Todos, tanto particulares como comandantes de unidad, quieren fijar unos «estándares» de habilidad. Normalmente a la hora de evaluar los «estándares» en el tiro de combate nos gusta utilizar ejercicios de tiro para medir los niveles de rendimiento.
Durante las pasadas décadas, a lo largo de mis viajes para impartir algún curso aquí o allá, antes de empezar con un nuevo grupo, organización o unidad, suelo preguntarle al jefe u oficial al mando en qué nivel de habilidad se encuentra su gente. La respuesta casi siempre es la misma: «mis chavales son buenos». Recuerda, bueno es un término muy relativo. En algunas unidades eso puede significar que en realidad solo le dan al blanco de vez en cuando o, en muy raras ocasiones, que son tiradores realmente buenos.
Un gran número de instructores de mi época han desarrollado ejercicios de tiro para medir los niveles de competencia. Muchas veces he utilizado los ejercicios de tiro que diseñaron otros. Un buen ejemplo de ello es el famoso ejercicio de tiro con pistola «El Presidente». En la mayoría de los casos, después de un par de días de duro entrenamiento y prácticas en el campo/galería de tiro, casi todos los alumnos terminan el curso con mejor nivel de habilidad.
En resumen, que si yo he hecho bien mi trabajo ellos han abandonado el campo/galería de tiro en mejor situación de la que llegaron. El auténtico secreto para alcanzar unos estándares aceptables radica en la práctica. Lo que un instructor bueno de verdad hace es proporcionarte las herramientas adecuadas para practicar. Si no practicas, muy probablemente nunca llegues a ser realmente «bueno». Por cierto, esto se aplica a la mayoría de las cosas en la vida.
Si se fijan unos estándares lo suficientemente exigentes como para alcanzar auténticos niveles de habilidad que resulten de provecho, nuestros objetivos serán buenos. Lamentablemente, lo que tantas veces se suele observar son unos estándares muy bajos que cualquiera puede superar. La Policía representa un clásico ejemplo de ello, y la mayoría de los «estándares» militares de tiro de combate tampoco se quedan atrás. Basta echar un vistazo a los requisitos mínimos para obtener la licencia de armas para defensa que se tienen que superar en la mayoría de los estados de EE.UU. (si existen siquiera unos mínimos). Por lo tanto, todos entendemos que se tienen que fijar unos «estándares» realistas y después practicar hasta poder alcanzarlos.
Hace poco hubo un caballero que me informó de que había superado mi ejercicio de tiro «Wizard Drill» con muy buena nota y que a su juicio no era ni mucho menos difícil. Después de una pequeña charla sobre sus sensacionales habilidades de tiro, admitió al mismo tiempo que tuvo que intentarlo varias veces hasta superar el ejercicio. ¡Qué cojones! Así que le indiqué que el único que cuenta es el primer intento (que se dispara en FRÍO); sencillamente los intentos ya en caliente no importan. Antes de un enfrentamiento no te van a dar la oportunidad de practicar el desenfunde, tomar una ligera imagen de los elementos de puntería, comprobar la recámara del arma [press check], o cualquier otra gilipollez de las que hace el personal en el campo/galería de tiro. Si no eres capaz de hacerlo a la primera, lo mejor es que practiques más.
Existe otro factor tan importante como los estándares, y casi todos los mejores tiradores te pueden decir cuál será su puntuación o clasificación en una determinada competición en la que se evalúen los estándares, que incluso el más modesto de los tenientes te puede decir, y es que después de los estándares vienen las «condiciones». Se trata de un aspecto que suele ser totalmente ignorado en el ámbito de la formación. A nadie le gusta ir al campo de tiro con mal tiempo. Hace ya mucho tiempo que aprendí que los cursos en los meses de invierno sencillamente no funcionan. La gente quiere disfrutar de un bonito día cálido y agradable bajo los rayos de sol en condiciones secas. Pídeles que aparezcan en el campo de tiro un día frío, húmedo o de mal tiempo y tendrás un problema. Intenta trabajar con solo un par de horas de sueño en dos días y luego prueba a ver lo bien que lo haces según tus «estándares».
Yo vivo en una parte del mundo donde el Invierno no es apto para los débiles de corazón o aquellos a los que les gusta pasarse todo el año en chanclas. Cuando te abrigas para el frío, llevas guantes y la temperatura se acerca al cero, cualquier estándar de tiro de combate que tengas va a sufrir muchísimo. En la mayoría de los casos los niveles de habilidad disminuyen como mínimo un veinticinco por ciento. Si cuando hace buen tiempo normalmente vas justito con los estándares, cuando apriete el frío lo harás de pena. La mayoría de la gente no practica ni va al campo de tiro hasta que llega la Primavera o el Verano. Si vives en una parte del mundo en la que el tiempo es un factor a tener en cuenta, o si tienes que trabajar en condiciones de poca luz, los únicos «estándares» que de verdad importan son aquellos que reflejen las «condiciones» en las que realmente vas a tener que trabajar.
Si a lo que te dedicas es a jugar con armas de fuego, entonces puedes presumir todo lo que quieras sobre lo buenos que son tus «estándares». Si tienes que trabajar o desenvolverte en un entorno que supone unas «condiciones» que normalmente quedan lejos de lo que te gustaría para obtener los mejores resultados, puede que te convenga poner a prueba tus estándares en «condiciones» no muy próximas a lo ideal.
Cuídate y estate alerta.
Ken Hackathorn
Ken Hackathorn ha trabajado como Instructor de Tiro en las Fuerzas Especiales del Ejército de Tierra estadounidense y en el Gunsite y en la NRA. Actualmente es Instructor de Tiro certificado por el FBI, Policía Local en el condado de Washington (Ohio, EE.UU.), así como miembro e instructor del Equipo de Respuesta Especial [Special Response Team (SRT)]. Ken ha formado a miembros de Fuerzas de Operaciones Especiales de las FAS estadounidenses, de Equipos de Seguridad Antiterroristas de la Flota [Fleet Antiterrorism Security Team (FAST)] y del Grupo de Formación de Operaciones Especiales [Special Operations Training Group (SOTG)] del Cuerpo de Infatería de Marina estadounidense, así como del SWAT y del Equipo de Rescate de Rehenes [Hostage Rescue Team (HRT)] del FBI. Además Ken ha impartido formación en diferentes cuerpos de policía locales, estatales y federales, estando en activo como instructor de tiro durante los últimos 25 años. Por otra parte, ha escrito artículos relacionados con armas de fuego para revistas tales como Guns&Ammo, Combat Handguns, Soldier of Fortune, y últimamente American Handgunner y ha contribuido con al menos otros seis medios. Ken también fue miembro fundador de IPSC y IDPA.
El Momento del Combatiente con Armas de Fuego era una breve reseña semanal que publicaba SoldierSystems en la que un maestro del sector dejaba unas palabras sabiduría para tu consideración. Eric Graves, editor de SoldierSystems, nos autorizó a publicar la traducción al español de estas reseñas. Esta reseña se publicó por primera vez el 27 de febrero de 2017.
Excelente página
Como siempre, un hombre sensato. Al menos en el artículo.