Appendix Carry y descarga involuntaria/negligente: un chaval muere tras pegarse un tiro en la femoral, presuntamente al intentar meter la pistola en una funda Appendix Carry.

Los accidentes con armas de fuego ocurren, de eso no cabe la menor duda, y no entienden de títulos. Le pueden pasar a cualquier mortal, porque es de humanos equivocarse (por ejemplo, la descarga negligente de Aaron en su propia casa). Normalmente los accidentes con armas de fuego se atribuyen a la negligencia, imprudencia o falta de pericia del usuario, pero independiente de los motivos, no se puede evitar que sucedan accidentes (por eso son accidentes, porque suceden sin querer, que si fueran queriendo serían otra cosa), y toda precaución es poca. La cuestión es intentar minimizar el riesgo, o bien reduciendo la potencialidad de un accidente, o bien reduciendo las posibles consecuencias en el caso de que suceda. Se empieza por intentar cumplir consciente y estrictamente las cuatro normas de seguridad de Jeff Cooper, para las que a veces se buscan excusas, como el hecho de vulnerar las reglas número 1 y número 2, aludiendo a que el arma no está cargada, o lleva algún dispositivo que la inutiliza, para a continuación apuntar a alguien sin necesidad (por ejemplo, la aberración de seguridad de apuntarnos unos a otros). Además, se trata de evitar el uso de cualquier elemento que sea proclive a generar accidentes (por ejemplo, la problemática funda pistolera BlackHawk SERPA, prohibida por algunos instructores y escuelas por considerarla relacionada con diversos accidentes similares al de Tex Grebner). Pero también es importante no hacer nada para lo que no se
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