«El año pasado uno de mis alumnos me preguntó durante un curso quién certificaba mis tácticas, técnicas y procedimientos.
Sonreí y le respondí que las certificaban los miembros de Al-Qaeda muertos, y muchos otros que se estarán pudriendo en Gitmo [campo de detención de la Bahía de Guantánamo] durante el resto de sus vidas.
El alumno simplemente me devolvió la sonrisa y se ofreció a invitarme a una cerveza después del curso».
Instructor Anónimo
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