos y algun grito, que bajo la amenaza de
dolor, donde lo único que tienes es temor a ser lesionado. No lo recomiendo en absoluto, me parece una idiotez.
te y donde el estres se trabaja mefiante
Totalmente de acuerdo contigo. Creo que las modas, por su propia definición, son pasajera. El Taser es un arma y como tal debe utilizarse.
A veces decir la verdad supone «hacer nuevos amigos». Sinceramente, creo que despues de agotar en este pais la gallina de los huevos de oro que fue el manido tema del stress, ahora se reinventan para seguir haciendo productivos los cursos de fin de semana para personal deseoso de vivir la particular experiencia y sentirse dentro de …. «la manada». Me ha gustado mucho Jorge, como sabes yo he sido uno de esos de «la manada» y ahora años despues, mucho entrenamiento despues, mucha lectura y muchos videos despues, te digo que no sirve de nada que te peguen una descarga de TASER si fallas tu único cartucho en una línea de tiro frente a un papel.
Saludos desde la soledad del desierto.
Gracias a ti por leerlo.
Me alegra que te resulte de interés.
No es más que una opinión, la mía, con la que supongo que muchos no estarán de acuerdo y puede que alguien comparta.
Jorge, como siempre, espectacular… Gracias.