Uno de los pilares fundamentales del combate con armas de fuego es la manipulación del arma, que exige ineludiblemente hacer uso de las manos. Asimismo, las manos solo nos serán útiles si se encuentran en «buen estado», es decir, sin heridas o lesiones que puedan inhabilitarlas. Sin embargo, normalmente las manos están constantemente expuestas a todo tipo de agresiones, condiciones meteorológicas adversas incluidas, sin disponer de mayor protección natural que la justita que le ofrece la piel que las cubre, por lo que no será difícil que sufran alguna de las múltiples heridas o lesiones disponibles en el catálogo de la vida real (pinchazos, cortes, arañazos, quemaduras, golpes, rozaduras, …).
Aunque un simple pinchazo en un dedo, a raíz del contacto de su yema con la espina de una planta autóctona, pudiera parecer una nimiedad, realmente puede ocultar un grave problema, así como la inutilización de dicho dedo. Además, si dicho dedo es el índice de la mano de empuñe (la derecha en el caso de los diestros) su inutilización supondría no poder disparar con eficacia. El pinchazo de por sí no es gran cosa, pero la infección que puede acarrear sí reviste suficiente importancia como para tomársela muy en serio.
Cualquier laceración o abrasión en las manos, por insignificante que parezca, constituye un foco de infección, acentuado por las condiciones habituales del combate, donde la higiene no destaca por su presencia y las manos se exponen a todo tipo de agentes externos (virus, bacterias, …). Lo que empieza como una leve laceración o abrasión en un dedo de una mano, puede convertirse en una importante infección si no se recibe la debida atención, que puede consistir simplemente en desinfectar la herida y protegerla de los agentes externos.
No obstante, la consecuencia más inmediata y relevante en el caso de sufrir cualquier herida o lesión en las manos o dedos consiste en la pérdida funcional que puede traer consigo, lo que te impediría manipular correctamente el arma. Y en combate la imposibilidad de manipular el arma con eficacia supone un grave peligro.
Y no olvidemos las condiciones meteorológicas adversas ─el frío y la humedad, concretamente─, que aunque inicialmente no vayan a ocasionar heridas o lesiones en las manos o dedos, sí implican cierta pérdida funcional debido al entumecimiento o la pérdida de sensibilidad, con lo que la capacidad para manipular el arma con eficacia disminuye sustancialmente.
Tampoco se puede obviar la seria amenaza que plantea para nuestras manos o dedos el calor. El mero contacto ─aunque solo sea uno o dos segundos─ de la piel con cualquier superficie suficientemente caliente puede desembocar en una dolorosa y molesta quemadura que lleve aparejada una pérdida funcional en manos o dedos. Y el calor también puede ser muy traicionero, porque no suele saltar a la vista. Si observas el cañón de tu fusil tras una prolongada sesión de tiro no sabrás determinar si está excesivamente caliente como para tocarlo con las manos o dedos, salvo cuando se ve al rojo vivo.
Después de tanta palabrería te preguntarás, ¿a qué viene todo esto? Solo queremos llamar tu atención sobre un elemento del equipo de protección personal al que en ocasiones no se le presta la debida importancia: ¡los guantes!
Los guantes constituyen el medio de protección de las manos frente a todo el espectro de amenazas a las que se exponen en la vida diaria, especialmente en combate, por lo que la elección de unos u otros guantes no puede resultar arbitraria. En función de las características técnicas, calidad y diseño de los guantes se puede disponer de una protección adecuada de las manos en combate, lo que ineludiblemente va a implicar realizar una inversión que en algunos casos no todos estamos dispuestos a asumir, pero ¿cuánto cuestan tus manos o dedos? ¿cuánto te puede costar una pérdida funcional en manos o dedos por no haber adquirido unos guantes de protección adecuados?
Quizás lo más adecuado para el combate con armas de fuego pase por disponer de unos guantes que ofrezcan protección tanto frente a laceraciones y abrasiones como frente al frío y al calor, todo ello sin mermar significativamente la sensibilidad en las manos y dedos, de forma que las manipulaciones no se compliquen excesivamente. La variedad de productos en el mercado es tan amplia que puedes encontrar múltiples opciones disponibles que reúnen las características adecuadas como para convertirse en tus guantes de protección, guantes de combate, guantes tácticos, o como los quieras llamar.
Una opción económica son los guantes tácticos Mechanix Wear Multicam® FastFit. Otra de las opciones disponibles está constituida por la ─otrora─ nueva línea de guantes de combate que Tactical Assault Gear (TAG) lanzó al mercado en octubre de 2012, integrada por dos modelos: uno con protección blanda y otro con protección dura en los nudillos (a fecha de 20 de abril de 2023 parece que están liquidando el stock a precios ridículos, 10 veces más baratos que el precio de venta habitual).
Por nuestra parte, gracias a la generosidad y buena voluntad de Rich Morales, del Servicio de Atención al Cliente de Tactical Assault Gear (TAG), en noviembre de 2012 recibimos una muestra para prueba y evaluación del modelo con protección blanda en los nudillos. El resultado fue muy satisfactorio y aún llegan a día de hoy ─aunque el cierre con Velcro lo cortamos para mayor comodidad─.
Las principales características de estos guantes radican en su construcción a base de un tejido con Kevlar en el dorso de la mano, que ofrece protección frente a las llamas y los cortes, y una lámina de 0,8mm de cuero de cabra teñido en la palma de la mano. Asimismo, el diseño de estos guantes se ha realizado para que se ajusten a la mano siguiendo su contorno como si se estuviera sujetando algo, lo que le concede a estos guantes cierta ventaja para sujetar y manipular objetos, como pueden ser armas de fuego.
Un útil y práctico detalle en cuanto al diseño de estos guantes, que se puede encontrar también en otros guantes, consiste en la inclusión de un anillo fabricado con un trozo de cordón cosido al borde de la muñeca de los guantes por el lado de la palma de la mano. Con este anillo se pueden colgar los guantes de un mosquetón o un GrimLoc, por ejemplo, en cualquier parte del equipo individual, tanto en el cinturón como en el chaleco.
Sin lugar a dudas cualquier guante plantea el inconveniente de la pérdida de sensibilidad en las manos, lo que se traduce en cierta torpeza para manipular cualquier objeto. La clave radica en que dicha pérdida de sensibilidad sea la justa y necesaria de forma que no impida que pueda manipularse cualquier objeto, especialmente armas de fuego, con cierta eficacia. Sin embargo, dicha pérdida de sensibilidad va intrínsecamente ligada al tejido utilizado para proteger las manos, de forma que normalmente para una mayor protección se requiere un tejido más grueso y ello supone una mayor pérdida de sensibilidad. En resumidas cuentas, que habrá que encontrar el punto de equilibrio en el que la protección ofrecida sea la suficiente sin que la pérdida de sensibilidad resulte excesiva.
Pues bien, TAG logró alcanzar dicho punto de equilibrio en su nueva línea de guantes de combate, ofreciendo una protección suficiente frente a laceraciones y abrasiones, calor e incluso frío sin sacrificar excesivamente la sensibilidad en las manos como para poder, entre otras acciones, manipular tu arma sin demasiada dificultad (siempre será más difícil que sin guantes, eso sí). Para comprobar de una forma relativamente objetiva que estos guantes no me convertían en una persona torpe los he estado probando durante algo más de un mes, no solo en diferentes sesiones en el campo de tiro, sino también en otras actividades cotidianas, que aunque puedan parecer ridículas me han ayudado a determinar el grado de sensibilidad que se pierde en las manos. El resultado ha sido muy positivo.
Entre los Multicam FastFit y estos TAG FR Combat Gloves, hay una diferencia significativa en cuanto al tacto y sensibilidad, que favorece guantes más finos como el Multicam FastFit. Esto puede plantear cierta pérdida en las manipulaciones, aunque el entrenamiento puede hacer que no sea un problema. En decenas de sesiones de práctica en seco utilizamos los TAG FR Combat Gloves y aunque se nota cierta dificultad y algo más de lentitud en las manipulaciones del arma, no es para tanto.
Con estos guantes se pueden realizar sin demasiada dificultad acciones tales como las que implican manipular el arma, tanto el fusil como la pistola, no solo presionar el disparador sino también realizar una recarga táctica o una de emergencia, accionar los sistemas de retención de la funda pistolera, accionar la aleta selectora del seguro, la retenida del cierre o la del cargador, accionar la palanca de montar o la corredera, girar el selector de intensidad del punto de un visor de punto rojo, ajustar la correa portafusil, incluso, con algo más de dificultad, introducir cartuchos en el cargador. También permiten realizar otras actividades cotidianas, normalmente necesarias, como puede ser contestar el teléfono, manipular el cronómetro de tiro, realizar anotaciones con papel y boli, utilizar una navaja, abrir las múltiples cremalleras de tu mochila o bolsa, buscar las llaves del coche en el bolsillo de la mochila o bolsa, …
Pero lo mejor de todo es que con estos guantes tus manos disponen de suficiente protección mientras realizan todas esas acciones. No resulta extraño sufrir algún tipo de arañazo o pequeño corte en las manos durante la manipulación de un arma de fuego con las manos desnudas, especialmente durante una prolongada sesión de tiro, lo que se puede evitar fácilmente utilizando unos guantes de combate como estos.
Por otra parte, resulta muy interesante la protección frente al calor que ofrecen estos guantes, lo que te permite, por ejemplo, tocar el cañón o el guardamanos del fusil cuando están excesivamente calientes tras haber realizado muchos disparos. De otro modo, además del riesgo de sufrir una quemadura en las manos por tocar el cañón en un descuido, sería imposible poder empuñar el fusil correctamente al no poder abrazar con la mano el guardamanos debido al calor que desprende. Aunque se trata de una circunstancia que difícilmente puede presentarse en la vida real, bien merece la pena el mínimo esfuerzo que supone estar preparado.
La protección frente al calor que ofrecen estos guantes pude comprobarla en una ocasión en la que se realizaron un total de 990 disparos con un mismo fusil en un periodo de una hora en series espaciadas de 30 disparos (1 cargador) tiro a tiro. En los últimos 120 disparos de dicha sesión de tiro no podía agarrarse el guardamanos con la mano desnuda debido al calor que éste desprendía, que se había ido acumulando tras los primeros 870 disparos. Los guantes de combate TAG permitieron agarrar el guardamanos y continuar el tiro, e incluso tras la serie completa de disparos, a los meros efectos de comprobar la protección frente al calor que ofrecen estos guantes, pude agarrar el cañón del fusil momentáneamente sin sufrir ninguna quemadura, que ya es bastante. Asimismo, una forma casera de poner a prueba estos guantes consistió en precalentar a 250 grados centígrados la bandeja metálica del horno de cocina para acto seguido sujetarla con ambas manos durante sólo un segundo. No se trata de unos guantes con los que trabajar en una fundición, pero sí ofrecen protección suficiente frente al calor como para mantener un contacto momentáneo con superficies calientes.
Aunque no se trate de unos guantes especialmente indicados para proteger las manos frente al frío, sí que proporcionan algo de aislamiento y, si las condiciones meteorológicas no son excesivamente adversas, mantienen las manos calientes y protegidas del frío sin necesidad de disponer de otros guantes más específicos.
En resumen, si quieres proteger tus manos y dedos, los guantes de combate TAG son una buena opción. No se pueden calificar como baratos, pero tampoco es menos cierto que «todo tiene un precio» y que «cada cosa se paga por lo que vale». En mi opinión, si introducimos en la balanza la calidad y la protección que ofrecen estos guantes frente a su precio, la inversión merece la pena, al fin y al cabo, ¿cuánto cuestan unas manos y dedos nuevos? Además, ahora, después de más de 8 años con estos guantes, puedo decir que durar duran lo suyo.
Los guantes pueden adquirirse directamente online a través de la página web del propio fabricante.
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Shellback Tactical acaba de añadir estos guantes a su catálogo de productos de venta al público. Pueden adquirirse directamente online a través de su página web:
Les tengo echado el ojo desde hace tiempo pero finalmente no me he decidido a hacerme con unos. Ya veremos si este año puedo hacerme con unos. No estaría mal tener un ejemplar de prueba y evaluación, así que intentaré conseguirlos.
Están muy bien de precio pero lamentablemente sólo están disponibles en talla L.
Los guantes de asalto de Viking Tactics siguen siendo los mejores que he usado en mi vida…los echo mucho de menos, aunque no están en absoluto jubilados, buen uso les está dando uno de los chicos de Valdemoro.
Pues no sé qué es lo que sucede que la página web de Tactical Assault Gear (TAG) lleva días fuera de servicio. Si no recuerdo mal, directamente desde su página web se pueden adquirir. Creo que en España esta marca no tiene distribuidor oficial, lo que es un problema porque los pedidos a Estados Unidos suponen gastos de envio además de IVA y aduana.
Tienen muy buena pinta, donde se podrian ver o conseguir unos? A ver si los hay d mi talla y que se ajusten bien, soy muy maniatico en ese aspecto.
Gracias y sigue asi!!
Aunque en el dorso de la mano se utilice un tejido con Kevlar que supuestamente ofrece cierta protección frente a cortes no se trata de unos guantes que protejan frente a cortes o pinchazos.
En cuanto a la protección dura en los nudillos para mi es más inconveniente que ventaja. No he probado la versión con protección dura pero sí he tenido otros guantes con protección dura y me resultaba un tanto incómodo tener permanentemente una pieza dura sobre los nudillos a la que no acababa de verle la utilidad.
¿Ofrecen protección anti-corte o anti pinchazos?
¿Merecería la pena la protección dura de nudillos?
Gracias