«Me gustaría repasar y explicar el hecho por el que los mejores artistas profesionales, independientemente de la técnica, practican mecánica. Lo practican incansablemente y cuando es preciso a cámara lenta. Se concentran en los principios básicos incluso cuando éstos resultan rutinarios. Entienden que han de tener la habilidad para fallar rápidamente, lo que quiere decir que no pueden obcecarse en un error. No pueden invertir ninguna cantidad de tiempo extra en fallar. Tienen que volver a meter la cabeza en el partido.
Hace poco un alumno en uno de mis cursos me preguntaba cuál creía yo que era el mayor problema que me encontraba al formar policías. Da qué pensar, ya que los policías en mis cursos normalmente son avispados, tienen una buena base y manejan las armas con total seguridad. La respuesta que le di, porque se trata de un tema recurrente, fue mecánica del manejo del arma bajo presión.
Tengo varios ejercicios de tiro de ollas a presión que ejecuto en mis cursos. Resulta habitual observar cómo los tiradores actúan torpemente con la manipulación del seguro, los cambios de cargador, la resolución de interrupciones, las recargas, al adoptar una posición en torno a una cubierta/parapeto, …, y también es normal que el tirador no comprenda el estado de su arma.
La repetición no es suficiente para garantizar que estas técnicas mecánicas se ejecutan intuitivamente o con perspicacia. Se debe añadir presión al escenario de adiestramiento. Esto no es negociable. La capacidad para compartimentar la presión de un combate con armas de fuego y trabajar la mecánica intuitivamente proviene de trabajar la mecánica correctamente y bajo presión.
El número de repeticiones varía entre un ser humano y otro. Algunos dicen 3.000-5.000 repeticiones. Otros dicen 300-500 y hay otros que dicen que 33 repeticiones significativas es todo lo que hace falta para grabar una nueva técnica en nuestros discos duros. No sé cúal es el número más preciso de repeticiones.
Mecánica y principios básicos han de ejecutarse con perspicacia. Ejecutar acción inmediata o cambio de cargador, manipulación del seguro, conciencia de la boca de fuego, adoptar una posición/postura de tiro, obtener una imagen de los elementos de puntería, controlar la respiración, control del disparador, …, todo ello ha de ejecutarse en un nivel subconsciente. Pronosticar, predecir, planear ha de ejecutarse conscientemente».
Pat McNamara
Suboficial Mayor retirado del Ejército de Tierra estadounidense
TMACS Inc.
Discover Performance.
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¿Y tú qué opinas? ¿al hablar de presión se refiere a cansancio físico? ¿es eso suficiente? ¿cómo nos preparamos para el combate si estamos en un campo/galería de tiro?
No se puede correr sin andar y gatear primero. Asimismo, el adiestramiento en seco resulta fundamental para asentar en el subconsciente las manipulaciones del arma. Sería de gran ayuda además contar con simuladores que permitan acercarse a la realidad todo lo que un entorno controlado permite.
¡Y mucho cuidado con Dunner-Kruger que anda suelto!
Patrick McNamara estuvo 22 años en diferentes unidades de operaciones especiales del Ejército de Tierra estadounidense. Cuando trabajada en la principal unidad con misiones especiales se convirtió en un tirador impecable disparando con precisión, efectos letales y eficacia táctica. McNamara ha enseñado diferentes aplicaciones tácticas del tiro a personas de todos los niveles, desde soldados y policías de todo tipo hasta civiles con poca o ninguna experiencia con armas de fuego.
Su experiencia militar rápidamente le enseñó que hay más de táctico en el tiro que simplemente presionar el disparador. Valiéndose de sus años de experiencia McNamara desarrolló una metodología de adiestramiento que es segura, eficaz y relevante para el combate que estimula un continuo proceso mental. Esta metodología enseña cómo mantener la seguridad en todo momento y seleccionar los blancos, obligando al tirador a asumir responsabilidades; asimismo proporciona recorridos de tiro que abordan diferentes categorías, entre las que se incluye individual, colectiva, en línea y estándares.
Cuando era el suboficial de tiro de su unidad creó su propio club de tiro con afiliaciones en la NRA, el CMP y la USPSA. Mac participaba mensualmente en competiciones de recorridos de tiro de la IPSC y semestralmente en campeonatos militares de tiro para promover los principios básicos del tiro y la competitividad por todo el Ejército de Tierra estadounidense.
Se retiró en la principal unidad de rescate de rehenes del Ejército de Tierra estadounidense como suboficial mayor y es el autor del libro T.A.P.S. (Tactical Application of Practical Shooting) [Aplicación Táctica del Tiro Práctico].
El Momento del Combatiente con Armas de Fuego consiste en una breve reseña semanal para SoldierSystems. Cada semana un maestro que a cambio te dedica unas palabras de sabiduría para tu consideración. En EBdT2 hemos sido autorizados para reproducir una traducción al español de esta serie de reseñas.
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Jajaja. Por un momento lo has convertido en alguien de apellido un tanto lascivo.
Pues creo que estás en lo cierto. Me da la impresión que realmente el objetivo de tanto repetir es que las TTPs se ejecuten de forma subconsciente mientras el consciente se dedica a tomar decisiones sobre la marcha.
La verdad es que me gusta lo que dice el McNamara este.
En mi pobre entender, nos indica en primer lugar que debemos tener una buena “base” para seguir progresando eficaz y adecuadamente. Sin esa base bien aprendida, repetida y recordada cíclicamente; en que nos encontremos situaciones que nos desvíen de nuestro objetivo (combatir eficazmente) o nos superen a nivel técnico, físico y/o moral, supongo que aparecerán las carencias de entrenamiento que poseamos y, con ellas los errores, fallos, pérdida de atención, manipulaciones inadecuadas del arma y/o material, etc, etc. Esto lo digo desde la propia experiencia
Creo que al hablar de “presión” se refiere a entrenar en situaciones en las que se simule, lo más aproximadamente y en seguridad, una posible situación y/o situaciones a las que nos podemos enfrentar. Si a ello le añadimos una buena dosis de cansancio físico, psíquico o condiciones ambientales exigentes, basadas en la realidad, lograremos unos resultados buenos y aceptables.
En un campo/galería de tiro podemos simular situaciones que nos ayuden a ser mejores combatientes, utilizar blancos diferentes (tipo, forma, efecto), realizar progresiones/desplazamientos, practicar posiciones de tiro diversas y todo aquello que nos permitan las normas establecidas, siendo este uno de los mayores escollos para entrenar que he encontrado siempre. Hace tiempo, una persona a la que puedo considerar “maestro” en el combate con armas de fuego, me enseño un truco que utilizaba para simular el accidente y/o impacto provocado del vehículo en donde se desplazaban en un campo de tiro, sin tener que destrozar ningún vehículo.
Si bien muchas veces el entrenamiento que hagamos en estas instalaciones no será muy bien visto por cierto personal, pensando que estamos haciendo “alguna película” y no comprendiendo que lo que queremos es prepararnos mejor.
Respecto a los simuladores, los considero una herramienta más en el conjunto de adiestramiento, pero dependiendo de su calidad serán más eficaces o no, siendo uno de los mayores hándicaps que actualmente podemos tener, su elevado precio.
Con Dunner-Kruger sí que tenemos que tener cuidado, ya que todo lo que invirtamos en entrenar si no es realista, eficaz y serio corremos el riesgo de que lo aprendido o más bien mal aprendido no nos sirva en un momento de riesgo.
Bueno, espero que mis aportaciones no sean muy pesadas y gracias por proporcionarnos tan cantidad de información.
UN SALUDO
Pido disculpas y rectifico. Sr. McNamara quería decir. Saludos.
Creo que si esto fuese un «comentario de texto», la tesis de este buenisimo artículo sería: «TODO ELLO HA DE EJECUTARSE EN UN NIVEL SUBCONSCIENTE». Claro y conciso el Sr. McManara. Sigo aprendiendo. Gracias Jorge.