Las experiencias y anécdotas vividas por sus auténticos protagonistas y testigos son una gran fuente de enseñanza y aprendizaje para todos que merece la pena conservar y difundir. El texto que se traduce a continuación se extrajo del boletín de junio de 2015 de la Revista de Medicina en Operaciones Especiales [Journal of Special Operations Medicine (JSOM)]. Nos pareció interesante y aplicable a casi cualquier cosa, como puede ser esto del combate con armas de fuego.
(Es una traducción de su original en inglés publicado en el newsletter del JSOM)
Tras más de una década de guerra, son muchas las historias que contar. Breakaway Media, editorial de la Revista de Medicina en Operaciones Especiales [Journal of Special Operations Medicine (JSOM)], pretende recopilar y publicar tus historias, sean estas graciosas, lecciones aprendidas, o un incidente o paciente que te impactó.
Las mejores evidencias relevantes se obtienen primero al juntar historias de experiencias y anécdotas clínicas. Los sanitarios que ignoran las historias y relatos de aquellos que les precedieron en pro de únicamente evidencias particulares lo hacen bajo su propia responsabilidad. La literatura clínica de las fuerzas de operaciones especiales resulta principalmente de paradigmas interpretativos, lo que quiere decir que las evidencias se generan a partir de experiencias contextuales que se comparten a través de la narrativa. Aquellos en activo hablan entre ellos, especialmente de las lecciones aprendidas. Las fuerzas de operaciones especiales no tienen parangón en el mundo clínico por estas múltiples formas de compartir experiencias (lecciones aprendidas, informes después de una acción [after-action review (AAR)], etc.).
Los veteranos de combate son los biógrafos de sus experiencias vividas. Si los archivos de narrativa clínica de las fuerzas de operaciones especiales no se comparten, quedan incompletos, o no se protegen debidamente, el incalculable valor de sus experiencias se perderá para siempre, en detrimento no sólo de la comunidad de fuerzas de operaciones especiales, sino también de los militares convencionales y de la ciencia médica civil. Cuando las experiencias de los sanitarios se conservan formalmente, aquellos que han sido testigos se convierten en historiadores de facto. Sus historias han de recopilarse y guardarse, para preservar el fenómeno de interés para las entidades investigadoras, científicas y educativas. Las únicas evidencias irrefutables y permanentes sobre las que se pueden construir otros casos clínicos son las experiencias narrativas de los sanitarios de las fuerzas de operaciones especiales que se hayan salvaguardado.
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