En el hipotético caso de que existiera Supermán, y fuera de los malos, para acabar con él habría que recurrir a algo más que el falaz poder de parada de los proyectiles de las armas de fuego tradicionales. Dados los tremendos poderes de este súper héroe, hay que optar por una estrategia bien pensada que combine el uso de armas muy contundentes fuera de lo común. Tenemos ya una película contra Supermán que hay a quien le ha encantado y hay a quien le parece un bodrio, pero no terminan de acabar con Supermán. ¿Será que no hay forma de alcanzar semejante objetivo?
(Reproducción del artículo en español publicado en War Is Boring con fecha 13 de abril de 2016, traducción del original en inglés escrito por Matthew Gault, publicado con fecha 31 de marzo de 2016)
Cómo podrían acabar con Supermán los militares estadounidenses
Kryptonita … y un montón de armas nucleares
Por Matthew Gault. 31 de marzo de 2016.
La última aportación de Hollywood a las décadas de rivalidad entre Batman y Supermán puede que sea un desastre, pero plantea una pregunta importante. ¿Cómo podría derrotar la humanidad a un semi-dios aparentemente invulnerable?
Para encontrar respuesta a esa pregunta me puse en contacto con un destacado científico militar estadounidense e ingeniero de armamento que ya en otra ocasión nos ayudó a planear una estrategia para matar a Godzilla. Le pregunté cómo podrían las fuerzas armadas estadounidenses hacer frente a un Último Hijo de Krypton malo.
«Los poderes de Supermán son formidables», me dijo el científico bajo la condición de anonimato. «Se le considera prácticamente invulnerable».
Sin embargo, Supermán tiene puntos débiles y los militares podrían aprovecharlos. El científico me explicó su plan. Sinceramente, parecía una versión más práctica de las diferentes formas que ha intentado Batman a lo largo de sus muchos años de enfrentamiento con Kal El (el nombre de Supermán que le pusieron en su planeta de origen).
Este artículo incluye algunas pequeñas revelaciones [spoilers] sobre la película Batman contra Supermán.
Batman rara vez se enfrenta a Supermán en solitario. En el cómic El regreso del Caballero Oscuro [The Dark Knight Returns], de Frank Miller, recluta a Flecha Verde [Green Arrow]. Y en la secuela El Caballero Oscuro ataca de nuevo [The Dark Knight Strikes Again], también de Miller, une sus fuerzas a las de Flecha Verde [Green Arrow], Flash y Atom para hacer frente a Supermán.
Nuestro ingeniero de armamento dijo estar de acuerdo con la filosofía de Batman de trabajar en equipo. «El uso inteligente de armas combinadas será decisivo», nos dijo el científico. «Será necesario un sofisticado empleo complementario de operaciones de información y las armas más letales para burlar y vencer a Supermán».
Nuestro científico militar dijo que cree que un Clark Kent malvado sería doblemente débil. «Un Supermán malo, por naturaleza, tiene una vulnerabilidad más, su arrogancia. Esa arrogancia pueden aprovecharla los militares en operaciones psicológicas y para jugar al engaño».
El científico nos propuso un plan para llevar a Supermán hasta el desierto que consiste en reunir a todos sus enemigos en un mismo lugar y desafiarle a enfrentarse a ellos.
Yo propongo un plan aún mejor. Solo hay que copiar el plan que utilizan Batman y Lex Luthor cuando quieren llamar la atención de Supermán para que se presente en un determinado lugar, secuestrar a Lois Lane.
En cuanto el Último Hijo de Krypton se encontrara en ese lugar, los militares harían saltar su trampa. «El arma utilizada ha de superar la mejor de las protecciones de Supermán, su capacidad de curación acelerada, además de su velocidad y agilidad», nos explicó el científico.
«Los efectos destructivos de combinar velocidad y penetración a gran escala serán la clave», apuntó. «La radiación letal resulta prometedora, por lo que para acabar con Supermán probablemente sea necesario utilizar hábilmente armas nucleares».
Supermán a punto de morir tras recibir el impacto de armas nucleares en la película de dibujos animados El regreso del Caballero Oscuro [The Dark Knight Returns]. Imagen de Warner Bros.
Supermán ya ha sobrevivido anteriormente a las armas nucleares, pero hablaremos de eso más adelante. Para que las armas nucleares hagan efecto sobre Kal El, los militares tendrían que debilitarlo primero y eso supone utilizar kriptonita. Eso también lo sabe Batman. En prácticamente todos sus enfrentamientos con Supermán, Batman esgrime la roca verde brillante que debilita a Supermán.
«Pero esos rayos dañinos se administran tradicionalmente en una dosis medida durante un corto periodo de tiempo», nos explicó el científico. Batman suele atraer a Clark para que se acerque a la roca radiactiva, pero nunca la usa para matarle. El hombre murciélago siempre se reprime. Incluso la versión en forma de aerosol que utiliza en Batman contra Supermán, y en El regreso del Caballero Oscuro [The Dark Knight Returns], está formulada cuidadosamente para debilitarle sin llegar a matarle.
Sin embargo, nuestro objetivo no consiste en debilitar a Supermán. Lo queremos muerto. El ingeniero de armamento me dijo que un aerosol de kriptonita sería el mejor mata-Supermán. Por tanto, tendríamos que cubrir totalmente el campo de batalla con una niebla verde radiactiva.
«Una dosis elevada suministrada instantáneamente resultará fundamental para garantizar el cumplimiento de la misión», dijo el científico. Mientras el Hombre de Acero [Man of Steel] se tambalea dentro de la nube de kriptonita, sería el momento de golpearle con el arma más mortífera de la humanidad. Una bomba nuclear. En realidad, varias.
«Las armas nucleares ofrecen una variada selección de intensas radiaciones letales», nos explicó el científico. «Entre ellas figuran neutrones (rápidos y calientes), rayos X, rayos gamma, fragmentos de fisión, partículas alfa y electrones libres de alta energía (radiación beta)».
«Las más penetrantes de todas son las procedentes de neutrones y rayos gamma, que se producen prodigiosamente en las reacciones de fusión. Las detonaciones de una matriz redundante de pequeñas bombas nucleares de fusión-fisión deberían servir».
¿Cuántas armas nucleares constituyen una «matriz redundante» cuando se trata del hombre de acero? Supermán ya recibió con anterioridad el impacto en el pecho de un arma nuclear y sobrevivió. Tanto en El regreso del Caballero Oscuro como en Batman contra Supermán, sobrevive a los efectos de un misil balístico intercontinental (ICBM).
Cierto, Supermán casi muere en ambas ocasiones, pero ese casi no cuenta cuando se está tratando de acabar con un Dios. Así que vamos a asegurarnos y démosle a Kal El con una docena de armas nucleares estratégicas. Seis megatones en total. Lo suficiente como para matar a millones de personas.
El ingeniero de armamento dijo que los militares tendrían que enterrar las armas nucleares a la suficiente profundidad como para ocultar los dispositivos a la vista de Supermán. El científico militar nos dijo el cebo que quiere poner encima de esa mina terrestre atómica para atraer a Supermán. «Quiero usar a Lois Lane como cebo».
Batman contra Superman. Imagen de Warner Bros.
Sí, probablemente perdamos a la intrépida periodista en la explosión resultante, ¿pero qué significa una sola vida en comparación con todo el daño que un Supermán malo podría ocasionar?
Supermán tiene visión de rayos X, por lo que podría ser que Kal El viera la trampa nuclear bajo tierra, pero el científico militar nos dijo que también tiene un plan para eso. «Unos detectores de rayos X harían que las bombas nucleares de la matriz se detonaran todas a la vez».
«A corta distancia se comprobará cómo la invulnerabilidad es un mito», nos dijo. «Neutrones de alta energía, rayos gamma y rayos X muy fuertes van a superar cualquier defensa concebible. El legendario maquillaje celular de Supermán se desintegrará en forma de gas de plasma. Su legendaria velocidad no le permitirá escapar de la muerte nuclear que se le acerca a la velocidad de luz».
«La batalla terminaría inmediatamente y de una vez por todas. La arrogancia de Supermán se evaporaría en una nube con forma de hongo, para no volver a aparecer nunca más. Ni siquiera en una secuela».
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