Combate con armas de fuego [gunfighting]. Clasificación del tiro con armas de fuego: tiro táctico y tiro deportivo.

Tiro policial, tiro reactivo, tiro defensivo, tiro de combate, tiro deportivo, tiro de instrucción, tiro táctico, etc…., ¿realmente existen tantas clases de tiro con armas de fuego?

Pues me parece que ni existen tantas clases de tiro, ni se puede establecer una clasificación atendiendo a condiciones o cualidades del tiro que no permiten diferenciar claramente más de una clase de tiro, ni resulta práctico establecer clasificaciones que en lugar de aportar algún beneficio sólo distorsionan y confunden.

Por ejemplo, si se establece una clasificación del tiro con armas de fuego atendiendo al ámbito profesional de empleo de las armas, una de las clases de tiro sería el tiro policial, del que tanto se habla habitualmente, pero también habría que distinguir tantas otras clases de tiro como ámbitos profesionales: tiro militar, tiro de escolta, tiro de vigilante de seguridad, tiro de personal civil, tiro deportivo, tiro de delincuente, etc… De lo contrario, si no se establecieran otras clases de tiro además del tiro policial, carecería de sentido tal clasificación.

Más aún, toda clasificación exige que exista una diferencia entre una y otra clase. Por lo tanto, en este caso el tiro policial ha de ser diferente del tiro militar, lo cual es razonable siendo el criterio de clasificación el ámbito profesional de empleo de las armas, es decir, el tiro policial sería el empleo de las armas realizado por un policía y el tiro militar el realizado por un militar. Ahora bien, ¿qué utilidad puede tener tal clasificación?

En realidad, parece que al hablar de tiro policial se pretende establecer una clase genérica de tiro propia del ámbito policial y caracterizada por disponer de tácticas, técnicas y procedimientos (TTPs) específicos. Del mismo modo, para que exista tal clasificación, habría que distinguir otras clases de tiro propias de otros ámbitos, cada una de las cuales también dispondría de TTPs específicos. Entonces, tal clasificación sólo existiría si todas esas TTPs específicos propios de cada clase de tiro fueran diferentes entre sí. Sin embargo, la realidad es bien distinta y prácticamente en todos los ámbitos se emplean las mismas TTPs de tiro.

Las técnicas, es decir, las herramientas (empuñe del arma, posiciones/posturas de tiro, fuego en movimiento, presión sobre el disparador, puntería, etc…), son las mismas para todos, ¿o acaso un policía, un militar o un escolta empuñan su arma de forma diferente?

En cuanto a las tácticas, es decir, las diferentes formas de combinar las técnicas para lograr un objetivo, éstas no dependen del ámbito profesional sino de la situación táctica a la que se enfrente el individuo, ¿o acaso un policía, un militar o un escolta no pueden utilizar la misma táctica para abordar una situación en la que han de batir dos amenazas que se les aproximan con la clara intención de apuñalarles?

Por otra parte, los procedimientos, es decir, los diferentes pasos a seguir para hacer algo, tampoco dependen del ámbito profesional sino de aquello que se vaya a realizar, ¿o acaso un policía, un militar o un escolta no pueden seguir el mismo procedimiento para comprobar la recámara de su arma?

Por todo lo anteriormente expuesto, no parece lógico hablar de tiro policial ni tienen mucho sentido clases de tiro tales como tiro militar, tiro de escolta, etc… Parece más correcto establecer una clasificación del tiro con armas de fuego atendiendo a la finalidad de las TTPs empleados. De esta forma, considero que una clasificación clara y sencilla consiste en establecer únicamente dos clases de tiro: el tiro táctico y el tiro deportivo.

El tiro táctico comprendería aquellas TTPs enfocados a su uso en situaciones tácticas, es decir, en combate al fin y al cabo, por lo que también podríamos denominarlo tiro de combate, aunque esta denominación puede considerarse tabú en la sociedad actual por las connotaciones belicosas que entraña el término combate. Por tanto, en esta clase de tiro no existen unas reglas determinadas y lo aleatorio está muy presente, tal y como así sucede en la vida real, y todas las TTPs se desarrollan ajustándose a la realidad de un enfrentamiento, de un combate, o de una situación táctica. Asimismo, el tiro táctico es independiente del ámbito profesional, es decir, es válido para el policía, el militar, el escolta, el vigilante de seguridad, el civil, etc…

En contraposición, el tiro deportivo comprendería aquellas TTPs enfocados a su uso en competiciones deportivas, donde prácticamente todo responde a unas reglas y no existen situaciones tácticas, combates o enfrentamientos sino ejercicios, que aún tratando de emular la realidad siempre están condicionados por unas normas y supervisados por alguien que vela por el cumplimiento de las normas de la competición y las precauciones de seguridad oportunas. El tiro deportivo también es independiente del ámbito profesional del que lo practica.

No obstante, en alguna ocasión el tiro táctico se servirá del tiro deportivo y adoptará ciertas TTPs del mismo que serán adaptadas según sea preciso para su empleo en una situación táctica.

Por ejemplo, en el caso de posiciones/posturas de tiro, en tiro deportivo la posición de tendido exige no apoyar el cargador en el suelo, sin embargo, en tiro táctico resulta recomendable hacerlo así si ello supone un beneficio para el tirador, ya que al enfrentarse a una situación táctica no habrá un árbitro que supervise tal cosa.

Otras clases de tiro de las que se escucha hablar con cierta frecuencia son el tiro reactivo y el tiro defensivo (o de defensa), cada uno de los cuales constituye la única opción de sendas clasificaciones diferentes del tiro con armas de fuego que atienden al carácter o finalidad de las TTPs empleados. Por un lado, el tiro reactivo se refiere exclusivamente a TTPs fruto de la reacción del individuo ante una amenaza y, por otro lado, el tiro defensivo abarca aquellas TTPs cuya finalidad es la defensa del individuo ante una amenaza.

Es evidente que toda clasificación tiene utilidad cuando de la misma se derivan varias clases diferentes, siendo absurdo y nada práctico que el resultado sea una única clase. En el caso de la clasificación por la que se define el tiro reactivo, es lógico suponer que además existiría el tiro activo, el tiro proactivo o el tiro pasivo, así como en el caso de la clasificación que define el tiro defensivo también existiría el tiro ofensivo o el tiro neutral. Sin embargo, éste no es el caso porque en realidad no se trata de clases sino más bien de cualidades de algunas de las TTPs empleados en el tiro táctico. Efectivamente existen ciertas TTPs de carácter reactivo o defensivo pero ello no justifica hablar de tiro reactivo o tiro defensivo, sino que se trataría del mismo tiro táctico del que se ha hablado anteriormente, en el cual podemos encontrarnos con TTPs de carácter reactivo, activo, proactivo, ofensivo, defensivo, etc…, es decir, la situación táctica determinará el carácter de las TTPs a utilizar. Además, reactivo y defensivo guardan una relación entre sí tan estrecha que prácticamente podrían considerarse sinónimos.

También podemos encontrarnos otra posible clasificación que atiende al nivel o grado de eficacia o rendimiento del tirador en la ejecución de las TTPs empleados. No obstante, esta clasificación se aplica normalmente al tiro táctico y pretende establecer una progresión en el adiestramiento en virtud de la dificultad y la dependencia entre sí de las TTPs a ejecutar. Por ejemplo, no se puede ejecutar una TTP con munición real si previamente no se han aprendido las TTPs relativos a la manipulación del arma y a la seguridad con las armas.

Es importante destacar que jamás se ha de utilizar una clasificación para limitar el nivel de ejecución a alcanzar por el tirador, sino que éste ha de ser siempre el máximo posible sólo condicionado por las circunstancias (disponibilidad de medios, capacidad del tirador, etc…). Resulta imperdonable establecer una norma por la que se restrinja el nivel de adiestramiento a alcanzar por un individuo en virtud de los cometidos que éste desempeñe habitualmente, ya que todo el personal tiene el mismo derecho a recibir un adiestramiento en calidad y cantidad suficiente.

Por ejemplo, que una persona ocupe habitualmente un puesto de oficina no implica que ésta haya de recibir adiestramiento sólo hasta el nivel en el que el tirador bate un único blanco desde una posición estática, sino que ha de continuar progresando por cada nivel hasta “conocer” prácticamente todas las TTPs (recarga táctica, resolución de interrupciones, blancos múltiples, fuego en movimiento, empleo de una cubierta o parapeto, …).

Conocer unas TTPs no supone dominarlas, sino que el dominio vendrá condicionado por la práctica habitual y ésta a su vez dependerá de las circunstancias, ya que no todo el personal dispondrá de las mismas oportunidades para adiestrarse. Aquí juega un papel importante el puesto o los cometidos específicos de una persona, de modo que las oportunidades para adiestrarse serán mayores en el caso de un puesto en un equipo operativo que en el caso de un puesto en una oficina.

Tomemos como ejemplo el adiestramiento de un piloto de aeronaves. Para recibir la habilitación como piloto de una determinada aeronave es necesario realizar un adiestramiento que implica tanto horas teóricas como horas de simulador y de vuelo en las que el piloto aprende múltiples TTPs. Tanto un piloto privado como uno comercial o uno de transporte de pasajeros aprenderán TTPs tales como despegue, aterrizaje, aproximación, procedimientos de emergencia en vuelo, etc…

La diferencia radica en que a un piloto de transporte de pasajeros se le exigen muchas más horas de simulador y de vuelo que a un piloto privado, pero ambos conocen los procedimientos de seguridad en vuelo. No por ser piloto privado va a dejar de conocer uno un procedimiento de seguridad en vuelo en el caso de un fallo en el motor, aunque posiblemente no lo practique con tanta frecuencia como un piloto de transporte de pasajeros.

No quisiera terminar sin antes hacer referencia a la lengua anglosajona, especialmente a la terminología empleada en los Estados Unidos. Considero que una buena forma de valorar la corrección de determinados términos profesionales consiste en estudiar sus homólogos estadounidenses, por disponer este país de la mayor comunidad profesional del mundo. De esta forma, podemos observar que términos como police shooting, defensive shooting o reactive shooting (homólogos de tiro policial, tiro defensivo y tiro reactivo), aunque existen, no son utilizados con demasiada frecuencia entre los profesionales. Es más, los maestros que se dedican a la enseñanza del tiro táctico suelen hablar más de tiro táctico o tiro “a secas” seguido del arma de fuego utilizada (fusil, pistola, escopeta) y en un mismo curso se dan cita tanto civiles (de cualquier profesión) como policías, militares, escoltas, contratistas, vigilantes, etc…, todos salvo delincuentes.

En resumen, creo que la clases de tiro con armas de fuego se limitan fundamentalmente al tiro táctico (con fusil, con pistola, con escopeta) y al tiro deportivo (con fusil, con pistola, con escopeta, etc…; IPSC, IDPA, duelo, precisión, etc…).

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