Proactividad táctica, una las claves para el combate con armas de fuego.

La preparación para el combate con armas de fuego, y el propio desarrollo del mismo llegado el caso, implican toda una serie de tácticas, técnicas y procedimientos (TTPs) que habrá que practicar en el campo/galería de tiro, y muchas veces sobre todo durante la práctica en seco, hasta adquirir la competencia necesaria y suficiente para poder aplicarlas en la realidad. Pero, además de todas esas TTPs, una de las claves para el combate con armas de fuego radica precisamente en la «proactividad», digamos que «táctica» ─proactividad táctica─, para diferenciarla de la proactividad en otros campos.

Curiosamente el término proactividad resulta totalmente ajeno a la lengua española, en el sentido que fue adoptado del inglés, y hasta hace unos años ni siquiera constaba en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), siendo introducido en su 23ª edición de octubre de 2014. Así que, como sucede con tantos otros términos en el ámbito del combate con armas de fuego, este también lo tomamos del inglés. El uso de este término en fuentes librescas en lengua española se dispara a partir de los años 1990, como se puede comprobar en la siguiente gráfica de Google Books Ngram, y hoy día resulta bastante normal su uso.

La proactividad la define el DRAE como:

proactividad
1. f. Psicol. Actitud proactiva.

Y lo proactivo se define por el DRAE como:

proactivo, va
Del ingl. proactive, creado por oposición a reactive ‘reactivo’.
1. adj. Psicol. Que toma activamente el control y decide qué hacer en cada momento, anticipándose a los acontecimientos. Persona, empresa proactiva. Apl. a pers., u. t. c. s.
2. adj. Psicol. Que implica acción o intervención activa.

En nuestro caso, para el combate con armas de fuego, la proactividad táctica consiste en anticiparse ante una posible situación táctica, fruto de una agresión inminente, por ejemplo, que podría dar lugar a un enfrentamiento armado.

Se trata precisamente de todo lo contrario a adoptar una actitud reactiva (de ahí que personalmente deteste el término tiro reactivo), por la que se responde o reacciona ante las circunstancias de una situación táctica. Eso supone una gran desventaja en cualquier situación táctica, dado que la reacción siempre sucede ya después de una determinada acción, de tal forma que en el caso que la acción constituya una agresión, la reacción probablemente llegue tarde. Ante una posible acción resulta más eficaz y eficiente la «proacción», que no la reacción (acción vs. reacción, explicado por Tony Blauer).

El mismísimo Jeff Cooper abogaba en cierto modo de forma implícita por la proactividad táctica con su código de colores para expresar las fases de preparación mental.

Hay muchas formas de desarrollar la proactividad táctica, que consisten básicamente en pensar y tomar decisiones de antemano, tanto como se pueda, y estar preparado para afrontar y adaptarse a cualquier situación táctica casi sin pensar o tener que tomar decisiones. Cuando se da una situación táctica no es el momento de diseñar un plan. Una buena forma de desarrollar la proactividad táctica consiste en la imaginación o visualización mental.

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