Cámaras de salpicadero ─actualmente parabrisas─: su origen y uso policial y particular.

En primer lugar, si bien se denominaron originalmente cámaras de salpicadero [dashcam] ─porque es donde iban montadas─, actualmente se trata de cámaras de parabrisas, que es donde van montadas. La evolución ha sido tal, que de las voluminosas y pesadas cámaras de hace décadas, que grababan en cinta con una resolución y nitidez penosas, hemos pasado a cámaras tan compactas que pueden acoplarse directamente al parabrisas sin restar espacio ni visibilidad, con una calidad de imagen que se mide en Ks (2K, 4K). Hoy día a nadie se le escapa la existencia de las cámaras de salpicadero o parabrisas, porque raro es que no aparezca algún vídeo grabado por una de esas cámaras en los medios de comunicación o el omnipresente YouTube. Pero, ¿cuál es el origen de estas cámaras¿ ¿cuál es su utilidad?

Este tipo de cámaras tienen todo el sentido del mundo. No solo proporcionan una sólida y convincente evidencia ante hechos tales como una persecución policial, un delito, un accidente de tráfico ─para depurar la responsabilidad de los implicados y a su vez evitar el fraude a los seguros─, vandalismo ─cuando vigilan lo que le hacen a tu coche mientras está aparcado─, sino que también graban fenómenos o situaciones de lo más inverosímil, como el impacto de un meteorito contra la tierra ─literalmente─.

El primer vídeo grabado desde un vehículo en movimiento se remonta a 1907. No es exactamente un vídeo de una cámara de salpicadero, pero se puede considerar un inicio de lo que estaba por llegar. Con el ánimo de atraer a viajeros y colonos europeos adinerados, la empresa de ferrocarriles Canadian Pacific se embarcó en un proyecto para producir y promocionar películas sobre las provincias occidentales de Canadá. Contrataron al director de cine William Harbeck para el proyecto. El 4 de mayo de 1907, el Sr. Harbeck se montó en un tranvía con su aparatosa cámara de mano de la época y grabó en vídeo la ciudad de Victoria, capital de la Columbia británica. A continuación, desde Victoria, viajó al norte hasta Nanaimo, haciendo una parada en el pintoresco lago Shawnigan antes de cruzar hasta el continente y llegar a Vancouver. Después viajó en el tren Canadian Pacific Railway «para sacar unas espléndidas vistas del cañón Fraser y el espectacular paisaje entre Yale y Lytton». Aunque la cámara de mano del Sr. Harbeck no era ni mucho menos una cámara de salpicadero, grabó la carretera desde la parte delantera de un vehículo en movimiento y llegó a filmar 13 carretes para la empresa de ferrocarril.

En la década de 1930 surgió la primera cámara de salpicadero, cuando H.C. Fairchild, de Washington DC, diseñó la primera cámara de salpicadero para ayudar a los policías con las infracciones de tráfico. Esta cámara comprendía tres cámaras montadas en un vehículo para sacar fotos que utilizar como evidencias. También registraba la fecha y la hora de las fotos.

En el número de septiembre de 1939 de la revista Popular Science, en el que se publicó un artículo sobre una cámara de vídeo montada en el salpicadero de un coche patrulla. Aunque no grababa vídeo, las fotos eran suficientes para proporcionar un testimonio indiscutible en el juzgado. En aquel artículo se podía leer:

Una cámara en un coche de Policía mete evidencias en un carrete

Montada en el salpicadero de su coche patrulla, con su objetivo apuntando hacia delante a través del parabrisas, una cámara de vídeo particular perteneciente al policía R.H. Galbraith, de la California Highway Patrol [Policía de Tráfico de California], saca fotografías de los automóviles a los que sigue por las carreteras, dejando un registro permanente en carrete de cualquier infracción de tráfico para su posterior uso en el juzgado.

A medida que pasaba el tiempo, las cámaras de salpicadero se fueron utilizando principalmente en coches de Policía, de ahí que se las apodara Trooper TV [televisión del patrullero] en el número de octubre de 1968 de la revista Popular Mechanics. Según la revista, se montaba una cámara Sony en el salpicadero del coche patrulla, con un micrófono pequeño colgado al cuello del policía. El asiento trasero lo ocupaba la grabadora de vídeo y el monitor. La cámara podía grabar 30 minutos seguidos. Después el policía tenía que rebobinar la cinta para seguir grabando. Aunque la cámara se adaptaba automáticamente a los diferentes niveles de luz durante el día, tenía que ajustarse el objetivo de la cámara tres veces: al principio del turno, antes del mediodía, y al ocaso. Esta cámara costaba unos 2 mil dólares de la época ─podemos aventurarnos a decir que hoy día serían más de 20 mil─. 

20 años después de aquel artículo, en mayo de 1988, Bob Surgenor, policía judicial [Detective] en el Cuerpo de Policía de Berea Ohio, grabó ─con la videocámara montada en el salpicadero de su coche─ por primera vez una persecución en coche de principio a fin. A diferencia de las cámaras de salpicadero modernas, las cámaras de aquella época eran voluminosas y se montaban con un trípode dentro del coche. Además, no existía la grabación digital en tarjetas de memoria o discos duros, sino que se grababa en cinta VHS con una resolución penosa comparado con lo que existe hoy día. A pesar de todo, esos vídeos arcaicos eran de gran ayuda para ilustrar un delito y velar por la seguridad de los policías, pero era tremendamente tedioso transferir y almacenar las grabaciones. No obstante, a partir de aquí se hicieron muy populares los vídeos de las cámaras de salpicadero de los coches patrulla, que llegaron a popularizar programas televisivos como Cops y World’s Wildest Police Videos, además de salir habitualmente en los noticiarios.

¿Te acuerdas de los vídeos caseros VHS? ¿y de ir al videoclub a buscar una peli en VHS?

Con los avances de la Ciencia y la Tecnología, las videocámaras se fueron haciendo más pequeñas, más potentes y más baratas, lo que extendió su uso generalizado por las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad de todo EE.UU., principalmente. Prueba de ello son la infinidad de vídeos que se pueden encontrar en YouTube en los que se exponen todo tipo de situaciones. Curiosamente, no parece que sea algo habitual todavía en los coches patrulla de las FCS en España, lo cual es sorprendente por toda la información que podrían aportar. No tiene mucho sentido dar el salto a las cámaras corporales, sin dotar antes a todos los coches patrulla con cámaras de parabrisas decentes.

La reducción de los precios y disponibilidad de cámaras de parabrisas es tal que su uso se ha extendido al ámbito civil, especialmente en algunos países donde abunda el fraude a los seguros y la corrupción policial. Grabar todo lo que sucede en torno a tu coche se convierte en un arma de defensa legal. Tal es el caso de Rusia, que en 2009 legalizó el uso de cámaras de parabrisas para contrarrestar las altas tasas de fraude y corrupción. Gracias a eso, cuando el meteorito Chelyabinsk explotó sobre los cielos rusos el 15 de febrero de 2013, había un millón de conductores rusos que ya tenían una cámara de parabrisas en su coche. El espectacular fenómeno fue grabado por decenas de conductores rusos y en pocas horas se pudieron ver en todo el mundo desde diferentes ángulos.

Hay quien se ha lanzado a instalar una cámara de parabrisas, por si acaso. Uno no sabe cuándo puede necesitar ese vídeo grabado hasta que lo necesita. Puede ser para utilizarlo como defensa en el caso de un accidente de tráfico. Puede ser para grabar la visita a un pueblo pintoresto. Puede ser simplemente por lo que pudiera pasar, como lo del meteorito, u otros hechos inverosímiles. El caso es que las cámaras de parabrisas no han dejado de evolucionar y hoy día existen múltiples marcas y modelos de todo tipo que ofrecen opciones muy interesantes.

Uno de los países donde se pueden encontrar más de 350 fabricantes de cámaras de parabrisas es Corea del Sur, donde las compañías de seguros ofrecen un descuento sustancial si se lleva una cámara de parabrisas instalada en el coche. Algunas de las marcas más conocidas son Thinkware o BlackVue, que se pueden encontrar a la venta en todo el mundo. Pero también se han sumado a esta tendencia marcas tecnológicas de toda la vida más conocidas por otro tipo de productos, como Garmin, que cuenta con diferentes modelos de cámaras de parabrisas.

En España las cámaras de parabrisas no son muy populares «todavía». Es difícil saber si llegarán a popularizarse. Su uso extendido parece atender a una necesidad que aquí no se ha presentado o percibido todavía. Ya veremos qué pasa en el futuro.

Fuentes:

The History of Dash Cams – From Hand-Cranked to Facial Recognition. BlackBoxMyCar. 25 de enero de 2022.

The Rise of the Dashcam. National Motorists Association Blog. 21 de diciembre de 2020..

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