En los análisis preliminares de dos estudios realizados por el Force Science Institute (FSI) surgieron algunos resultados sorprendentes.
Un estudio se refiere a la velocidad con la que un sospechoso puede levantarse desde una posición de tendido boca abajo hasta una posición de huida o enfrentamiento. Los resultados indican que el tiempo invertido en ello es mucho más corto de lo que se pueda pensar, a pesar de los ajustes de la posición que normalmente los policías creen que impedirá un movimiento repentino peligroso del sospechoso.
El otro estudio analiza el impacto del esfuerzo físico y el estrés sobre el rendimiento en el tiro. Aquí la sorpresa radica en si el esfuerzo físico de perseguir y forcejear con un sospechoso que se resiste influye en la toma de decisiones respecto al uso de la fuerza letal.
Antes ya de procesarse los datos de la investigación, ya surgieron resultados que pueden repercutir en un mejor entrenamiento.
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