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Hace 10 años llegó a nuestras manos un interesante documento, en inglés, sobre lecciones aprendidas en la operación Hue City, narradas por algunos de sus protagonistas, que tradujimos al español por aquel entonces y que ahora reproducimos aquí en varias partes por si fuera interesante.
Aquí tienes la quinta parte, que incluye unas aportaciones adicionales sobre tácticas de pequeña unidad, por John Erskine, tácticas urbanas para las armas de apoyo, y sobre el uso de armas químicas:
Lecciones aprendidas
Operación «HUE CITY»
Cía. Charlie, 1er Bón./5ª Brig./1ª Div. Infª. de Marina
RVN* 31 de Enero de 1968 a 5 de Marzo de 1968
*Republic of Vietnam – República de Vietnam.
- EJECUCIÓN.
4.4 APORTACIÓN ADICIONAL SOBRE TÁCTICAS DE PEQUEÑA UNIDAD, por John Erskine.
El Cabo Primero John Erskine participó en los combates en la Ciudad de Hue como explorador de la 1ª Sección, Compañía Charlie. En el plazo de dos días desde el comienzo de los combates, John fue nombrado Jefe de la 3ª Sección después de que su Sargento 2º Jefe de Sección, el Sargento Robert Odum, y su Jefe de Sección, el Alférez John Aamodt, fueran heridos y evacuados. Poco después de asumir el mando como el «Tercero de la Charlie», varios proyectiles RPG impactaron sobre el edificio en el que se encontraba John y algunos de sus infantes de marina, y fue gravemente herido y evacuado. Aquí están las aportaciones de John:
A. Muchos de nuestros oficiales y suboficiales fueron baja en el frente durante los combates en la ciudad, y perdimos a la mayor parte de los nuestros en los primeros días en Hue. Creo que es imperativo que los infantes de marina de todos los empleos se adiestren intensamente en lectura de planos y comunicaciones radio, para que se pueda evitar cualquier momento de pánico y confusión cuando los jefes sean baja.
B. Los sanitarios no pueden estar en todas partes a la vez. Los infantes de marina necesitan más preparación médica en todos los empleos, especialmente cuando se trata de heridas traumáticas.
C. Es bueno dominar las alturas, pero ¿cómo llegas allí? ¿Qué tal si utilizamos arpeos*? Algunos pueden ser tipo mortero (como aquellos utilizados por los Rangers para escalar los acantilados en Normandía).
*Instrumento de hierro con unos garfios, que sirve para rastrear, o para aferrarse dos embarcaciones.
D. Bolas de pintura para marcar zonas despejadas. Simplemente lánzalas contra los edificios o el suelo.
E. En lugar de asomarte por las esquinas de edificios y muros, utiliza periscopios portátiles.
4.5 TÁCTICAS URBANAS PARA LAS ARMAS DE APOYO.
Las armas de apoyo son más eficaces antes de «fuerzas propias cerca»* ya que se minimiza la posibilidad de sufrir bajas por fuego amigo, y se maximizan los fuegos de preparación para apoyar el ataque de la infantería. Durante la Operación «HUE CITY», el fuego indirecto más eficaz en situación de «fuerzas propias cerca» era el de las piezas de 203 mm. Recomendamos que el eje del fuego de apoyo sea tanto perpendicular como paralelo. Finalmente, en el caso de que, tal y como sucedió en la Operación «HUE CITY», debido a consideraciones políticas, no se permita realizar unos auténticos fuegos de preparación, ha de integrarse el empleo de toda la variedad de fuegos de artillería tales como humos, espoletas de retardo, segundo sector, etc… con el ataque de la infantería. El adiestramiento en la coordinación de armas combinadas para el combate en población es fundamental.
Otras ventajas de los fuegos de preparación incluyen la destrucción del camuflaje de posiciones enemigas, el impacto psicológico sobre las fuerzas enemigas, y el hecho de que las armas de grueso calibre pueden crear nuevas avenidas de aproximación y vías de escape para vehículos blindados.
*Si se prevé que los impactos, o explosiones, se producirán a 600 m., o menos, de las fuerzas propias si se trata de artillería de campaña o morteros. Para cañones navales de 5″ de calibre y mayores, será 1000 m. Se corregirá con tiro regresivo.
Uno de los aspectos más eficaces de las armas de apoyo durante la lucha por Hue fueron los «equipos asesinos» que se crearon; un carro M-48 y un Ontos se emparejaban y progresaban juntos como un equipo. Esto permitía al carro o al Ontos alcanzar una posición de fuego ventajosa, mientras el otro le cubría. Además, la devastadora potencia de fuego proporcionada por el cañón de 90 mm del carro y los (6) cañones de 106 mm del Ontos resultó ser extremadamente beneficiosa debido a su capacidad para realizar fuegos de precisión. Los vehículos blindados pueden conceder muchos beneficios a la infantería empeñada en el combate en población, ya que proporcionan cierta cobertura contra el fuego enemigo de armas de pequeño calibre. Sin embargo, los vehículos blindados también pueden convertirse en «imanes de cohetes» provocando bajas en las fuerzas de infantería cercanas.
Excepto en el caso de fuegos de interdicción u hostigamiento, los edificios que se baten con armas de grueso calibre deberían ocuparse inmediatamente, aprovechando cualquier ventaja que pudiera proporcionar un impacto, y se debería hacer todo lo posible para limpiar y neutralizar todas las posiciones enemigas en ese edificio en particular antes de que termine el ataque (siempre que sea posible).
Recuerda que cuando realices peticiones de fuego, puedes solicitar «impacto»* para que las fuerzas propias tengan tiempo para buscar cobertura inmediatamente antes del impacto.
En operaciones diurnas, el empleo de humos a menudo resulta muy útil cuando los infantes de marina tienen que atacar a través de espacios abiertos.
*Si el OAV tiene dificultades en apreciar sus impactos, por la situación táctica existente, porque se encuentre a cubierto o porque el fuego de otras armas le confunda, puede pedir al FDC que le anuncie IMPACTO, cinco segundos antes de que se produzca.
Sin embargo, como se comprobó durante la Operación «HUE CITY», incluso con todo el apoyo de armas de grueso calibre, que se prestaba fundamentalmente a los infantes de marina, nos enfrentamos a tropas del Ejército Norvietnamita armadas de valor que combatían desde posiciones preparadas, se trasladaban a posiciones secundarias, combatían nuevamente, y finalmente, muy reacios, morían. Al ocupar cada habitación, cada piso, cada tejado, cada edificio, cada calle, el fusilero infante de marina acababa ganando la batalla.
Para las unidades de infantería es fundamental conocer tanto las posibilidades como las limitaciones de las armas de apoyo. Por ejemplo, el fuego naval tiene una trayectoria muy tensa, y no necesariamente eficaz debido al terreno vertical (edificios). Además, según nuestra experiencia, no era inteligente quedarse en la línea cañón-blanco porque lo habitual era que el primer disparo no fuera tan preciso como la artillería o los morteros, en cuanto al alcance que se especificaba.
Otro aspecto sobre las limitaciones de las armas de apoyo tiene que ver con el apoyo de helicópteros. El terreno urbano no perdona a los helicópteros que puedan verse obligados a realizar un aterrizaje de emergencia. Por lo tanto, los pilotos de helicóptero pueden ser reacios a sobrevolar terreno urbano. Además, maniobrar con un helicóptero en terreno urbano es una proposición muy difícil y peligrosa.
Un aspecto muy trágico del empleo de las armas de apoyo en el combate en población es que la probabilidad de bajas civiles es muy alta. En al menos dos situaciones que nosotros sepamos, el NVA utilizó civiles como «escudos» para sus fuerzas de infantería, y necesariamente tuvieron que realizarse peticiones de fuego sobre esas posiciones.
4.6 SOBRE EL USO DE ARMAS QUÍMICAS.
Durante los combates del 1er/5ª dentro de la fortaleza de la Ciudadela (que comenzaron el 13 de Febrero de 1968) el batallón avanzó un total de cuatro bloques por nuestra dirección de ataque, que tenía cuatro bloques de ancho. De este modo, el 1er/5ª aseguró un total de dieciséis bloques de la zona de acción que se le asignó después de casi dos semanas de duros combates callejeros (13-25 de Febrero de 1968). En esta tarea, sufrimos casi un 50% de bajas a manos de una fuerza del NVA bien adiestrada y decidida, una fuerza que finalmente se estimó en unos 11.000 hombres en la zona de acción de la ciudad de Hue.
El 25 de Febrero de 1968, los infantes de marina de la Compañía Charlie dispararon tres lanzadores de gas E-8, cada uno con unas 40 granadas de gas CS, sobre la última posición conocida del enemigo. A la mañana siguiente, el 1er/5ª tomó el control de los doce bloques restantes en unas tres horas, sin una sola baja, porque el NVA no tenía equipo para combatir un ataque con gas lacrimógeno y se vio obligado a retirarse.
Nadie puede afirmar con seguridad que el empleo de armas químicas en las primeras etapas de la batalla habría marcado una diferencia (¡aunque a todos nosotros se nos entregaron nuevas máscaras de gas el día anterior a que entráramos en la ciudad de Hue!), pero muchos de los veteranos de aquella batalla se preguntaban frecuentemente qué habría ocurrido si se hubieran desplegado los E-8 en las primeras etapas de la batalla. Recomendamos el uso acertado de armas químicas, tales como gas lacrimógeno, etc… en el combate en población.
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