Situación táctica: sospechoso y rehén abatidos por la Policía. Los Ángeles, CA (EE.UU.). 16 de junio de 2018.

El vídeo que se hizo público en su momento, en el que se puede ver cómo los disparos de la Policía alcanzan a la rehén ─que el sospechoso tenía con el cuchillo en el cuello─, generaron polémica en EE.UU.. A la Policía de Los Ángeles le supuso una demanda civil por parte de la familia de la rehén, que falleció poco después. En la película S.W.A.T. Los hombres de Harrelson bromeaban sobre qué hacer en un caso así y comentaban que se dispara al rehén para quitarlo del medio y poder abatir al sospechoso.

Esto se resuelve más favorablemente con un disparo en la cabeza del sospechoso ─bien colocado justo en el hipotálamo─, lo que le incapacitaría inmediatamente y, por ende, salvaría al rehén. El problema es que eso requiere un alto grado de competencia con el arma de fuego, que se consigue con un entrenamiento adecuado, más allá de limitarse a disparar a corta distancia (distancia media de enfrentamiento) sobre blancos relativamente grandes. Al hacer uso del arma de fuego no sirven las excusas.


(Traducción de la reseña que acompaña al vídeo en YouTube)

Durante una rueda de prensa la mañana del martes 31 de julio de 2018, la Policía de Los Angeles (California, EE.UU.) ─LAPD─ hizo públicas las imágenes explícitas ─obtenidas el 16 de junio de 2018 en el barrio Van Nuys de la ciudad por la cámara corporal de varios policías─, en las que se les puede ver disparar contra un sospechoso armado con un cuchillo y su rehén, resultando ambos muertos.

Los hechos tuvieron lugar cuando policías de la División Van Nuys de la LAPD recibieron una llamada por radio sobre un hombre que había apuñalado con un cuchillo a su ex-novia, declaró Michel Moore, Jefe de la LAPD. Los policías que acudieron al lugar se enfrentaron a Guillermo Pérez en el exterior de una iglesia en la Avenida Tyrone. Pérez tenía en las  manos una silla plegable metálica y un cuchillo grande, dijo Moore. Los policías le dijeron a Pérez que tirara el cuchillo, pero hizo caso omiso de sus instrucciones. Entonces le dispararon munición de escopeta no letal tipo saquete [bean bag], explicó Moore.

«Se apartó de los policías y agarró a una transeúnte inocente que estaba allí de pie. Pérez empezó a cortarle con un cuchillo la garganta a la transeúnte inocente. En ese momento tres policías abrieron fuego sobre Pérez para detener tal acción e impedir que matara a la rehén», declaró Moore. Los policías realizaron 18 disparos que alcanzaron a Pérez y acabaron con su vida. La transeúnte inocente Elizabeth Tollison, de 49 años, fue alcanzada dos veces por los disparos de los policías y como consecuencia falleció posteriormente en un hospital, dijo Moore.

Moore comentó que queda mucho trabajo por hacer en la investigación antes de que pueda realizar ninguna recomendación sobre las acciones de los policías implicados. La investigación determinará si se siguieron los procedimientos adecuados. El Jefe de la LAPD declaró que habían pasado 13 años desde la última vez que los disparos de un policía supusieran la muerte de un transeúnte inocente o un rehén. Pero en poco más de un mes fueron dos las ocasiones ─la última vez durante el incidente del 21 de julio de 2018 en un supermercado Trader Joe en el barrio de Silver Lake, cuando el gerente resultó muerto por los disparos de la Policía durante un enfrentamiento entre la LAPD y un sospechoso atrincherado─.

«La vida del rehén es fundamental y proteger a esa persona de la amenaza del agresor, y al hacerlo la actuación equilibrada del policía, implica detener las acciones del sospechoso», explicó Moore. «Esta era una situación tensa que se desarrolló muy rápido. Se trata de la peor pesadilla de todo policía».

Pérez tenía un pasado muy violento. Había salido de prisión tras cumplir condena por robo. Había sido miembro de una banda y fue detenido por agresión con arma leal y violencia doméstica.

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