Inoculación del estrés en el entrenamiento ¿se está haciendo mal el entrenamiento bajo estrés? Dr. Bill Lewinski. Force Science Institute.

Estrés por frustraciónDe vez en cuando lees o escuchas alguna cuestión que te hace reflexionar. Sobre todo te genera muchas dudas y preguntas, que no siempre tienen respuesta, porque sobre determinados aspectos del combate con armas de fuego hay ciertos mitos y leyendas, que a veces logran alterar la auténtica realidad. Sin lugar a dudas, el estrés es la estrella de muchos debates y cada día aparecen más expertos y científicos en este campo con sus ideas, teorías, estudios, conclusiones. Que si no se puede apuntar en un enfrentamiento armado, que si las habilidades motoras finas se pierden, que si la visión de túnel, o el tema de este artículo, que si la inoculación del estrés, incluso con métodos tan rocambolescos como las descargas eléctricas de castigo.

Es bueno que en el mundo haya tantos ─cada día más─ expertos y científicos de lo táctico, en España también. Sin embargo, información en español hay poca, lo que invita a buscar, por ejemplo, en inglés. Herramientas como el buscador Google ─especialmente en su versión académica Scholar Google─, resultan de gran ayuda. Haz la prueba alguna vez y a ver qué logras encontrar.

Como decía anteriormente, el tema de este artículo es la inoculación del estrés. Los expertos y científicos de lo táctico agudizan el ingenio cada día más para lograr esa inoculación del estrés que permitirá a los profesionales armados afrontar con mayores garantías de éxito un enfrentamiento armado en la vida real. Esa es la idea, al menos teóricamente. El problema viene cuando se agudiza demasiado el ingenio y se llegan a utilizar métodos quizás un tanto rocambolescos, incluso un tanto violentos, sin que se puedan acreditar que realmente aporten beneficios. No es cuestión de si los métodos son rocambolescos o violentos, es cuestión de si tales métodos aportan algo positivo, no aportan nada y son neutros, o en realidad lo que aportan no es nada bueno y son algo negativo. Cabe preguntarse si existe alguna línea que separe la inoculación del estrés de la inoculación del miedo.

Aquello de «la letra con sangre entra» parece quedar atrás para dar paso a otros métodos supuestamente más eficaces y eficientes. De un tiempo a esta parte se aboga más por el reforzamiento positivo (premios) que por el negativo (castigos). Puede que las personas ─al menos las normales─, e incluso los animales (perros), respondan mejor ─en términos de aprendizaje/entrenamiento─ a las buenas maneras que no a las ostias.

Cuando el maestro ─hipotéticamente─ te soltaba una ostia por no saber la respuesta, no sabemos muy bien si te inoculaba estrés, miedo, odio, o vete tú a saber. El caso es que funcionar funcionaba, ¡qué remedio!

En fin, aquí tienes la traducción de un artículo del número 64 del boletín Noticias Ciencia de la Fuerza [Force Science News], con fecha 26 de enero de 2007, que publica bimensualmente el Instituto Ciencia de la Fuerza [Force Science Institute Ltd.], en el que el Dr. Bill Lewinski, da respuesta a una pregunta sobre este tema planteada por un policía.


¿SE ESTÁ HACIENDO MAL EL ENTRENAMIENTO BAJO ESTRÉS?

En el boletín número 61, del 15 de diciembre de 2006, se hace referencia al entrenamiento a través de la simulación para lograr la «inoculación del estrés» en los policías. En mi opinión, muchos instructores no saben cómo se implementa la inoculación del estrés en el entrenamiento, así que sencillamente «estresan al personal».

Una filosofía de enseñanza aboga por permitir al ejecutante «ganar» en los escenarios. Otra dice que se permita que los «maten», etc. La filosofía que se utiliza en una academia u otra depende considerablemente de quién sea el que se encargue del tema en dicha academia.

Necesitamos que los expertos nos digan, paso a paso, cómo implementar la inoculación del estrés en el entrenamiento que sea mejor para el alumno/policía. ¿Qué nos dice la ciencia sobre cómo aprendemos mejor? Cuando encontremos la respuesta a esa pregunta, necesitamos enseñar esa metodología de inoculación del estrés a nuestros instructores.

En mi opinión, nos estamos metiendo en un área de la formación policial que puede tener un impacto muy malo sobre los policías, en su capacidad para intervenir o no intervenir bien, porque hemos dejado en ellos cicatrices de miedo, derrota y vacilación debidas a nuestros métodos de entrenamiento (hablo en general, no me refiero a ningún cuerpo o academia de policía en concreto).

Esto se parece a la pobre metodología de entrenamiento de los años 70 cuando nos dedicábamos a contar cada cartucho, disparábamos una única vez al blanco y nos creíamos que ya estaba muerto. Entonces se encontraron policías fallecidos en enfrentamientos armados con sus cartuchos bien contaditos que morían a manos de delincuentes con heridas no fatales porque en su entrenamiento aprendieron que una sola bala «mata» a un individuo. Los dichosos delincuentes nunca recibieron este entrenamiento así que cuando recibían un disparo continuaban peleando. Tenemos que entender el valor de la inoculación del estrés en el entrenamiento pero HEMOS de conocer la metodología adecuada para implementarlo.

Mark Zbojniewicz, Deputy Probation Oficer II

Training Specialist, AZ POST Board Chairman, Defensive Tactics Subject Matter Expert Committee

El Dr. BILL LEWINSKI, Director del Force Science Institute, en la Universidad del Estado de Minnesota-Mankato, RESPONDE:

Tienes toda la razón. La mera exposición al estrés, llevando a un alumno hasta el extremo sin un resultado positivo, no constituye la inoculación adecuada del estrés. El fallo no resulta necesariamente provechoso.

Los efectos de la inoculación del estrés empiezan a producirse principalmente cuando se actúa SATISFACTORIAMENTE con un nivel de estrés más alto de lo normal. Desafortunadamente algunos instructores se centran en el alto nivel de estrés y olvidan lo de actuar satisfactoriamente.

No se trata de amañar el resultado del entrenamiento de los futuros policías y los policías en servicio activo para que siempre sea satisfactorio, sino que la confianza y la competencia, los dos elementos necesarios para una buena actuación bajo estrés, no se adquieren mediante ejercicios bajo estrés que normalmente acaban en fallo. En cuanto a una metodología de entrenamiento precisa que proporcione los mejores resultados en la preparación para un enfrentamiento en el que se juega uno la vida, esa constituye una de las cuestiones que el Force Science Institute pretende aclarar mejor a través de una serie de experimentos de investigación actualmente en marcha y previstos a largo plazo.

La Dra. ALEXIS ARTWOHL, miembro del comité asesor nacional del Force Science Institute, y que dispone de una amplia experiencia en el campo de la psicología policial, AÑADE:

No creo que «matar» a los alumnos durante el entrenamiento sea necesario o siquiera aconsejable. Sin lugar a dudas queremos remarcar los errores que podrían llevarles a recibir un disparo, una puñalada, etc., y darles la oportunidad de mejorar su actuación. Pero decirles que están «muertos» o, dicho de otro modo, hacerles «practicar» cómo los matan, ni siquiera resulta necesariamente preciso, a juzgar por un estudio del FBI que expone que «es imposible predecir cómo reaccionará un ser humano ante un disparo».

Una persona puede recibir un disparo en el centro de masas, e incluso en la cabeza, y no sólo continuar respondiendo sino además sobrevivir a las heridas. Incluso si alguien resulta herido mortalmente puede no detenerse en su empeño inmediatamente; de hecho, normalmente puede continuar respondiendo durante muchos segundos.

Así que si un instructor cree que cualquier disparo resulta «mortal» o que, incluso si fuera mortal de necesidad, realmente va a impedir que su alumno continúe respondiendo durante un buen rato, sencillamente no es consciente de su ignorancia.

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