Cómo elegir a un verdadero instructor. Por Kyle Defoor.

Este tema es y será siempre recurrente, gracias a la cantidad de «seres de luz» que se toman una «pastillica» y de la noche a la mañana pasan a convertirse en expertos en cualquier materia, para inmediatamente pasar a vender su producto en forma de cursos de «bailes de salón y boca de fuego que va arriba y abajo barriendo a todo el que se ponga por delante, detrás y a cualquier lado». La forma de detectar a semejantes elementos es bien sencilla y común en todo el mundo ─por lo que parece─. En esta ocasión, le toca a Kyle Defoor explicarnos con pelos y señales «cómo elegir a un verdadero instructor» y evitar a los charlatanes.

 

(Traducción de su original en inglés How To Pick an Instructor, por Kyle Defoor)

 


 

 

Cómo elegir a un verdadero instructor

En primer lugar, el término instructor se utiliza en exceso, casi tanto como el de «operador». En realidad, buscas a alguien que pueda ENSEÑAR, no solo instruir o decirte cómo hacer un ejercicio de tiro. Sin embargo, instructor es el término más utilizado en este sector, porque suena mejor que profesor.

 

Qué buscar en un instructor:

  1. Experiencia en la materia. No asumas que alguien sabe lo que se hace solo porque haya llevado un arma encima durante 20 años. 20 años haciendo las cosas mal no es lo mismo que 6 meses haciéndolas bien. En cualquier caso, ¿qué es experiencia? Para mi, y especialmente en el mundo actual, experiencia es hacer, pero de verdad, lo que sea en determinada materia. Por ejemplo, ¿por qué ibas a pagarle un buen dinero a un instructor de combate con fusil que nunca le ha disparado con un fusil a otro ser humano? En esta materia lidiamos con la vida y la muerte. Así que, ¿vas a permitir que una enfermera opere a corazón abierto a uno de tus seres queridos? ¿Y si se trata de un curso de CQB impartido por alguien que nunca ha entrado en una habitación para hacerle frente a otra persona con un arma de fuego, y mucho menos a una persona que le dispara? Recuerda además, que solo por el hecho que alguien sea de una unidad de bandera, no le da carta blanca para enseñar toda materia táctica, incluso aunque lo haya hecho «de verdad» por sí mismo.
  1. Rendimiento. Esto es sencillo. Si un instructor de tiro no demuestra todos y cada uno de los ejercicios de tiro, algo falla. Si tu unidad lleva equipo de combate ─o de servicio─ y el instructor lleva equipo de competición, o si tu equipo dispara con Glock 17 y el instructor tiene que disparar con su pistola de «competición», sencillamente estás tirando el dinero. Cuando busques formación, ten en cuenta que a veces los vídeos son engañosos. Sí, dispara rápido, pero, ¿le está dando al blanco en la zona de la «A»? ¿o solo le da a la silueta en general?
  1. Habilidad para enseñar. ¿El instructor es realmente capaz de transmitir su punto de vista? ¿O únicamente dispara muy bien? Si te grita por cualquier otra cosa que no sea un problema de seguridad, se trata de un claro indicador que el instructor no tiene ni idea sobre cómo corregir los problemas. Pregunta por ahí y averigua qué opina la gente sobre el instructor en el que estás pensando. Los múltiples foros tácticos en la red (como m4carbine.net) son una rica fuente de información.

 

Con qué tener cuidado:

  1. Antecedentes controvertidos o falta de antecedentes. Por alguna razón, muchos se creen que por haber estado en Afganistán o Irak como vigilantes de seguridad privada para una agencia gubernamental, pueden enseñar cualquier materia relacionada con el combate. Nada más lejos de la realidad. Un «vigilante de seguridad privada» con múltiples despliegues en Irak en un cometido de protección de personas NO ES un tirador de primera o una eminencia en CQB, trabajo de sniper o apertura de brechas [breaching]. Muchos se subieron al carro de la seguridad privada después del 11S. ¿Dónde estaban anteriormente? Para llegar a ser suficientemente competente, como para enseñar a un nivel que aporte algún beneficio a todos los implicados, calculo que hacen falta entre 5 y 7 años de servicio en una unidad de combate (obviamente, las unidades de operaciones especiales tendrán más experiencia en combate por su propio presupuesto y cometidos asignados), y otros 3 o 4 años de experiencia profesional en tiro/instrucción, .
  1. Técnicas ligadas al «estilo» de un instructor. Algunos hacen cosas solo para ser diferentes o para vender su producto. Estate atento a eso. Posiblemente exista una razón por la que no todo el mundo respalde técnicas específicas de un determinado instructor.
  1. Mi forma o la forma de hacerlo. Si alguien tiene una limitada experiencia, pero esa experiencia le ha dado buenos resultados, le será difícil cambiar y adoptar formas nuevas o más probadas de hacerlo. Asegúrate que el instructor que elijas esté al día en cuanto a técnicas.

 

Hay tres tipos de instructores:

  1. El bueno.
  1. El instructor de regurgitación. Este es uno que no tiene experiencia en la materia, pero que se ha metido a instructor. Es lo suficientemente inteligente como para saberlo, así que se limita a repetir, palabra por palabra, una clase que él mismo recibió anteriormente de un instructor experimentado. Estos son súper peligrosos, porque tarde o temprano se acaban creyendo que realmente saben algo.
  1. El instructor vendehúmos. Este es alguien con poca experiencia, pero una personalidad que le permite venderle agua a un pez. Generalmente, adquiere la personalidad o el estilo de enseñanza de un instructor del que ha recibido algún curso en el pasado. Suele ser capaz de explicar algunos aspectos de interés porque tiene Google.

En resumen: si vas a lo barato, pagas dos veces [más español, lo barato sale caro].

 


 

Ahí lo tienes todo bien explicadito. No hemos puesto los nombres de escuelas y gurús que podrían encajar en cada uno de los aspectos tratados por Kyle en este artículo. Posiblemente se te venga a la mente más de uno. Incluso puede que te des por aludido, porque nos consta que más de un vendehúmos sigue el blog como el que sufre hemorroides ─en silencio─.

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