Con 2.746 muertes confirmadas, el Sargento Primero Dillard Johnson es el soldado estadounidense más letal que se sepa ─y quizás el más humilde─.
Como comandante de un Vehículo de Combate de Caballería (VAC) Bradley apodado Carnívoro, Johnson, de 48 años, intervino en vanguardia del asalto terrestre durante la Operación Iraqi Freedom, aplastando al enemigo con un implacable despliegue de poderío militar que dejó un reguero de muertos a su paso.
Johnson fue obligado a informar de las muertes confirmadas a sus superiores, registrando los muertos en un diario verde que revelaba la asombrosa cuenta ─que únicamente empezó a ver la luz cuando él y el coautor James Tarr estaban investigando sus proezas para sus memorias, también tituladas Carnívoro─.
Puede que haya existido un soldado más letal en una guerra anterior pero desde que se conservan registros detallados al respecto Johnson encabeza la lista.
Se trata de un título que es reacio a aceptar.
«Resulta triste decirlo pero no son más que otra marca de lápiz», le dijo Johnson a The Post, refiriéndose a las anotaciones en su diario. «No pensaba en los números… No se trata de algo de lo que yo alardearía».
Johnson creció en Island, Kentucky (EE.UU.), pasando el rato en minas a cielo abierto y cazando venados con el fusil de su padre. Su primera muerte la consiguió a la temprana edad de 13 años, cuando abatió un venado con un fusil calibre .22.
Durante el Instituto se alistó en el Cuerpo de Formación de Oficiales en la Reserva [Reserve Officers’ Training Corps (ROTC)] y en 1986 se unió al Ejército de Tierra estadounidense, cumpliendo así un sueño de la infancia salido de las páginas de los cómics.
«Cuando era pequeño todo el mundo quería ser astronauta, cowboy o bombero. Yo quería ser como el Sgto. Rock», decía refiriéndose al valiente héroe de la Segunda Guerra Mundial de DC Comics.
En Iraq se unió a la Compañía Charlie del Tercer Escuadrón del Séptimo de Caballería pasándose así a la caza más mayor ─en marzo de 2003 liquidó un montón de iraquíes con seis proyectiles de alto explosivo en la batalla de As Samawah, sus primeros Muertos En Combate [Kill In Action (KIA)]─.
Contaba los muertos por el cómputo de fusiles ─y cabezas humanas─– entre los restos aplastados o carbonizados que Carnívoro dejaba a su paso.
En su segundo despliegue [tour], en 2005, se dedicó al sniping, una habilidad que adquirió cazando en Kentucky, anotándose 121 muertos, con su disparo más largo a 750 metros [821 yardas]. Su cómputo global es segundo sólo después del difunto Chris Kyle, el Navy SEAL que acumulaba 160 muertes.
«Ya tenía la destreza para poder disparar debido al hecho por el que había crecido con un fusil que no estaba hecho para mi», decía, recordando su temprano uso de un arma preparada para su padre.
Después de dos despliegues [tour] en la segunda Guerra de Iraq se llevó a casa 37 medallas, entre las que se incluye una Estrella de Plata [Silver Star] y cuatro Corazones Púrpura [Purple Heart]. Les concede todo el mérito a sus hombres ─distintivo «Caballo Loco» [Crazy Horse], cuyo linaje se remonta a los tiempos del General George Caster─. «No existe una hermandad semejante», decía.
Su pasado nunca le atormenta.
«Mataba cuando era necesario… Era despiadado cuando tenía que serlo pero también era compasivo cuando tenía que serlo», decía. «Que yo recuerde nunca maté a nadie que no intentara matarme o hacerme daño».
Lleva una bala permanentemente alojada en su pierna y el campo de batalla le dejó con un nuevo enemigo al que combatir ─linfoma de Hodgkin en estadio III─. Cree que desarrolló el cáncer por inhalar partículas procedentes de proyectiles perforantes de uranio empobrecido ─el cual se vuelve radioactivo cuando se calienta por un disparo─, pero no se lamenta.
«No me importa que el uranio empobrecido me provocara cáncer. Si no hubiera tenido proyectiles de uranio empobrecido no habría podido destruir carros de combate que me habrían matado a mi», decía.
El cáncer estaba remitiendo, pero resurgió en enero de 2013. Recibió quimioterapia a finales del verano de 2013.
A 26 de junio de 2013, Johnson vive en Daytona Beach, Florida (EE.UU.), está casado, tiene cuatro hijos y trabaja en una fábrica de munición. No exhibe sus trofeos o recuerdos de guerra ─ni siquiera la bandera de Iraq que le quitó a la limusina de Saddam Hussein─.
Y ha dejado la caza para dedicarse al surf con su hijo de 13 años.
En sus memorias, que están a la venta desde el 24 de junio de 2013, cita a Hemingway:
Aquellos que han cazado hombres armados durante bastante tiempo y han disfrutado, no vuelve a importarles nada más.
(Traducción NO autorizada del artículo original en inglés: BUISO, Gary. Sgt. 1st Class Dillard Johnson is the deadliest US soldier on record – with 2,746 kills. New York Post [en línea]. 23 de junio de 2013.)
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Indudablemente no es un libro pensado para países con una cultura tan diferente respecto al ejército y a la guerra.
No puedo entender como existen en este mundo alguien que tenga las manos manchadas con la sangre de tantas personas, y que depues pueda vivir tranquilo, envuento en una guerra que a EEUU realmente no le competía. Solo para satisfacer los capricho de un demente como George Bush, desafortunadamente a traves de la historia siempre existen gente debiles capaces de hacer todas las locuras que se incuban en mentes enfermas, como el Bush, y despues salir de esa guerra y jactarse que mato a 2.476. En las guerras la mayoria de la gente pierde la cordura, pero admiro a quienes a pesar de todo pueden seguir comportandose como seres humanos sensibles, ellos son los verdaderos heroes. Tantas personas que mato, pero que ironica es la vida, él enfermo de cancer, supongo que mientras asesinaba se sentia en un inmortal
Finalmente le dedico a este sujeto la letra de esta cancion
A usted que cuida el tesoro de sus amos industriales,
A usted que es especialista en torturas infernales,
A usted que con tanta muerte quiere llenarse de gloria,
A usted que quiere atajar el caminar de la historia,
A usted que será después de nuestra final victoria
Un desgraciado recuerdo de putrefacción y escoria.
A usted que estará consciente de su derrota cercana
Que sabe que si no es hoy, bien pudiera ser mañana
Supongo que esto no hace más que mejorar las ventas del libro. Aunque sólo sea por curiosidad son muchos los que lo leerán. Yo me aguanto que mi lista de lecturas pendientes ya es suficientemente larga como para incluir otro título.
Sí, es cierto había olvidado por completo el fenómeno Dunning Kruger, Jajaja, muy bueno.
Tienes toda la razón, pero ya sabes cómo somos. Al final acabamos pensando que lo nuestro es lo mejor y en este caso enseguida aparecerían los Dunning-Kruger (http://goo.gl/quLsX) que creerían que caerse de la bici y sobrevivir constituye una experiencia real de combate.
Al menos lo que sí se puede encontrar de vez en cuando es alguien con la humildad suficiente para contar su auténtica experiencia real de combate de forma que todos podamos aprender de sus errores-aciertos y aplicar aquello de «un tío listo aprende de sus propios errores, pero un tío inteligente aprende de los errores de los demás». Muchos aplicarían esta máxima en lugar de aplicar la que aplican otro: «reinventar la rueda continuamente».
También estoy deacuerdo con lo que comentais, y aunque en una guerra la gente muere y en ocasiones o matas o te matan. ¿Porqué no intentar establecer el record de soldados, policías, incluso civiles que se han enfrentado a situaciones de una letalidad extrema y han sobrevivido?. Unos por preparación, otros por una determeminación ferrea, y otros porque han intentado a todas luces que la suerte haya estado a su favor. En este caso como estamos hablando de combatientes profesionales pues nos referiríamos a ellos solamente y es la mezcla de todos esos factores lo que va a favorecer la supervivencia.Siempre será menos macabro y nos aportará experiencia formativa. SE QUE A PRIMERA VISTA PARECE INVIABLE, HACER ESTA CLASE DE RECUENTO PARA ESTABLECER DESPUES UN RECORD.PERO YO LO DEJO CAER… Saludos.
Pues si leéis los comentarios en Amazon.com las críticas son terribles, acusando a este tío de ser un mentiroso patológico e incluso aportando datos como que toda su unidad tenía registrados 2.200 muertos entre todos los vehículos (Abrams y Bradleys) y las unidades de infantería.
Bueno, el soldado letal, no sé que decirte, lo que matan es lo que lanzaba, porque los enemigos no los mataba uno a uno y cara cara, de esa manera el record lo tiene el que lanzó la bomba sobre Hiroshima, creo que los americanos son unos fantasmas (con todos los respetos…)
Brutal, pero estoy de acuerdo con Axel, un poco macabro lo de llevar la cuenta, aunque fuesen sus superiores los que la llevasen.
Yo tomo nota de todos los muertos que hago en combate. Llevo apuntados 0 muertos en 0 combates y parece que la cuenta va a seguir sumando 0s, jejeje.
Impresionante, es lógico y necesario que cuando hay que matar se haga (para algo son militares en una guerra y no una ONG), pero eso de contar los muertos …., no estoy muy de acuerdo con ese concepto, a mi entender tan americano.