Una forma de aprender muy habitual es la «imitación». Si eres capaz de imitar a la perfección a quien hace algo perfectamente, puedes llegar a hacerlo de forma similar. Ni mucho menos es la mejor forma de aprender, pero puede servirte de orientación. Así que si se trata de aprender cuál es la mejor postura para disparar con pistola, merece la pena fijarse en algunos de los más grandes tiradores de todos los tiempos ─no te vayas a fijar en vendehúmos de pacotilla─. En el siguiente artículo, Dave Anderson explica la influencia de la postura a la hora de disparar mejor.
Disparar mejor: cuánto influye la postura.
Por Dave Anderson. Revista American Handgunner. 2023.
La postura de tiro es un tema sobre el que intento no ser demasiado dogmático. En el tiro olímpico formal hay mucho tiempo para adoptar una postura de tiro sólida. En una situación defensiva, de caza o de tiro práctico de competición, tienes que ser lo suficientemente versátil para utilizar lo que mejor funcione.
No quiero decir con esto que la postura no es importante ─una posición de tiro estable hace más fácil disparar rápido y con precisión─. Para el tirador novato, el tiempo y esfuerzo dedicado a desarrollar una postura estable y fuerte mejorará significativamente el proceso de aprendizaje. Te hará un mejor tirador en menos tiempo.
Antes de empezar a cambiar las cosas, tienes que ser consciente de lo que ya estás haciendo. Puede que tu postura de tiro ya te funcione y cualquier cambio empeoraría las cosas. Siempre desconfío de los instructores que empiezan dando consejos y haciendo cambios en tus técnicas de tiro antes incluso de verte disparar. Haz pequeños cambios cada vez, probando continuamente. Recuerdo que el legendario jugador de golf profesional Harvey Penick escribió, «si te recomiendo una aspirina, no quiere decir que te tomes todo el frasco».
Cómo lo hacen los profesionales
He incluido en el artículo algunas fotos antiguas de tiradores que no solo fueron campeones sino que se mantuvieron mucho tiempo en competición. Los pies están separados a la anchura de los hombros, puede que un poco más, y las piernas ligeramente flexionadas. La postura es equilibrada, alerta y estable, pero ágil para moverse inmediatamente a demanda. La postura es fuerte, pero no rígida ─«elástica» más que bloqueada─, con el peso del cuerpo desplazado hacia delante en lugar de descansar en los talones. Mi amigo J. Michael Plaxco utilizaba la frase progresivamente agresiva: «hombros por delante de la cadera, orejas por delante de los hombros».
Prueba tu postura realizando varios disparos en lugar de uno o dos. Pon un blanco al que le puedas dar fácilmente, aunque no sea a más de 3 metros. Dispara por lo menos seis veces lo más rápido que puedas y repite varias veces. Los tiradores novatos suelen acabar apoyando en los talones por el retroceso acumulado. Intenta ajustar la distribución del peso un poco hacia delante, adopta la postura un poco más agresiva y sigue disparando series hasta que seas capaz de realizar cualquier número de disparos y mantenerte estable.
La fuerza del torso, brazo, muñeca y mano ayuda. Recuerda, el agarre tiene que ser firme pero no bloqueado, o la velocidad se verá afectada. Los brazos y las manos gestionan el salto de la boca de fuego para devolver los elementos de puntería al blanco tras cada disparo; la masa corporal y la posición corporal mantienen la estabilidad durante el retroceso. En grandes competiciones, he visto tiradores que pueden pesar 60Kg disparar más rápido y con mejor control del retroceso que hombres mucho más fuertes.
Fuente: ANDERSON, Dave. Better Shooting: What a Difference a Stance Makes. American Handgunner. 2023.
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