En otro artículo hablamos de un libro imprescindible en la biblioteca de cualquier aficionado o profesional de las armas de fuego ─«Hablan sin rodeos sobre defensa armada: lo que los expertos quieren que sepas», recopilado por Massad Ayoob─. Entre los expertos que escriben un capítulo del libro, cada uno sobre su área de conocimiento relacionada con el combate con armas de fuego, se encuentra la reputada Dra. Alexis Artwohl. La Dra. Artwohl es considerada una autoridad en cuanto a los aspectos fisio-psicológicos de un enfrentamiento violento.
Tal reputación se la ha forjado por sí misma desde que fuera psicóloga de la Policía de Portland, Oregon (EE.UU.), tras una vida dedicada al estudio e investigación en ese campo que le ha llevado a impartir múltiples conferencias. En su momento plasmó gran parte de su trabajo en su libro «Deadly Force Encounters» [Enfrentamientos de Fuerza Letal], con la coautoría de Loren Christensen ─antiguo policía de Portland y maestro de artes marciales─, libro que se ha convertido en lectura imprescindible (confesamos que lo tenemos desde años y no lo hemos leído todavía, pero tarde o temprano llegará el momento).
En su capítulo del libro, la Dra. Artwohl explica cómo el estrés propio de un enfrentamiento armado afecta a la memoria y la toma de decisiones. No vamos a reproducir aquí todo el capítulo ─porque (1) no tenemos permiso y (2) llevaría mucho tiempo traducirlo─, pero si vamos a trasladarte algún párrafo que nos ha llamado la atención. Como no podía ser de otra manera, tratándose de una autora que procede del ámbito científico, las afirmaciones que la Dra. Artwohl escribe en su capítulo están respaldadas por una serie de referencias bibliográficas ─casi 40─ que no hacen más que reforzar la ya de por sí validez epistemológica de su testimonio (ojo, que cualquiera no puede decir lo mismo; la cantidad y calidad de las referencias bibliográficas refuerzan la validez de un texto, de forma que un texto con pocas o malas referencias bibliográficas puede llegar a ser muy cuestionable).
Una de las cuestiones que la Dra. Artwohl explica en su capítulo del libro se refiere a la poca fiabilidad del testimonio de protagonistas y testigos de un enfrentamiento armado. Esta poca fiabilidad tiene su origen en los efectos del estrés propio de un enfrentamiento armado sobre la memoria, de tal forma que protagonistas y testigos pueden contar la historia sin ajustarse exactamente a la verdad, no porque mientan intencionadamente, sino porque no recuerdan los hechos tal y como sucedieron realmente. Por este motivo, para conocer cómo se produjo un enfrentamiento armado, es necesario analizar y contrastar todos los datos disponibles, no solo los testimonios de protagonistas y testigos, sino también cualquier otra información. Esto mismo ya ha sido constatado en investigaciones como la liderada con la Dra. Lorraine Hope, en la que se concluyó que «la memoria es peor respecto al momento más crítico del enfrentamiento armado de un policía».
La Dra. Artwohl explica en un fragmento de su capítulo:
La literatura científica sobre declaraciones de testigos ha demostrado repetidas veces que los testigos suelen equivocarse, especialmente en lo que se refiere a los detalles (Morgan, et.al, 2004; Sharps, et.al., 2009; Wells y Quilivan, 2009). Esto puede incluir a testigos que están completamente seguros que sus recuerdos son precisos cuando en realidad no lo son. Lo que una persona cree que ha sucedido se puede denominar su «verdad narrativa»: una historia totalmente honesta de lo que creen que sucedió. Sin embargo, esta historia honesta también puede ser un recuerdo no del todo preciso de lo que sucedió realmente.
Lo que sucedió realmente se puede denominar «verdad histórica». Esta discrepancia entre la verdad histórica y la verdad narrativa es algo habitual y normal, pero puede generar confusión en los tribunales. Las evidencias de ADN han exonerado a cientos de personas que fueron condenadas por crímenes que no habían cometido. El 70% de esas condenas se apoyaron firmemente en testimonios de testigos que resultaron ser erróneos (Wells y Quilivan, 2009). Si eres el sujeto de una investigación y tu verdad narrativa no se ajusta perfectamente a la verdad histórica, se te podría tachar de mentiroso y esto no ayudaría a tu supervivencia legal.
Como dice la Dra. Artwohl, la diferencia entre lo que el protagonista en un enfrentamiento armado cree que ha pasado y lo que ha pasado realmente supone un problema de credibilidad para el protagonista que no juega a su favor en los tribunales. Para que este hecho comprobado científicamente no sea tenido en cuenta es necesario que todos los implicados en el proceso judicial comprendan que es habitual y normal que esto sea así, de tal forma que los hechos probados en los que basar el fallo judicial no se elaboren únicamente a partir de testimonios de protagonistas y testigos, sino que se basen en un cúmulo de datos contrastados. Vamos, que aquel que ha tenido una experiencia como un enfrentamiento armado no va a ser el más indicado para contar los detalles de lo sucedido.
En cuanto a la reconstrucción de los hechos cuando un policía hace uso de la fuerza, puede que sea ejemplar la Policía de Los Angeles (EE.UU.), que pone a disposición del público en general una serie de sumarios resumidos sobre incidentes con uso categórico de la fuerza [Abridged Summary Of Categorical Use Of Force Incident], en los que se puede apreciar la labor de investigación que realizan sobre todo incidente de ese tipo para esclarecer lo que sucedió realmente. De esta forma, intentan que la ciudadanía sea consciente que todo uso de la fuerza por parte de sus policías se investiga concienzudamente para establecer la legitimidad o no del mismo. En su web http://lapdonline.org/categorical_use_of_force puedes encontrar estos sumarios resumidos de los incidentes con uso categórico de la fuerza desde 2004, en los que se incluye un resumen de cada incidente y un análisis de las conclusiones.
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Sucede en cualquier país. No se tienen en cuenta todos los factores que influyen en una situación para tener la visión completa de lo que sucedió. Poco a poco confiemos en que vaya evolucionando el sistema.
Es cierto en México se tiene mucha inconsistencias en estos detalles y eso obliga a qué sea sancionado el policía sin anter tener esa consideración de que el policía pasó una situación de estres
Uno de los problemas de esas diferencias de narrativa es que se pueda pensar que el policía miente y eso se utilice en su contra en un tribunal.
Supongo que en EEUU será fácil demostrar si se trata de realidad narrativa, toda vez que es raro el cuerpo policial que no dispone de cámaras en sus actuaciones.