El difunto Pat Rogers lo llamaba kabuki ─teatro japonés─, Pat McNamara lo llama teatro de campo de tiro [range theatrics], Dave Spaulding se refiere a ello como técnicas de campo de tiro cuadriculado, etc. Todos se refieren a lo mismo. Básicamente, se refieren a todo eso que resulta ridículo por hacerse sin sentido y sin intentar trasladarlo a la realidad a la que supuestamente va dirigido. En este caso concreto, hablamos de la técnica esa de «sacudir la cabeza» a ambos lados, como si fuera a servir para algo más que espantar las moscas. Debería servir para escanear y evaluar, pero por mucho «sacudir la cabeza», no vas a conseguirlo.
Por fortuna, nosotros nunca llegamos a adoptar esa técnica como práctica habitual, porque: (1) no le veíamos ni le vemos sentido, (2) nos parecía y parece ridículo, pero sobre todo, (3) no es algo que observáramos u observemos en los que son nuestros referentes ─por ejemplo, otro que NO hace eso de «sacudir la cabeza» es Mike Pannone, que formación y experiencia tiene un rato─. No te lo tomes a mal si eres de los que cree fervientemente en esta técnica de «sacudir la cabeza», porque: (1) lo viste en un vídeo (los primeros vídeos de MagPul Dynamics hicieron mucho daño), (2) te lo explicó alguien que lo vio en un vídeo, (3) te lo enseñó alguien en quien confías ─que lo vio en un vídeo─. Antes de seguir leyendo, si eres de los de «sacudir la cabeza», ten en cuenta el innato dichoso sesgo de confirmación, por el cual tendemos a prestar atención solo a la información que confirma lo que queremos.
La principal crítica que se hace a eso de «sacudir la cabeza» radica en su nula utilidad práctica, en tanto en cuanto el mero hecho de sacudir la cabeza no permite observar nada en tu entorno. Se realiza como si fuera un «tic» nervioso, sin ser consciente de ello, sin tener en cuenta el contexto. Puede llegar a ser tan ridículo como para hacerlo aún estando encajado entre paredes, es decir, que tanto detrás, como a un lado y otro no puede haber nada ni nadie porque está la pared, y aún así «sacudir la cabeza» porque es costumbre.
Pat Rogers lo explica muy bien en su artículo Escanear y Evaluar, manteniendo la Conciencia de la Situación. Y tanto Pat McNamara, como Dave Spaulding, y algún otro figura, lo ilustran y explican también en vídeos como los dos siguientes ─aunque el audio es en inglés, las imágenes hablan por sí solas─.
Todos están de acuerdo en lo de «escanear y evaluar» ─llamándolo de una u otra manera─, pero también están de acuerdo en que hay que hacerlo bien o se acaba convirtiendo en un ridiculísimo «sacudir la cabeza». Si al «sacudir la cabeza» observaras algo ─cosa que difícilmente puedes hacer a esa velocidad de movimiento de cabeza─ tampoco serviría de mucho, porque entonces tendrías que frenar ese impulso, ese tic nervioso, que te lleva a girar la cabeza al otro lado también y después dedicarte a eso que hayas podido observar. Además, por mucho «sacudir la cabeza» no deja de haber un ángulo muerto detrás que solo podrás ver si te das la vuelta. Por otra parte, si has llegado hasta donde estás sin darte cuenta que tienes alguien detrás, puede que hayas hecho algo mal.
En fin, queda dicho que «sacudir la cabeza» solo sirve para espantar las moscas. Si lo que quieres es «escanear y evaluar» ¡hazlo! ¡pero hazlo bien!
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Desde luego hay que comprobar el entorno, pero la solución no es sacudir la cabeza como si fuera un tic nervioso. Hay quien introduce algún tipo de ejercicio de observación, localización e identificación para que realmente exista esa observación. La cuestión es evitar hacer cosas que realmente no aporten.
Yo soy de los que me enseñaron a hacerlo, si bien acabé por no aplicarlo.en principio no veo mal chequear lo que hay a tus lados, pero evidentemente hay que saber para qué.