
Paul Gardner en junio de 2014.
El artículo que os presentamos en esta ocasión se sale de lo habitual. Está basado en hechos reales y su autor es el propio protagonista de los mismos: Paul Gardner. Paul es un infante de marina estadounidense, veterano de la Guerra de Irak de 2003, que pasó al retiro ese mismo año por pérdida de aptitud psicofísica tras las lesiones sufridas al recibir un disparo en combate. Lejos de quedarse postrado en una silla de ruedas por culpa de su paraplejia, Paul no ha dejado de adiestrarse en el combate con armas de fuego, y desde su silla de ruedas ha realizado infinidad de cursos con los mejores y más prestigiosos maestros de este arte marcial. Aunque nunca le he conocido personalmente, llevo varios años en contacto con él desde la distancia a través de Internet (foros, Facebook, email) y le sigo con atención, porque atesora una gran experiencia, bagaje y conocimientos. Además lo considero un amigo, un buen amigo, un hermano infante de marina, una persona digna de todo el respeto y admiración, no sólo por su servicio y sacrificio sino por su espíritu y voluntad de superación al no haber dejado de adiestrarse para combatir. Sirva esta traducción como homenaje para este guerrero herido.





No es difícil escuchar el argumento «eso no lo puedes hacer en un enfrentamiento armado porque el estrés imposibilita las habilidades motoras finas». ¡Que le pregunten a un piloto de caza en un combate aéreo! ¿ostia segura porque tiene anuladas las habilidades motoras finas por culpa del estrés? Aquí es donde entra el argumento «ese estrés no es el mismo que en un enfrentamiento armado sorpresivo».


En cualquier caso bien merece la pena que no te quedes sin tu cinturón, así que si la suerte no te lo concede date prisa y haz tu pedido. ¡No te arrepentirás! Pocos cinturones se han visto con semejante calidad y de fabricación íntegramente artesana 100 % en España.

A principios de noviembre de 2013, la popular marca de todo tipo de guantes de trabajo (trabajo táctico incluido)

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