Sucedió por 1994.
Por fin nos autorizaron a utilizar una carabina para combate cercano [Close Quarters Battle (CQB)] en lugar del subfusil H&K MP5 con el que habíamos estados trabajando exclusivamente hasta ese momento. El MP5 había sido el arma para CQB elegida por el SAS británico y tanto las Fuerzas de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra estadounidense como las de la Armada estadounidense estaban fuertemente influenciadas por cómo los británicos habían llevado a cabo sus operaciones. Pero tras estudiar el rendimiento sobre el terreno, desde operaciones especiales en Vietnam hasta la misión de rescate de rehenes en Princess Gate (asalto a la embajada de Irán en Londres en 1980), los que toman las decisiones en los Estados Unidos se dieron cuenta de que era necesario un calibre de fusil, incluso a distancias de combate cercano (CQB) dentro de habitaciones.
Sencillamente, un arma larga que dispara un calibre de pistola no estaba muy bien consideraba, y nadie confiaba en ella como para llevársela a una misión real. Es por eso que, durante la Operación Causa Justa [Operation Just Cause] en Panamá y la Operación Serpiente Gótica [Operation Gothic Serpent] en Somalia, tanto La Unidad [The Unit] (Delta Force) como «El Mando» [The Command ] (SOCOM), se desplegaron con carabinas CAR-15s muy modificadas. Las experiencias allí vividas consolidaron la utilidad y letalidad de la que se convertiría en una de las armas de asalto más eficaces de todo
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