Los estándares de rendimiento en el combate con armas de fuego y su evaluación tienen toda su importancia desde el momento y hora que permiten conocer el grado de competencia de cualquier tirador, de forma que así nadie se infravalore o sobrevalore y pueda acreditar cuál es su competencia real. Reconocer la incompetencia no tiene nada de malo y conocer cuánto de competentes somos tampoco. Lo que no sirve de nada es que cada uno se crea sus propias mentiras de tanto repetírselas a sí mismo y/o a otros. En este artículo Claude Werner explica unos estándares muy sencillos, pero muy ilustrativos. ¡Pruébalos por ti mismo! Seguir leyendo…
Material didáctico
Desenfundar una pistola es lo mismo que enfundarla pero al revés. El Momento del Combatiente con Armas de Fuego. Pat McNamara. 15ABR17.
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Desenfundar una pistola es lo mismo que enfundarla pero al revés
Tengo escuchado en más de una ocasión que «enfundar» una pistola constituye una acción administrativa, a lo cual he de decir que la acción de enfundar una pistola tiene tanto mérito como la acción de desenfundar una pistola en virtud de dos cuestiones diferentes.
Por un lado, en el mundo táctico, hay ocasiones en las que hemos de rebajar nuestra respuesta ante una situación y pasar a trabajar con las «manos vacías». Por lo tanto vamos a tener que enfundar la pistola pero sin apartar la vista de la potencial amenaza.
La quinta regla de seguridad de John «Shrek» McPhee: mantén el arma en seguro hasta que vayas a disparar.
A las ya clásicas, reiteradas hasta la saciedad, vigentes y eficaces cuatro normas de seguridad con las armas de fuego, John «Shrek» McPhee añade una quinta, también muy sencilla, evidente y eficaz: mantén el arma en seguro hasta que vayas a disparar. Por supuesto, siempre que el arma incorpore seguro de aleta (quedan excluidas pistolas como las Glock) y sea lo suficientemente ergonómico para poder manipularse con el pulgar de la mano de empuñe con cierta facilidad. Así que quedarían descartadas muchas, si no todas, las pistolas que montan el seguro de aleta sobre la corredera, en una posición demasiado alejada del pulgar de la mano de apoyo como para poder activar o desactivar el seguro con relativa facilidad.
Un solo disparo para evaluar tu rendimiento: el primer paso para mejorar consiste en reconocer tu incompetencia.
Esto no tiene ningún secreto. De nada sirve creerse suficientemente competente con un arma de fuego, sea fusil o pistola, si tu rendimiento no lo demuestra. Se podrían definir muchos estándares de rendimiento que determinen el mínimo de competencia con las armas de fuego exigible a cualquier profesional, pero te vamos a proponer una sencilla prueba con la que tú mismo podrás colgarte el sambenito de «incompetente» (así pasarás de un nivel de incompetencia inconsciente al nivel de incompetencia consciente imprescindible para poder mejorar tu rendimiento). Solo vamos a evaluar si eres capaz de colocar un único impacto en el blanco, que es el primer paso hacia la competencia con las armas de fuego; de nada sirve todo lo demás si no eres capaz de colocar sobre tu blanco ese primer disparo.
Realidades de combate en el suelo y cómo evitar que te pateen. La fiesta de la bota. Por Michael Janich.
Cuando hay una pelea no es raro que por lo menos uno de los implicados termine en el suelo. Seguramente no suceda con un 90 por ciento de probabilidad como venden aquellos que se dedican a enseñar grappling [lucha en el suelo], pero sin duda existen bastantes posibilidades, así que tiene todo el sentido incluir algo de combate en el suelo en tu entrenamiento. Pero antes de presentarte en el gimnasio más cercano y apuntarte a clases de jiu-jitsu, mejor será que primero reflexiones sobre qué es lo que necesitas realmente.
Cómo mejorar por el mismo precio: multiplica por 6 tus repeticiones perfectas con el mismo consumo de munición.
Innovar está muy bien, siempre que suponga mejorar, pero existen métodos de toda la vida para sacarle mayor rendimiento a tu entrenamiento por el mismo precio. Uno de esos métodos de sobra conocidos, y del que posiblemente ya habrás escuchado hablar alguna vez, consiste sencillamente en multiplicar por 6 el número de repeticiones perfectas ─ahí está la clave─ con el mismo consumo de munición. Se trata sencillamente de combinar el fuego real y el tiro en seco en una misma sesión en el campo/galería de tiro. ¡Tan sencillo como eso!
El mito del gatillazo. Por Juan I. Carrión.
Hola a todos.
¿Cuántas veces un tirador habrá oído eso de «estás metiendo gatillazos»? Me confieso ante todos que como entrenador en Técnicas de Tiro, yo también lo he dicho en muchas ocasiones, demasiadas quizás.
Haber asistido a dos cursos con el mejor entrenador (coach se define él mismo) del mundo en Técnicas de Tiro de Combate tiene sus ventajas. Una de ellas es el haber desterrado de mi repertorio como entrenador algunas expresiones tradicionalmente relacionadas con el Tiro, normalmente aprendidas porque era lo comúnmente aceptado y no por haber determinado que eran ciertas a través de la propia experiencia. El «gatillazo» fue la primera de ellas.
Sobre los estándares y las condiciones. Por Ken Hackathorn.
Todos, tanto particulares como comandantes de unidad, quieren fijar unos «estándares» de habilidad. Normalmente a la hora de evaluar los «estándares» en el tiro de combate nos gusta utilizar ejercicios de tiro para medir los niveles de rendimiento.
Durante las pasadas décadas, a lo largo de mis viajes para impartir algún curso aquí o allá, antes de empezar con un nuevo grupo, organización o unidad, suelo preguntarle al jefe u oficial al mando en qué nivel de habilidad se encuentra su gente. La respuesta casi siempre es la misma: «mis chavales son buenos». Recuerda, bueno es un término muy relativo. En algunas unidades eso puede significar que en realidad solo le dan al blanco de vez en cuando o, en muy raras ocasiones, que son tiradores realmente buenos.
Cómo aplicar la neurociencia para formar mejores tiradores.
Me bastó leer esta reseña para hacerme inmediatamente con una copia del libro y, después de leerlo por completo, puedo afirmar que se trata de un libro cargado de información auténtica. Te das cuenta del rigor con el que Dustin P. Salomon ha escrito el libro, gracias no solo a la cantidad de citas y bibliografía que incluye, sino también a que coincide con lo dicho por otras personas de renombre. Desgraciadamente en España no estamos acostumbrados a tanto rigor en nuestro mundo, el táctico, y no es extraño encontrarse con textos que algunos califican como «estudio científico», pero que en realidad no cumplen lo mínimo que se puede exigir a cualquier trabajo académico ─de hecho, algunos no servirían ni como trabajo de colegio─. Así que da gusto leer este libro y poder contrastarlo con otras informaciones, como lo que aprendí en el curso Learning How to Learn: Powerful mental tools to help you master tough subjects (with Honors).
¿En qué fallamos? Por Juan I. Carrión.
Hola a todos.
Esta pregunta, en principio tan genérica, va enfocada hacia los fallos más comunes que he observado después de un año realizando varios análisis de la Técnica de Tiro a través del vídeo.
Con el objeto de depurar mi empleo del programa «Coach´s Eye», le pedí a unos cuantos tiradores de todos los ámbitos (deportivo, policial y militar) que me mandaran vídeos realizando una serie de disparos y así poder analizar su técnica. Les agradezco enormemente el hecho de que me los enviaran y que confiaran en mí para ser «criticados» a conciencia. Cuando se quiere mejorar de verdad, la única manera de hacerlo es dejar atrás el Ego y ponerte en manos de otra persona que «busque los tres pies al gato», es decir, que se preocupe de encontrar en qué se está fallando y cómo mejorar.
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