Si eres policía, ¡lleva una pistola (o revólver) de respeto!
Muchas de las pistolas semiautomáticas más pequeñas y fácilmente «ocultables» que se recomiendan como arma de respeto para policías, o como arma para portar oculta, disparan proyectiles .380 ACP (9 Corto) ─o aún más pequeños─. Aunque estos proyectiles de pistola de pequeño calibre pueden producir heridas letales, resulta menos probable que produzcan la rápida incapacitación necesaria en situaciones de defensa personal, o aquellas ante las que se puede enfrentar un policía.
Las pistolas que disparan el cartucho .380 ACP (9 Corto) son pequeñas, compactas, y generalmente fáciles de portar. Desafortunadamente, las pruebas balísticas han demostrado que ofrecen un rendimiento inadecuado para defensa personal o para un uso policial como arma de respeto durante el servicio o como arma para fuera de servicio. El rendimiento terminal de un proyectil blindado de punta hueca (JHP) en calibre .380 ACP (9 Corto) a menudo resulta errático, con una penetración deficiente y una expansión inconsistente como problemas más habituales, mientras que los proyectiles blindados (FMJ) en calibre .380 ACP (9 Corto) ofrecen una penetración adecuada pero nada de expansión. Todas las municiones en calibre .380 ACP (9 Corto) con proyectiles blindados de punta hueca (JHP) que hemos probado, incluidas CorBon, Hornady, Federal, Remington, Speer, y Winchester, demostraron un rendimiento terminal inconsistente e inaceptable para un arma de respeto policial o para un arma de defensa personal fuera de servicio, debido a una penetración insuficiente o a una expansión deficiente. En calibre .380 ACP (9 Corto) cíñete a proyectiles blindados (FMJ), o aún mejor, no utilices ese calibre en modo alguno. En realidad, no se recomienda el uso policial de armas en calibre .380 ACP (9 Corto) o en calibres más pequeños y muchos cuerpos espabilados las prohíben.
Aunque obviamente tanto el .380 ACP (9 Corto) como el .38 SP (38 especial) pueden ser letales, resulta más probable incapacitar a un atacante .con el .38 SP (38 especial) utilizado con la función de arma de respeto.
Pistola de respeto [Back Up Gun (BUG)]: rara vez se utiliza, pero cuando sea necesaria ha de ser fiable al 100% debido a la situación de emergencia extrema a la que se enfrenta su usuario. Normalmente va escondida en un bolsillo, en una funda de tobillo, en una funda en el chaleco blindado, etc. Habitualmente va cubierta de pelusa, mugre y suciedad. Por su propia naturaleza, normalmente se utiliza frente a un oponente en un enfrentamiento personal a corta distancia, que muchas veces implica disparos a quemarropa. Un revólver pequeño en calibre .38SP (38 especial) resulta más fiable en tales situaciones que una pistola en calibre .380ACP, especialmente en disparos a quemarropa o si se dispara desde un bolsillo.
Existen muchos informes en la literatura científica, del Dr. Fackler y otros, que recomiendan municiones con carga +P y proyectiles de punta hueca semi-wadcutter de plomo [Lead Semi-Wadcutter Hollow Point (LSWCHP)] de 158 grains como si ofrecieran un rendimiento adecuado. Por favor, ten en cuenta el contexto en el que se escribieron tales documentos a finales de los años 1980 y principios de los años 1990. En aquella época no se realizaban pruebas con tela vaquera (denim) y no existían proyectiles blindados de punta hueca blindadas con una expansión robusta, tales como Barnes XPB, Federal Tactical & HST, Speer Gold Dot, o Win Ranger Talon. En la perspectiva histórica adecuada, los proyectiles de punta hueca semi-wadcutter de plomo [Lead Semi-Wadcutter Hollow Point (LSWCHP)] de 158 grains con carga +P, disparados por revólveres con un cañón de entre 3 y 4 pulgadas, eran una de las mejores municiones disponibles, y todavía constituyen una opción viable, siempre y cuando comprendas sus características.
Aunque sea simplificar demasiado, la gelatina desnuda nos proporciona información sobre el rendimiento en las mejores circunstancias, mientras que la gelatina con 4 capas de tela vaquera (denim) por delante nos proporciona información sobre el rendimiento en las peores circunstancias. En la realidad, el auténtico rendimiento se queda en algún punto entre medias. La prueba balística que incluye 4 capas de tela vaquera (denim) delante de la gelatina NO está diseñada para simular ningún tipo de ropa. Se trata simplemente de una prueba de ingeniería para evaluar la capacidad de un proyectil para atravesar obstrucciones y expandirse con robustez. Uno de los principales ingenieros de un fabricante muy respetado de munición de pistola comentaba hace poco que los proyectiles que ofrecen un buen resultado en la prueba con 4 capas de tela vaquera (denim) siempre han funcionado bien en enfrentamientos armados reales con policías implicados.
Con pocas excepciones, la gran mayoría de proyectiles blindados de punta hueca (JHP) en calibre .38 SP no logran expandirse cuando se disparan desde un cañón de 2 pulgadas en la prueba sobre 4 capas de tela vaquera. Muchos de los proyectiles JHP más ligeros demostraron una sobre-expansión y una penetración insuficiente el las pruebas sobre gelatina balística desnuda. Además, el duro retroceso de las cargas +P en los ligeros armazones J (revólver J-frame) tiende a minimizar los esfuerzos por practicar y reduce la precisión de muchos policías. Los proyectiles de punta hueca semi-wadcutter de plomo [Lead Semi-Wadcutter Hollow Point (LSWCHP)] de 158 grains con carga +P ofrecen una penetración adecuada, sin embargo, desde un revólver con cañón de 2 pulgadas no se expande con fiabilidad. Si no logra expandirse, producirá un herida menor que en el caso de un proyectil wadcutter (WC). Los proyectiles wadcutter (WC) ofrecen una buena penetración, cortan los tejidos de forma eficaz y tienen un retroceso relativamente suave. Con proyectiles wadcutter lo suyo son las aleaciones más duras y los bordes de ataque más afilados. Los wadcutter se comportan exactamente igual sobre gelatina balística desnuda que con 4 capas de tela vaquera cuando se disparan desde un revólver de armazón J (J-frame) con cañón de 2 pulgadas.
Ante el dilema entre demasiado poca penetración, como sucede con proyectiles ligeros blindados de punta hueca (JHP) en calibre .38 SP, o demasiada penetración como con los proyectiles wadcutter (WC), entonces tira por la penetración. Las policías de por aquí han utilizado la munición Winchester con proyectil wadcutter de 148 grains (X38SMRP), así como la versión de Federal (GM38A); ambos funcionan. Un wadcutter con bordes más afilados sería aún mejor. El Dr. Fackler ha escrito en Fackler ML. The Full Wadcutter. An Extremely Effective Bullet Design. Wound Ballistics Review. 4(2):6-7, Otoño 1999:
«Como cirujano de profesión, me impresionan los proyectiles con acción de corte (por ejemplo, Winchester Talon y Remington Golden Saber). Cortar resulta muchas veces más eficaz a la hora de afectar tejidos que el mecanismo de destrucción de tejidos por el que los proyectiles ordinarios se abren paso por un agujero al penetrar. El secreto de esta mayor eficacia del proyectil wadcutter radica en la acción de corte de su afilado borde circular de ataque. En realidad, cortar es simplemente una destrucción muy localizada; al disminuir la superficie sobre la que se aplica una determinada fuerza, se puede aumentar enormemente la magnitud de la fuerza aplicada por unidad, lo que constituye una forma sofisticada de decir que los cuchillos afilados cortan mucho mejor que los de filo romo. Por ello, el cálculo de fuerzas sobre los tejidos durante la penetración subestima la auténtica eficacia del proyectil wadcutter respecto a otras formas de proyectil».
Actualmente, el proyectil Speer Gold Dot blindado de punta hueca (JHP) de 135 grains y carga +P, el proyectil Winchester blindado de punta hueca (JHP) de 130 grains y carga +P , y el proyectil Barnes XPB de cobre blindado de punta hueca (JHP) de 110 grains (también llamado DPX por Corbon), ofrecen la expansión más fiable que hayamos visto desde un arma de respeto (BUG) con cañón de 2 pulgadas en calibre .38 SP; el proyectil Hornady de 110 grains con carga normal y los proyectiles Critical Defense con carga +P también ofrecen un buen rendimiento con revólveres de cañón de 2 pulgadas.
Cualquiera de los revólveres ligeros de armazón J (J-frame) están bien como arma de respeto (BUG). Los armazones J de acero resultan demasiado pesados como para portarlos cómodamente durante todo el día en el tobillo, sobre el chaleco blindado, o en un bolsillo. En la actualidad mis revólveres de armazón J son los 342 y anteriormente a lo largo de mi carrera he utilizado el 37, el 38, el 649 y el 642. Me gusta mucho el 342 con Lasergrips. El tiro no resulta demasiado malo con wadcutters de carga normal o con DPX de 110 grains, pero no es tan agradable con los Speer Gold Dot de punta hueca blindada de 135 grains con carga +P. Antes de la llegada del Corbon DPX de 110 grains, solía llevar wadcutters de carga normal en mis armazones J, con Gold Dot de punta hueca blindada de 135 grains y carga +P en Speed Strips para las recargas, porque la punta plana de los wadcutters hacía que fuera difícil recargar el revólver bajo estrés. No hay ninguna razón para irse a un armazón J en calibre .357 Magnum, puesto que el significativamente mayor fogonazo y explosión en la boca de fuego, y el duro retroceso del .357 Magnum no aportan una mejora sustancial del rendimiento terminal en comparación a los proyectiles más controlables en calibre .38SP cuando se disparan desde cañones de 2 pulgadas.
Durante años los armazones J se consideraron armas para distancias «al alcance de la mano», y así fue hasta que se les añadieron los LaserGrips de Crimson Trace. Gracias al suave retroceso de los wadcutters, los policías practican realmente con sus armas de respeto; cuando se combinan con LaserGrips, las puntuaciones de las reválidas con armazones J mejoran considerablemente. Ahora mismo no es extraño encontrarse 5 impactos en tiro rápido dentro del círculo de 6 pulgadas (15cm) a 25 yardas (23m) de distancia. Resulta bastante sorprendente observar cómo policías que no eran capaces de impactar con un armazón J sobre un blanco a 25 yardas (23m), de repente se certifican con todos los impactos en el negro.
Los armazones J con cañón de 2 pulgadas constituyen excelentes armas de respeto y resultan relativamente aceptables como armas para portar cuando la amenaza es baja, porque son ligeros, fiables y ofrecen un rendimiento terminal aceptable a corta distancia. Sus desventajas son la dificultad para disparar bien a distancias más largas, debido a las limitaciones en cuanto a radio entre miras y diseño de los elementos de puntería, y su reducida capacidad de carga además de su recarga más lenta. No obstante, con la adición de LaserGrips de Crimson Trace y un martillo cerrado, los modelos con armazón J y cañón de 2 pulgadas sin cierre con llave (personalmente nunca tendría un arma de fuego con un cierre integrado) pueden ser las mejores armas de respeto y las pistolas de bolsillo más fiables disponibles actualmente.
Otra buena opción como arma de respeto (BUG) si eres capaz de portarla cómodamente es una pistola en calibre 9mm con cañón de entre 3 y 3,5 pulgadas, como la G26, la S&W M&P9c, la Walther PPS, la HK P2000SK, la Kahr PM9, la S&W Shield, la Sig P239 o la S&W 3913, ya que estas pistolas ofrecen un rendimiento terminal superior respecto a pistolas en calibre .380 ACP (9 Corto) o en calibre .38 SP. Una arma de respeto subcompacta (como la G26) resulta particularmente ideal si acepta los mismos cargadores que la pistola principal de tamaño completo (como una G17 o una G19).
Como siempre, no te obsesiones demasiado con los matices del rendimiento terminal de la munición. Invierte tu tiempo y dinero en desarrollar una mentalidad de guerrero, entrenar, practicar, y entrenar más.
Fuente: ROBERTS, Gary K. Back Up Guns (BUG’s): .380 ACP (9 Corto) vs. .38 SP (38 especial). 23 de octubre de 2013.
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La 380 no es despreciable, pero me quedaria con un 38SPL+P si el pais al que se refieren no permite un calibre mayor
Roberto, gracias por tu comentario.
Me da la impresión que eres de los usuarios de una pistola en calibre .380 ACP. No te falta razón en que algo es mejor que nada, pero el artículo se refiere a qué elegir cuando se puede elegir. Claro que una pistola en .380 ACP puede valer e incapacitar, al igual que una en .22 LR, pero pudiendo elegir hay opciones con más potencial, que es a lo que se refiere el Dr. Gary K. Roberts, basándose en sus conocimientos como experto en balística terminal.
En cuanto a portabilidad, si ese es el factor determinante vale que se opte por un arma más pequeña, pero si el factor determinante consiste en disponer de un arma que aporte el mayor potencial de incapacitación posible dentro de un tamaño portable, hay algunas opciones bastante buenas en calibre 9 Luger. Creo que la clave está en pensar si se lleva un arma por si acaso pero siendo el caso remoto, o porque existe la probabilidad de necesitar el arma y entonces voy a preferir un arma que aporte un buen rendimiento terminal y pueda disparar bien.
Un saludo.
Discrepo humildemente de las conclusiones de este artículo sobre la inviabilidad del calibre 9 corto como calibre de defensa. En un artículo de este mismo blog (http://tirotactico.net/2014/05/14/5361) se presentaba un interesante estudio estadístico sobre el poder de parada de los distintos calibres, analizado sobre datos de enfrentamientos reales (los estudios en laboratorio son interesantes, pero hay muchos factores de un enfrentamiento real difíciles de medir en dicho contexto), y que parece concluir que no existen, en realidad, grandes diferencias en cuanto a capacidades de detención entre los distintos calibres de arma corta, siendo más determinantes factores como la colocación de los disparos. A este respecto, un elemento interesante, en el que no se hace mucho incapié en el presente artículo, es la velocidad de disparo: si consideramos que es más determinante la colocación de los disparos que el calibre con el que se dispara, el hecho de que el 9 corto, disparado con una semiautomática, tenga menos retroceso que un .38 Special, disparado con un revolver, favorece que puedan colocarse más impactos en el mismo tiempo, lo que aumenta la potencial capacidad de detención, al aumentar las posibilidades de obtener un disparo que impacte en una zona vital.
Además, el artículo llega a mencionar que muchos cuerpos policiales «espabilados» prohiben el uso de pistolas del 9 corto, cuando la realidad es que los cuerpos policiales se las están rifando. La S&W Bodyguard 380 es una auténtica invasión; se están fabricando hasta versiones modificadas a requerimiento de cuerpos policiales.
Y también cabe destacar que, como se suele decir, «el mejor arma es el que se lleva» y, a ese respecto, una pistola pocket del 9 corto es mucho más portable que un revolver 2″ del .38 Special, cuya portabilidad es más similar a la de una subcompacta 9 PB, de las que todo el mundo deja en casa xD
Un saludo.