Situación táctica: persecución e incapacitación mortal del autor del robo a mano armada de un coche. DeLand, Florida (EE.UU.). 11 de abril de 2019.

Otra vez nos las damos de comentaristas (el audio no es gran cosa) y añadimos nuestros comentarios sobre el vídeo original ─que puedes encontrar aquí─. Se trata de las secuencias de vídeo grabadas por un helicóptero de la Policía y las cámaras corporales de varios agentes, en las que se puede ver la persecución de un coche robado que conduce un hombre armado con una pistola. Más abajo tienes la historia completa de lo sucedido. Bien está lo que bien acaba, y aunque el ladrón resultó mortalmente incapacitado por los disparos de la Policía, la cosa acaba bien, con únicamente un policía herido de un rasguño en la cabeza (la suerte tuvo mucho que ver para que no acabara en tragedia). No obstante, el peligro está presente en todo momento, tanto durante la persecución, como en el momento de realizarse los disparos, que no son pocos.

AVISO: el contenido de este vídeo solo tiene un propósito educativo e informativo.

Por un lado, la persecución plantea un serio problema, dado que el ladrón no hace más que intentar escapar sin importarle nada ni nadie. Podría llevarse a cualquiera por delante. En estos casos no sabe uno si es mejor darle margen y seguirlo a distancia hasta que se detenga, para evitar que realice maniobras peligrosas y circule a toda velocidad. Al fin y al cabo, con el helicóptero en el aire siguiéndole, y tantos coches de Policía cercándolo, lo tiene difícil para escapar. En el vídeo se pueden ver situaciones de peligro, tanto para otras personas, como para algún policía que a punto está de ser atropellado.

Por otro lado, los múltiples disparos realizados, tanto por la Policía, como por el ladrón, ponen en el aire proyectiles que automáticamente se convierten en balas perdidas ─si no aciertan su blanco─. Las balas perdidas plantean un serio peligro, vengan de dónde o quién vengan, como ya tratamos en otra ocasión ─aunque para algunos «rociar y rezar» no suponga un problema─. En este caso, en la dirección hacia la que disparan los policías hay árboles que pueden detener los proyectiles, pero no hay que olvidar que el alcance máximo de un proyectil supera el kilómetro. Lo ideal es que todos los disparos que fallen su blanco vayan al suelo siguiendo una trayectoria descendente y no vuelen mucho más allá de unos metros en el caso de llevar cierto ángulo. En el vídeo hemos añadido las imágenes de Google Maps y de Street View (puedes verlas a continuación) del lugar donde se producen los disparos, para comprobar qué hay más allá de la arboleda. También entre la arboleda podría haber alguien que fuera alcanzado por algún disparo. De ahí que sea tan importante darle al blanco y no fallar. De ahí que sea tan importante entrenar para eso y no para rociar y rezar.

La historia de los hechos es la siguiente. La tarde del jueves 11 de abril de 2009, el sospechoso del robo a mano armada de un coche, que antes disparara contra policías municipales de Volusia (Florida, EE.UU.), resultó herido mortalmente, mientras que un sargento de la Policía Municipal de Volusia [Volusia County Sheriff Office] sobrevivió tras ser alcanzado por uno de los proyectiles del sospechoso, que le rozó la cabeza. El enfrentamiento se originó cerca de la autovía Interstate 4, cuando el sospechoso le robó el coche a una señora a punta de pistola en Deltona. La Policía inició una persecución por la zona de DeLand y al lograr detener el coche del sospechoso, a punto de estuvo de robarle el coche a otro ciudadano.

En torno a las 14:21 se informó del robo del coche en una casa a la altura del número 2500 de la calle Ludlow, en Deltona. La víctima dijo que un hombre se subió a su coche tipo pickup, le apuntó con una pistola, le quitó las llaves y se fue con el coche. La Policía intentó detener el coche robado en Deltona, pero el sospechoso continuó su huida de forma errática. En un momento dado, el sospechoso giró bruscamente cuando un policía le lanzó a las ruedas una cadena de pinchos. Mientras huía, el sospechoso llevaba en la mano una pistola que agitaba por fuera de la ventanilla del conductor.

Tras pasar por encima de varias cadenas de pinchos, con las cuatro ruedas aparentemente pinchadas, el coche iba muy despacio, hasta que finalmente se detuvo en la carretera secundaria 44, delante del recinto ferial de Volusia. El sospechoso salió del coche con la pistola todavía en la mano y corrió en dirección a varios coches que estaban parados en el carril contrario. Un policía fue con su coche tipo todocamino sin rotular en dirección al sospechoso, impidiendo que llegara hasta otra potencial víctima del robo de su coche. El sospechoso echó a correr en dirección contraria y abrió fuego contra varios policías. Los policías respondieron con sus armas y alcanzaron varias veces al sospechoso. Aún con la pistola en la mano, el sospechoso se metió entre los árboles, donde finalmente lo detuvieron. Lo sacaron de allí y le practicaron los primeros auxilios antes que fuera trasladado al hospital, donde posteriormente se le declaró fallecido.

El fallecido es Phillip Thomas Marsh, de 30 años, nacido el 12 de julio de 1988 en Lake Helen. Se le había declarado desaparecido y suicida a principios de esa misma semana y se sabía que se mostraba violento hacia la Policía y que había amenazado con «suicidarse por la Policía» y por otros medios. El sargento herido de un rasguño en la cabeza es Thomas Dane, de 54 años, que lleva 30 años en la Policía Municipal de Volusia (desde julio de 1988). Las imágenes de la cámara corporal del Sargento Dane indican que recibió el disparo justo después de salir del coche. Encontraron su sombrero tirado en la carretera con un agujero de entrada al lado del emblema «Sheriff’s K-9 Unit» de delante y un agujero de salida unos centímetros por encima detrás. Fue atendido y dado de alta en el Centro Médico Halifax Health de Daytona.

Fueron cinco los policías que dispararon contra Marsh. El número exacto de disparos realizados no está confirmado. Se cree que Marsh disparó varias veces. La Policía de Florida llevó a cabo la investigación oficial del enfrentamiento. Los policías implicados se fueron de permiso, que es lo normal en estos casos. El Jefe de la Policía Municipal Mike Chitwood, que fue uno de los implicados en la persecución y se encontraba en el lugar durante el enfrentamiento, alabó las tácticas y coordinación de todos los implicados. «Todo lo que hicieron fue intentar evitar lo que pasó ─sabiendo que esto era posiblemente lo que iba a pasar─», dijo Chitwood, a lo que añadió: «Esta noche cuando llegue a casa, le rezaré a Dios para agradecerle que el Sargento Dane esté de vuelta al trabajo muy pronto». La zona del incidente se reabrió a la circulación en torno a las 20:00 de ese mismo jueves.

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