Conceptos sobre rendimiento, lecciones aprendidas en el adiestramiento. Por John.

Este artículo es una traducción, autorizada por su autor original, del mensaje colgado en un foro profesional por John, antiguo miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército de Tierra estadounidense y actualmente instructor y tirador deportivo, que expone una serie de interesantes apreciaciones sobre el adiestramiento en el arte de combatir con armas de fuego surgidas a raíz de su asistencia al curso organizado por Crye Precision Inc., de acceso restringido, e impartido entre los días 18 y 20 de noviembre de 2011 por EAG Tactical Inc. y el difunto Pat Rogers, en las instalaciones del United States Training Center (anteriormente conocido como Blackwater Training Center, después ACADEMI y actualmente conocido como Constellis), en Moyock (Carolina del Norte, EE.UU.). En el vídeo siguiente habla sobre estas instalaciones, que son las más grandes de EE.UU. en manos privadas.

 


 

He recibido un par de correos privados pidiéndome que repase/explique algunos de los conceptos sobre rendimiento sobre los que hablamos brevemente en clase.

Se trata de unas directrices que nos ayuden a entender los elementos de la componente mental del tiro, pero que son de aplicación en la ejecución de casi cualquier tipo de habilidad.

 

Nº. 1. Concéntrate en la acción y no en el resultado.

La ansiedad que puedes notar en tus carnes a la hora de disparar consiste en una forma de miedo. Miedo a disparar malamente, miedo a ser criticado, miedo a que tus habilidades no estén a la altura de las circunstancias de la situación. Si piensas en el resultado deseado, «tengo que colocar este disparo en la cabeza o sino voy a hacer el ridículo delante de esta gente», debido a la forma en la que funciona nuestra mente, tu atención se centrará en evitar un mal resultado en lugar de concentrarse en los elementos necesarios para disparar bien y obtener un buen resultado.

Muchos tiradores disparan mal porque temen disparar mal.

Este hábito mental puede cambiarse con un adiestramiento adecuado. Existen algunas herramientas concretas que hacen esto posible. En primer lugar, concéntrate en los elementos correctos de la tarea y los resultados saldrán solos. En la línea de tiro me convierto intencionadamente en un auténtico disco rayado cuando no dejo de repetir «mira al blanco, ten en cuenta la compensación en altura [offset], coloca el punto donde quieras, realiza el disparo, observa cómo se levanta el punto y comprueba el impacto, es la ÚNICA manera». Si haces eso el resultado será predeciblemente bueno.

 

Nº. 2. Usa sólo imágenes positivas.

La mente humana tiene dificultades para distinguir bien entre una acción visualizada interiormente (lo que imaginas que va a pasar) y una acción ejecutada en el pasado. La mente funciona a través de imágenes mentales pero no puede convertir un imagen negativa en un acto positivo. ¿Y qué quiere decir esto? Si piensas «¡no quiero fallar el tiro sobre el metal!», ¿qué ve tu mente? ¡Un disparo fallido sobre el metal! En lugar de eso piensa «¡dale al metal!», entonces observa cómo tus elementos de puntería se encuentran donde tú quieres, imagina la sensación del disparo y comprueba cómo efectivamente cae el metal. ¿Ves la diferencia? Si piensas «¡no tropieces!», ¿qué ve tu mente? ¡Un tropiezo! Si piensas «¡espero que no se me caiga el cargador del arma porque no haya empujado/tirado [push/pull]1 de él», ¿qué sucederá? ¡Que en el momento más crítico no empujas/tiras [push/pull] del cargador! La preparación mental para el combate con armas de fuego implica entrenar tu mente para que funcione con imágenes positivas. Visualiza qué quieres hacer y la forma en que debería hacerse. Cuanto más puedas desmenuzar mentalmente una acción hasta el más mínimo detalle y «ejecutar el programa» visualizándolo todo mentalmente, mejor lo absorberá tu mente como «experiencia». Se trata de una pieza del puzzle para mejorar tu rendimiento.

La técnica empujar/tirar [push/pull] predicada por Pat Rogers consiste en comprobar que el cargador queda bien asentado en el fusil cada vez que éste sea introducido en el mismo, bien sea durante una recarga administrativa, una táctica o una de emergencia, para lo que una vez introducido el cargador en su alojamiento en el arma éste se empuja hasta el fondo y a continuación se tira de él. De esta forma se garantiza que el cargador ha quedado bien trincado por la retenida del cargador, evitando así la sorpresa no deseable de comprobar que el cargador se cae al suelo en el momento menos oportuno.

 

Nº. 3. Olvida tus errores.

Esto no quiere decir que no aprendas de tus errores sino que no te obsesiones con ellos y no los revivas en tu mente una y otra vez. Si cometes un error corrígelo y concentra toda tu energía mental en la forma correcta de hacerlo. Si te concentras en tus fallos enseñas a tu mente a fallar. Tsunemoto escribió sobre esto en el Hagakure hace ya 400 años.

Por supuesto existen volúmenes de información sobre cada uno de estos puntos, por ejemplo, las observaciones al respecto de Lanny Bassham y su sistema de control mental Mental Management.

Si existe un número 4 ese es el siguiente.

 

Nº. 4. Si tienes un problema con tu equipo SOLUCIÓNALO.

Es imposible que puedas aplicar cualquiera de esas técnicas mentales si te estás peleando continuamente con un equipo que no funciona. Si se trata de una arma poco fiable averigua cuál es el problema cueste lo que cueste. La confianza de cualquiera queda anulada cuando no sabes si tu arma va a hacer «pum» o no. Si se trata de tu equipo cámbialo. Desafortunadamente un curso de combate con armas de fuego es un buen momento para averiguarlo. Yo prefiero saberlo con la suficiente antelación de forma que pueda concentrarme en aprender cosas más importantes mientras disparo en clase.

 

Fue un gran curso. Como siempre, le agradezco a Pat el haberme permitido participar y contribuir. Siempre seré alumno suyo y soy yo el que más aprende siendo su ayudante. Mike también es una fuente de sabiduría para todos nosotros. No existe sustituto para la experiencia y, cuando has enseñado a miles de personas de todas las procedencias, ¡eso se nota!

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