Un rebelde del Ejército Libre Sirio (ELS) con un StG-44 de control remoto. Fotos del Centro de Estudios Militares Extranjeros del Ejército de Tierra estadounidense
El control remoto no es cosa nueva. La novedad se encuentra en la proliferación del control remoto en las armas y muy especialmente en la facilidad para acceder a esta tecnología. Esta innovación no supone un problema cuando se encuentra en buenas manos, es decir, en la de países aliados.
El problema surge y se acrecienta cuando el enemigo se vale de esta tecnología para intentar sacar cierta ventaja en combate. Pues bien, como tantas cosas que se escapan a nuestro control, resulta inevitable que en Siria e Irak aparezcan cada vez más armas por control remoto.
Este artículo data de hace unos cuantos años y pasado el tiempo se puede comprobar hasta qué punta era acertado en su momento. Desde luego, los drones suicidas o kamikazes o «municiones merodeadoras» [loitering munitions] sí que han proliferado considerablemente.
Siria e Irak son incubadoras de armas de control remoto. Seguramente las armas teledirigidas se van a multiplicar considerablemente.
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