El adiestramiento en seco en el tiro táctico: eficaz y eficiente, aunque habitualmente olvidado.

Cartucho inerteQuizás sea ésta la metodología para el adiestramiento en el combate con armas de fuego (también válida en el tiro deportivo) más asequible, y no por ello resulta menos eficaz, sino todo lo contrario, aunque indudablemente es la más aburrida y creo que por ese motivo habitualmente cae en el olvido.

Si estoy en lo cierto, en el ámbito de la alta competición del tiro deportivo, en cualquiera de sus modalidades, los tiradores suelen adiestrarse en seco con relativa frecuencia y esta metodología recibe la importancia que merece por los buenos resultados que ofrece a bajo coste económico. Es más, creo que la aplicación de esta metodología en el tiro táctico tiene aquí su origen, precisamente en el tiro deportivo.

Hoy día cualquier maestro que se precie recomienda a sus alumnos hacer un uso extensivo del adiestramiento en seco, por diferentes motivos, entre los que destaca, además de alcanzar una competencia inconsciente en el manejo y uso de las armas de fuego, la permanente disponibilidad de esta metodología, que puede practicarse casi en cualquier parte y en cualquier momento sin tener que gastarse un sólo euro.

Cañón de entrenamiento de la marca BladeTech que permite realizar ejercicios de adiestramiento en seco sin pelibro de realizar un disparo negligente/accidental.En mi opinión el adiestramiento en seco es habitualmente olvidado en favor de otras prácticas más emocionantes y divertidas, como puede ser realizar continuamente recorridos de tiro con mucho movimiento, muchos blancos y muchos disparos. De esta forma se pierde de vista la necesaria progresión en el adiestramiento (andar, gatear y correr) y la atención se centra en correr, lo que no siempre es posible realizar con la frecuencia adecuada para garantizar que se mantiene cierto grado de competencia al respecto, porque lo que no es reciente se olvida y la falta de práctica reciente supone una merma en el rendimiento.

Pero ¿en qué consiste exactamente el adiestramiento en seco en el tiro táctico y cuáles son sus ventajas e inconvenientes?

Este tipo de adiestramiento consiste básicamente en practicar las Tácticas, Técnicas y Procedimientos (TTPs) propias del tiro táctico, junto con el equipo de servicio o de dotación (el que se utiliza realmente en la calle o en el campo), en un entorno perfectamente controlado, en ausencia total de munición real, de forma que no exista peligro alguno para nadie, ni tiradores ni terceros, respetando y extremando siempre las debidas precauciones de seguridad.

En esta metodología se suprime el ¡BANG! inherente a cualquier disparo con munición real, así como todos sus efectos (impacto de un proyectil sobre un blanco, retroceso y reelevación del arma, ciclo de disparo, …), lo que por una parte supone una gran desventaja, ya que no se reproducen con exactitud las verdaderas consecuencias y efectos de cada disparo. Sin embargo, las ventajas de esta metodología la convierten no sólo en útil sino en necesaria por la eficacia y eficiencia para el aprendizaje y la práctica de las TTPE (Tácticas, Técnicas, Procedimientos y Equipo).

El adiestramiento en seco resulta tremendamente eficaz para asimilar todas esas TTPs, que en esencia no requieren que se produzca realmente un disparo para poder practicarse. Mediante la reiterada repetición de movimientos, ejecutados de la forma más correcta posible, pausadamente y sin prisas de ningún tipo, se pueden asimilar fácilmente determinadas TTPs del tiro táctico, especialmente aquellas que se refieren a los principios básicos del tiro (posición/postura del tirador, empuñe del arma, puntería, control del disparador) y a, uno de los pilares fundamentales del combate con armas de fuego, las manipulaciones del arma (recarga táctica y recarga de emergencia, acción inmediata y acción correctiva para la resolución de interrupciones, …). El objetivo es lograr que todas esas TTPs se alojen en el subconsciente y que el tirador adquiera una auténtica competencia inconsciente, es decir, que sin perder ni una sola milésima de segundo pensando conscientemente en lo que va a hacer, el tirador sea capaz de ejecutar esas TTPs con total y absoluta competencia pero sin darse siquiera cuenta de ello, es decir, de forma inconsciente.

Alcanzar ese grado de competencia inconsciente no es tan sencillo, pero un buen y continuado adiestramiento en seco contribuirá a ello considerablemente. La importancia de esa competencia insconsciente radica en poder ejecutar cualquier TTP a pesar de la tensión o estrés de la situación, que influirá negativamente en la capacidad cognitiva y la capacidad para tomar decisiones del tirador, que tampoco dispone de tiempo para pensar en tal situación.

Por otra parte, el adiestramiento en seco destaca considerablemente por su eficiencia. Se trata de una metodología que siempre está disponible, en todo tiempo y lugar. Para realizar el adiestramiento en seco no es necesario disponer de un campo o galería de tiro en un momento previamente acordado, lo que constituiría un gran inconveniente, ya que la disponibilidad de tales instalaciones está sujeta a sus diferentes usuarios, entre los que se distribuye el uso de dichas instalaciones. Una persona normal no tiene la posibilidad de acudir al campo o galería de tiro con demasiada frecuencia, no sólo porque el uso compartido de las instalaciones implique que no siempre estén disponibles para ella, sino porque también implica desplazarse hasta allí, lo que exige tiempo, además del tiempo necesario para la sesión de adiestramiento. El tiempo suele ser un bien escaso y la necesaria conciliación de la vida personal, familiar y laboral no siempre permitirá disponer de un intervalo de tiempo lo suficientemente amplio como para desplazarse hasta una galería o campo de tiro en los que realizar una sesión de adiestramiento de una o dos horas.

Asimismo, se puede decir que el adiestramiento en seco es gratis y sólo requiere de buena voluntad para llevarlo a cabo, por lo que se puede realizar con tanta frecuencia como uno quiera. Esto mismo no ocurre con las sesiones de tiro con munición real, que pueden resultar realmente costosas, no sólo por el elevado precio de la munición sino también por los gastos de desplazamiento y materiales utilizados.

En virtud de lo anteriormente expuesto el adiestramiento en seco es considerado una metodología a todas luces necesaria para el tiro táctico, no de forma exclusiva sino como complemento fundamental de la práctica con munición real y de otras posibilidades como la práctica con Airsoft o Simunition. Incluso se podría establecer una recomendación, a título orientativo, por la que hayan de realizarse un mínimo de x sesiones de adiestramiento en seco con anterioridad a cada sesión de adiestramiento con munición real en el campo o galería de tiro. ¿Qué sentido tiene pretender aprender una determinada TTP en el campo o galería de tiro cuando podría haberla aprendido previamente durante mi adiestramiento en seco? En realidad el adiestramiento con munición real ha de suponer la puesta en práctica de lo ya aprendido durante el adiestramiento en seco. Por ejemplo, para aprender a realizar una recarga de emergencia y llegar a realizarla con relativa soltura lo único que necesito es practicarla en seco frecuentemente (a lo mejor con practicar 15 minutos 2 o 3 veces por semana es suficiente y en sólo un mes mi subconsciente ya aloja esa TTP). De este modo, sin haber realizado un sólo disparo, puedo llegar a adquirir una TTP que podré poner en práctica por primera vez con munición real en mi próxima sesión en la galería o campo de tiro para verificar que todo va bien.

La verdadera utilidad del adiestramiento en seco radica en la posibilidad de realizarlo frecuentemente. Al no estar sujeto a la disponibilidad de un campo o galería de tiro ni suponer un excesivo consumo de tiempo, cualquiera puede tomarse 15 o 20 minutos un par de veces a la semana para practicar en seco con su arma de fuego en su propia casa. Con esta sencilla rutina a lo largo de todo un año se acumularían un total de entre  26 y 35 horas de adiestramiento en seco en las que se habrían realizado múltiples repeticiones de diferentes TTPs. Eso sumado a las correspondientes sesiones de adiestramiento con munición real en el campo o galería de tiro constituye un adiestramiento mucho más completo que limitarse al adiestramiento esporádico con munición real. Más vale el adiestramiento en seco frecuente y continuado en el tiempo, repartido en sesiones cortas, que no únicamente el adiestramiento prolongado ocasional con munición real, el cual de ningún modo quedaría sustituido por el mero adiestramiento en seco, sino complementado.

En mi humilde opinión, el adiestramiento en tiro táctico no puede limitarse a realizar un curso formativo intensivo con muchos disparos sin volver a dedicar más tiempo a este menester a lo largo del año. Dudo que en sólo unos días puedan asimilarse correctamente multitud de TTPs. y no creo que la realización de un curso sea el momento para adquirir la destreza y soltura necesarias para la ejecución eficaz de diferentes TTPs., sino más bien el momento de aprender el cómo, cuándo y por qué de la mano de un buen profesor suficientemente hábil para explicar, corregir y supervisar al alumno, de modo que posteriormente el alumno pueda seguir practicando libremente a lo largo de todo el año y alcanzar entonces la destreza y soltura necesarias. Y ese practicar libremente a lo largo de todo el año será principalmente adiestramiento en seco, que es lo que siempre está disponible y no supone un elevado coste que no todos pueden permitirse.

Llegado el momento de realizar una sesión de adiestramiento en seco habrá que tener siempre presentes las ineludibles precauciones de seguridad (las 4 reglas de Jeff Cooper). Aunque inicialmente se puede practicar en cualquier parte quizás sea mejor buscar un lugar en el que poder estar tranquilos sin la presencia de otras personas. Además, aún tratándose de adiestramiento en seco, un arma de fuego será siempre considerada como si estuviera cargada, por lo que ésta no será dirigida en ningún momento hacia nadie y habrá que cerciorarse que la pared o dirección hacia la que se dirige el arma es segura, es decir, que en el hipotético caso de producirse un disparo el proyectil no podría ocasionar más que daños materiales. Por tanto, no sirve una pared tras la que puedan encontrarse personas y lo más recomendable es utilizar la pared de un sótano tras la que sólo exista tierra. Por supuesto, antes de iniciar una sesión de adiestramiento en seco habrá que retirar del alcance de la mano toda munición real, guardándola incluso bajo llave(en un cajón o en una caja fuerte) y lo suficientemente alejada (en otra habitación), y comprobando, no una ni dos sino n veces, que todas las armas de fuego y sus cargadores están completamente vacíos.  Asimismo se verificará que los cartuchos inertes que vayan a utilizarse son realmente inertes y no se han confundido con munición real; para evitar problemas utilizar sólo cartuchos inertes claramente diferenciados de la munición real por su característico color amarillo o naranja fosforito, y no cartuchos de munición real inutilizados que podrían confundirse fácilmente con los auténticos cartuchos de munición real.

Tanto si el adiestramiento en seco se realiza sólo como acompañado resulta muy útil e interesante grabarse en vídeo de forma que sea uno mismo el que analice posteriormente las imágenes para evaluar la propia ejecución de las diferentes TTPs practicados.

¡Ale! ¡a practicar en seco!

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