«¿Qué tal el .22 para practicar?» (En referencia al .22 Long Rifle o .22 LR) Esta pregunta salta a la palestra frecuentemente durante los cursos de tiro. «Constituye una buena opción» es mi respuesta. No importa el calibre que dispares, de cualquier forma tienes que apuntar, mantener la puntería, presionar el disparador y aplicar el follow through [lo que viene después del disparo] para lograr impactos precisos. La misma secuencia se aplica al tiro mientras te mueves o bates un blanco móvil. Con un .22 ─incluso ahora que resulta más difícil conseguir munición y más cara de lo que solía serlo─ puedes practicar las mismas técnicas más por menos dinero.
Hubo un tiempo en el que practicar con un .22 significaba utilizar un arma que era radicalmente diferente a la que normalmente portabas o disparabas. Hoy día tienes la opción de configurar tu plataforma habitual para disparar el .22 instalándole un kit de conversión o bien puedes hacerte con una de las armas dedicadas exclusivamente al .22 que constituyen prácticamente una copia exacta de la que normalmente utilizas en otro calibre.
Desde que he empezado a portar Glocks con mayor frecuencia, especialmente su G19, adquirí un kit de conversión al .22 de Advantage Arms, el cual consiste en un conjunto completo de corredera que se monta directamente sobre el armazón de tu pistola (dos de mis instructores habían probado a fondo estos kits de conversión, así que me constaba que era un buen producto). La instalación es muy sencilla. Retira la corredera de tu pistola e instala la corredera en calibre .22 del kit de conversión. El kit alivia ligeramente la tensión del disparador pero eso no plantea ningún problema porque sabemos que hay que presionar el disparador hasta que el arma decide que es momento de disparar y a continuación reseteamos el disparador durante el follow through. Con este kit en concreto la corredera queda retenida atrás con un cargador vacío. Cargador vacío fuera, nuevo cargador para dentro y accionar la corredera. Y todo el conjunto sirve perfectamente para tu funda pistolera y bolsillos portacargadores de siempre.
Para el adiestramiento con fusil AR es difícil superar al S&W M&P 15-22. Este fusil te proporciona la misma ergonomía que tu fusil AR estándar; la única diferencia radica en que la palanca de montar no se acciona retrocediendo tan atrás como en un fusil .223/5.56. Estos fusiles están disponibles en varias modalidades y puedes configurarlos para que sean un gemelo idéntico a tu arma tradicional. Los M&Ps son tremendamente asequibles y no lleva demasiados tiros amortizarlo sólo con la diferencia de precio entre la munición del 5.56 y del .22. Llevo practicado mucho con el mío.
Aprender cómo operar un arma requiere repeticiones. Con un sistema en calibre .22 como este realizar las mismas repeticiones que realizarías con tu fusil normal. «Pero», preguntarás, «¿y qué pasa con el retroceso?» Utiliza tu posición/postura y empuñe normal y entonces, tal y como con cualquier arma, concéntrate en recuperarte tras el retroceso en lugar de intentar controlarlo, lo que nunca se traduce en nada bueno. Tu imagen de los elementos de puntería dicta tu cadencia de fuego; con un calibre más grande lleva una fracción de segundo más recuperarse tras el retroceso adicional para adquirir tu siguiente imagen de los elementos de puntería.
Las armas del .22 son también una estupenda manera de introducir a nuevos tiradores en el mundo de las armas de fuego. Siempre hacemos que los nuevos tiradores empiecen con un .22 a aprender los principios básicos del tiro y las manipulaciones del arma. No existe tanto ruido que soportar con cada disparo. El menor retroceso implica que no desarrollen una respuesta de encogimiento o estremecimiento [flinch] en anticipación al disparo. Una vez se han familiarizado con estas técnicas la transición a un calibre más grande es coser y cantar.
El éxito con las armas del .22 consiste en disponer de un buen sistema. Ten en cuenta que las armas del .22 son más sensibles a la munición que otros calibres. Por ejemplo, Advantage Arms recomienda una munición específica así cómo qué munición no utilizar. Un adiestramiento o práctica beneficiosos radica en tenerlo todo configurado tan exactamente igual como sea posible a lo que utilizas normalmente. Acto seguido practica. Resulta divertido, asequible y estarás desarrollando las habilidades que necesitas.
The Tactical Wire es un boletín electrónico de noticias sobre el mundo de las armas de fuego que generalmente se publica, únicamente online, los martes y los jueves. Dicho boletín incluye habitualmente un artículo de Tiger Mckee con el título Skill Set, o Conjunto de Habilidades, que versa sobre diferentes cuestiones relativas al combate con armas de fuego. En EBdT2 hemos sido autorizados para reproducir una traducción al español de esta serie de artículos.
Tiger McKee es el Director de Shootrite Firearms Academy, situada en el norte de Alabama, autor del libro The Book of Two Guns (disponible en español como El Libro de Dos Armas) colabora con varias publicaciones tácticas/sobre armas de fuego, instructor adjunto para el FBI y diseñador de la carabina Shootrite Katana.
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No es extraño ver alumnos que realizan el curso de CQB en Shoot House con EAG Tactical (Pat Rogers) y LMS Defence (John Chapman) con un S&W M&P15-22 en .22 LR. Eso abarata considerablemente los costes en cuanto a munición.
Además, el .22 LR permite practicar en instalaciones que a lo mejor no están preparadas para 5’56 NATO.
En fin, realmente todo son ventajas del .22 LR.
El que no reconoce las ventajas que supone disponer de un fusil en .22 LR prácticamente igual que uno en 5’56 NATO acaba de demostrar todo lo que sabe sobre el combate con armas de fuego.
No podria contar los tiros que he pegado con esa misma carabina que comentas y que tengo, por miles, a muyyyy bajo precio, he realizado los entrenamientos con ella y solo le saco dos desventajas, el retroceso, que como bien dices luego solo cambia en unas centesimas y el peso del arma, 8-10horas de entrenamiento con la MP-15 no es igual que con un AR. Ya esta, esas dos pegas, posturas las mimas, movimientos los mismos, practicas las mismas, y encima terminas agusto, compañeros con los que he entrenado, ya sea tirando con 9mm o .222 o .223 .308 no encuentran diferencias negativas como para rechazar el .22 para entrenar, pero sin olvidar los demas calibres.
Lo que esta claro es que con el AR o el MP-15 puedes hacer posturas de tiro (estas demoda americanas Magpul) que con un .308, o el mismo .223 no puedes hacer y lleva a engaños.
Pero por mi poquisima experiencia, si se puede entrenar casi todo con este calibre, al menos en carbina.
Un saludo
Desde hace años diferentes Ejércitos emplearon el calibre .22 ó calibres «reducidos» para entrenamiento con resultados satisfactorios para sus tropas.
Posiblemente y dada la situación económica actual o bien la indisponibilidad de ciertos calibres (.223 y .308 en EEUU) todos tengamos que hacer un reseteo y volver a las viejas costumbres; utilizar calibres baratos y fáciles de conseguir para asimilar correctamente las TTP’s y luego aplicarlas en los calibres de servicio.
UN SALUDO
Difícilmente pueden resultar coherentes si su ego, ignorancia y falta de humildad no quedan a un lado.
Yo disparo más .22 LR que 5’56 NATO y ello me ayuda a mejorar aunque uno y otro fusil nada tienen que ver por tratarse de modelos muy diferentes (SW MP15-22 y HK G36).
Amén a eso Julián, ojalá algún detractor conteste algo coherente defendiendo su postura de: .22Lr NO PARA FORMACIÓN
Gracias por tu comentario, Julián.
No sabía que en España teníamos alguien tan pedante como para dudar de la gran utilidad que tiene el .22 LR como herramienta de instrucción y/o adiestramiento. Se trata de algo que los que saben de esto incluso recomiendan y que no supone merma alguna sino todo lo contrario, ya que permite adiestrarse mucho más por menos. Así que aquel pedante que duda del .22 LR como herramienta de instrucción y/o adiestramiento no hace más que dejar en evidencia su ignorancia.
Realmente el .22 LR constituye una excelente herramienta para cualquiera, profesional o no, y permite mejorar considerablemente en el combate con fusil de asalto. Esto es como conducir. La experiencia que se adquiere conduciendo un coche es aplicable a cualquier otro coche y sólo es necesaria una mínima adaptación. Dudar del .22 LR es como dudar que alguien pueda conducir un Mercedes sólo porque habitualmente conduce un SEAT.
Estimado Jorge,
Estoy totalmente de acuerdo con lo aquí dicho por McKee. El retroceso de un arma es una de las consideraciones a tener en cuenta en las manipulaciones de la misma, pero hay muchas más. Las recargas, empuñamientos, adquisición de los blancos, accionamiento del disparador, transiciones, etc. Son otras tan o más importantes que la primera citada.
En España existe cierto celo en algunos sectores hacia el entrenamiento con el calibre .22, esto no puede ser motivo más que puro desconocimiento. Con el precio de la munición y la excasa formación en el manejo táctico de los fusiles por parte de los usuarios ajenos a las FF.AA limitar o incluso prohibir el uso de calibres «menores» me parece un despropósito.
En el aprendizaje del uso de fusiles de carácter civil (todos los ajenos a las FF.AA.) el componente básico es el lúdico/conocimiento personal, ya que no está en servicio en ninguna unidad policial, por lo tanto el empleo profesional de lo aprendido es CERO. Asi que prohibir su utilización, en base a no se qué razonamientos, me parece totalmente fuera de lugar.