Collateral es una película estadounidense de 2004, dirigida por Michael Mann, con guion de Stuart Beattie, protagonizada por Tom Cruise y Jamie Foxx. En la película, Max Durocher (Jamie Foxx) es un taxista. Un día, un hombre de negocios llamado Vincent (Tom Cruise) se sube en el taxi de Max y le paga $600 por llevarle a cinco direcciones y esperarle en cada una de ellas. No te vamos a desvelar toda la película, por si no la has visto todavía ─ya estás tardando─. En la segunda parada del recorrido, Vincent deja a Max atado al volante del taxi en un callejón, mientras se va a hacer un trabajito fino ─nada sexual─. Max les pide ayuda a un par de tipos que pasaban por allí, que no tienen otra cosa mejor que hacer más que robarle el dinero e intentar llevarse el maletín de Vincent. Pero, Vincent se los encuentra cuando ya se iban y tiene algo más que palabras con estos dos tipos, que no acaban precisamente indemnes. Aquí es donde viene esa famosísima escena que podría ser ficción o realidad ─nos referimos a si podría suceder tal que así en la vida real, como ahora veremos─.
Situación Táctica
Situación táctica: respuesta inmediata de un vigilante de seguridad ante un enfrentamiento armado por sorpresa. Por Tom Givens.
Muchas veces me comentan que las personas «no pueden» hacer ciertas cosas bajo el estrés de una amenaza armada en la vida real. Normalmente, las personas que me lo comentan, lo utilizan como excusa para no entrenar.
Aquí tienes un vídeo sobre un enfrentamiento armado por sorpresa, en el que dos ladrones armados inician un atraco a mano armada contra un único vigilante de seguridad armado. Tres cámaras de videovigilancia diferentes graban la secuencia, por lo que podemos hacernos una idea bastante buena de lo que sucedió. Por favor, visualízalo un par de veces y después lee mis comentarios más abajo.
Las imágenes reales de la Operación Red Wings. Único Superviviente [Lone Survivor].
La Operación Alas Rojas [Red Wings], el 28 de junio de 2005, pasó a la historia por el fatídico desenlace que supuso el fallecimiento de 3 de sus 4 integrantes, convirtiéndose Marcus Luttrell en «el único superviviente» [Lone Survivor].
Primero conocimos la historia de boca del único superviviente, Marcus Luttrell, y pudimos leerla en el libro «Lone Survivor. The Incredible True Story of Navy SEALs under Siege. Marcus Luttrell with Patrick Robinson» (no disponible en español, al menos todavía). Después llegó la película El Único Superviviente, que pudimos ver en los cines el 1 de enero de 2014.
Situación táctica: dos policías muertos y dos heridos por el ataque de un hombre con un cuchillo. Juigalpa, Nicaragua. 15 de febrero de 2006.
Habrá quien ponga en duda la grave amenaza que plantea un individuo armado con un cuchillo, y que considere que hacerle frente con un arma de fuego resulta desproporcionado. Sin embargo, un cuchillo resulta potencialmente más lesivo que una pistola. No parece que merezca la pena enfrentarse a un cuchillo con nada que implique que para utilizarlo haya que acortar la distancia y, por tanto, ponerse al alcance del agresor.
¡Ponte el casco! Y que sea blindado, que te puede salvar la vida. La chichonera para los golpes.
Hace algún tiempo, en otro artículo, se planteaba lo absurdo y peligroso que puede resultar utilizar una chichonera ─de las utilizadas para patinar u otras actividades─ y no un casco blindado, para ciertas actividades, cuando lo recomendable es algo más que la mera protección frente a golpes en la cabeza.
Mike Day, 27 impactos en el cuerpo, se va por su propio pie y sobrevive. ¡Vive otro día, Mike!, le dijo Dios.
El brigada de los SEAL de la Armada estadounidense Mike Day narra la desgarradora historia sobre cómo sobrevivió en la inestable provincia Anbar, en Irak, tras recibir 27 impactos de bala.
¿Qué haces si recibes fuego enemigo?
Combate en Al Tarmiyah: lecciones aprendidas por las malas. Por Paul Gardner.
El artículo que os presentamos en esta ocasión se sale de lo habitual. Está basado en hechos reales y su autor es el propio protagonista de los mismos: Paul Gardner. Paul es un infante de marina estadounidense, veterano de la Guerra de Irak de 2003, que pasó al retiro ese mismo año por pérdida de aptitud psicofísica tras las lesiones sufridas al recibir un disparo en combate. Lejos de quedarse postrado en una silla de ruedas por culpa de su paraplejia, Paul no ha dejado de adiestrarse en el combate con armas de fuego, y desde su silla de ruedas ha realizado infinidad de cursos con los mejores y más prestigiosos maestros de este arte marcial. Aunque nunca le he conocido personalmente, llevo varios años en contacto con él desde la distancia a través de Internet (foros, Facebook, email) y le sigo con atención, porque atesora una gran experiencia, bagaje y conocimientos. Además lo considero un amigo, un buen amigo, un hermano infante de marina, una persona digna de todo el respeto y admiración, no sólo por su servicio y sacrificio sino por su espíritu y voluntad de superación al no haber dejado de adiestrarse para combatir. Sirva esta traducción como homenaje para este guerrero herido.
Situación táctica: un policía fuera de servicio dispara mortalmente a un adolescente durante un atraco. Chicago, EE.UU. 10 de febrero de 2014.
No solo es cuestión de entrenamiento, sino también de mentalidad. Cualquiera no es capaz de enfrentarse a una situación como la siguiente. Un lunes, 10 de febrero de 2014, un policía estadounidense fuera de servicio, no solo salió airoso de un atraco a mano armada en una gasolinera de Chicago (EE.UU.), sino que abatió ─mortalmente─ a su atracador «de un solo disparo». Ni amígdala, ni sistema límbico, ni visión de túnel, ni pollas en vinagre, sencillamente «mente fría», se podría decir, ¿no? Puede que también sea cuestión de entrenamiento sin excusas, del bueno, aunque no es algo que se pueda adivinar viendo el vídeo. Hizo lo que tenía que hacer para salvar su vida.
Ya sabes, «si entrenas una mierda, te saldrá un mierda», por muchas excusas neurocientíficas que tengas.
¡Lleva contigo tu maldita pistola! Por Tom Givens.
En el siguiente artículo, Tom Givens argumenta el por qué es necesario llevar siempre encima la pistola arma ─si la Ley del lugar lo permite─. Para ello analiza los datos sobre incidentes en los que se han visto envueltos algunos de sus alumnos, de los que casi todos han salido victoriosos. Aunque las cifras por sí mismas no demuestran nada, parece bastante razonable la conclusión de Tom. No se puede concluir que la formación de sus alumnos sea lo único que haya tenido cierta influencia en el éxito de cada incidente y el factor suerte no deja de ser algo a tener en cuenta. De lo que parece que no hay duda es que sin un arma de fuego no se puede hacer frente a un enfrentamiento con armas de fuego. Asimismo, entre otras cuestiones, la victoria también puede estar condicionada por la formación y entrenamiento de un adversario frente a los del otro, de tal modo que el vencedor no tiene por qué contar con una gran formación y entrenamiento, sino que solo necesita que sean superiores a la de su adversario.
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