
Habrá fusiles grandes y pesados, pero desde luego este fusil contracarro finlandés se lleva la palma, con sus más de 2 metros de largo y 50 kilos de peso. ¡Madre mía! Seguramente que te asignaran semejante bicho era una auténtica tortura, porque cargar con eso en el campo de batalla tiene pinta de no ser nada fácil. Aunque su munición resultaba relativamente eficaz contra los blindajes de los carros de combate de la época, algo que puede resultar de gran utilidad.












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