La aleta del seguro
De vez en cuando me encuentro con cierta oposición o escepticismo durante los cursos cuando hago que los alumnos utilicen la aleta del seguro del fusil mientras cambian de cargador a corta distancia, digamos 7-10 metros. Así que les planteo la siguiente situación: tú y yo estamos combatiendo hombro a hombro desde detrás de una cubierta o parapeto. El enfrentamiento es a media distancia. La cubierta de la que disponemos es pequeña. Estamos muy pegados. Me encuentro a centímetros de ti mientras realizo un cambio de cargador, o mientras me muevo a tu alrededor buscando una mejor posición. Puede que a veces mi boca de fuego se dirija hacia tu proa. ¿Quieres que utilice la aleta del seguro del fusil? Creo que tu respuesta será «si».
Si combatimos juntos, pegados el uno al otro, no sólo quiero que utilices la aleta del seguro cuando trabajes a mi lado, sino que confío en que tu manipulación de la aleta del seguro resulte espontánea.
La oposición viene de aquellos demasiado vagos como para realizar la cantidad adecuada de repeticiones significativas, hasta que la manipulación de la aleta del seguro llega a ser una acción intuitiva, o hasta que pueden hacerlo en un nivel subconsciente.
Si no puedes pensar en «poner el seguro» a siete metros, ¿qué te hace creer que puedes pensar en hacerlo instintivamente cuando estemos juntos, pegado el uno al otro?
Pat McNamara
Suboficial Mayor retirado del Ejército de Tierra estadounidense
TMACS Inc.
Discover Performance.
Si es que la aleta del seguro está para utilizarla. Así como las pistolas actuales no siempre cuentan con una aleta del seguro (que si la tienen, también es para usarla), en el caso del fusil resulta imprescindible por seguridad. Pero hay que utilizarla continuamente. No resulta difícil, pero requiere práctica. Lamentablemente no siempre se practica la manipulación de la aleta del seguro, sencillamente porque resulta algo aburrido y monótono ─nada que ver con la diversión de disparar cada vez más rápido─.
Patrick McNamara estuvo 22 años en diferentes unidades de operaciones especiales del Ejército de Tierra estadounidense. Cuando trabajada en la principal unidad con misiones especiales se convirtió en un tirador impecable disparando con precisión, efectos letales y eficacia táctica. McNamara ha enseñado diferentes aplicaciones tácticas del tiro a personas de todos los niveles, desde soldados y policías de todo tipo hasta civiles con poca o ninguna experiencia con armas de fuego.
Su experiencia militar rápidamente le enseñó que hay más de táctico en el tiro que simplemente presionar el disparador. Valiéndose de sus años de experiencia McNamara desarrolló una metodología de entrenamiento que es segura, eficaz y relevante para el combate que estimula un continuo proceso mental. Esta metodología enseña cómo mantener la seguridad en todo momento y seleccionar los blancos, obligando al tirador a asumir responsabilidades; asimismo proporciona recorridos de tiro que abordan diferentes categorías, entre las que se incluye individual, colectiva, en línea y estándares.
Cuando era el suboficial de tiro de su unidad creó su propio club de tiro con afiliaciones en la NRA, el CMP y la USPSA. Mac participaba mensualmente en competiciones de recorridos de tiro de la IPSC y semestralmente en campeonatos militares de tiro para promover los principios básicos del tiro y la competitividad por todo el Ejército de Tierra estadounidense.
Se retiró en la principal unidad de rescate de rehenes del Ejército de Tierra estadounidense como suboficial mayor y es el autor del libro T.A.P.S. (Tactical Application of Practical Shooting) [Aplicación Táctica del Tiro Práctico].
El Momento del Combatiente con Armas de Fuego consiste en una breve reseña semanal para SoldierSystems. Cada semana un maestro te dedica unas palabras de sabiduría para tu consideración. En EBdT2 hemos sido autorizados para reproducir una traducción al español de esta serie de reseñas.
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Ya, es una temeridad pretender que alguien utilice un fusil tocándolo un par de veces al año.
Para eso hay que tener un fusil adjudicado y conocerlo bien. Es complicado hacerlo practicando una o dos veces al año.