A nadie se le escapa que la tecnología de vigilancia actual permite ver lo que de otro modo sería imposible. Las secuencias de vídeo tomadas en los conflictos contemporáneos por las cámaras térmicas de todo tipo de aeronaves se han hecho populares por lo sorprendente e impactante de los hechos que registran. Pero no cabe duda que el morbo que generan vídeos como el que motiva este artículo los convierte rápidamente en virales gracias a las redes sociales. Este caso fue sonado en su momento por lo «gracioso», se podría decir, de las imágenes, que sin presentar sexo explícito de ninguna clase, sí que permiten distinguir perfectamente la acción que se está llevando a cabo, al más puro estilo de la película codificada del Canal+ de los viernes por la noche de hace ya algunos años (¿te suena? entonces tienes unos años ya). Puedes ver el vídeo más abajo, que fue eliminado del artículo original.
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