De todos es sabido que la luz es imprescindible para la vida del ser humano. No nos percatamos de lo importante que resulta la luz hasta que nos vemos a oscuras, momento en el que incluso podemos llegar a tener miedo sin motivo aparente para ello. Indudablemente el ser humano no fue creado para la oscuridad y necesita la luz para poder utilizar su vista de forma eficaz, por carecer de capacidad de visión nocturna, como sí tienen más desarrollada otros animales.
En el caso del combate con armas de fuego, la necesidad de la luz adquiere otra dimensión y el hecho de disponer de más o menos luz podría significar un grave peligro, tanto para nosotros como para terceros. Parece bastante evidente que en una determinada situación táctica, en la que hayamos de entablar combate con una o varias amenazas, no podemos depender de la luz ambiental disponible y deberemos contar con nuestra propia fuente de luz (linterna). Esa luz ha de ser suficiente para permitirnos llevar a cabo nuestros cometidos en combate con eficacia y sin correr riesgos ─por ejemplo, adquirir e identificar nuestros blancos─. A día de hoy, la actual versión G2X ofrecida por SureFire (con 600 lúmenes, y no los 200 originales, que después pasaron a 300) continúa siendo una opción muy válida en cuanto a intensidad, haz y foco de luz, así como una buena relación calidad-precio. No es tan barata como una linterna Made in China, pero por poco más de 100€ la puedes pedir en Amazon. El siguiente escalón es la SureFire Fury DFT, que ofrece 1500 lúmenes, con un precio que dobla al de la G2X, es decir, algo más de 200€ en Amazon.
En el siguiente artículo, el difunto Pat Rogers nos presenta y expone brillantemente la actualidad ─en el momento de escribir este artículo hace ya unos cuantos años─ en lo que a linternas tácticas (por llamarlas de alguna manera) se refiere.
(Este artículo es una traducción de su original en inglés, escrito por el difunto Pat Rogers y publicado en la desaparecida revista SWAT en su número de noviembre del año 2012. La traducción y publicación de este artículo cuenta con la autorización de Rich Lucibella, director de la extinta revista SWAT)
Hágase la luz! ¡realmente mucha luz!
Por Pat Rogers.
Los seres humanos somos criaturas muy visuales. Obtenemos la mayoría de nuestros conocimientos, así como nuestro conocimiento de la situación, a partir de la vista. Sin embargo, durante periodos de oscuridad perdemos esa capacidad.
La historia de las linternas de mano se remonta a 1898 cuando un inmigrante ruso, Conrad Hubert, inventó la linterna. Los avances fueron lentos al principio, pero en la última década, más o menos, hemos experimentado drásticos avances en iluminación. Lo que tenemos actualmente en nuestras manos y en nuestras armas era impensable hace tan sólo unos años.
Los diodos emisores de luz [Light Emitting Diodes (LED)] nos ofrecen muchísima luz sin que se rompa ni un solo diodo, lo que sucedía constantemente en el caso de las bombillas incandescentes. A día de hoy disponemos de mucha más luz en envases mucho más pequeños que antaño.
Mucho de lo que tenemos actualmente se lo debemos a los genios de SureFire. Todavía conservo una de sus primeras linternas, que posteriormente se convirtió en el modelo 6P. Hace poco que adquirí tres de las linternas más novedosas de SureFire: la Fury, la Invictus y la R1 Lawman. Todas ellas son linternas de LED de alta potencia, con la Fury tasada en 500 lúmenes (actualmente ofrece 1500 lúmenes), la Invictus en 800 lúmenes y la R1 Lawman en 750 lúmenes. Se trata de tres linternas bien diferentes utilizadas con diferentes motivos.
RETOS EN CONDICIONES DE POCA LUZ
Primero me hice con la Invictus y por una buena razón. En EAG Tactical dirigimos muchos ejercicios en condiciones de poca luz durante nuestros cursos, tanto en el campo de tiro cuadriculado como en la casa de tiro [shoot house]. Siempre exigimos que durante los ejercicios en condiciones de poca luz todos los participantes utilicen algún dispositivo de identificación personal [Personal Identification Device (PID)], pero a pesar de todo cualquier cosa resulta difícil cuando hay poca luz disponible.
Para disponer de la garantía que la línea de blancos está despejada o que la casa de tiro [shoot house] está vacía se actúa de varias formas, entre las que se incluye el recuento del personal en la zona de reunión para comprobar que están todos allí y no en otra parte, pero al fin y a la postre alguien (Rangemaster, Officer In Charge, Range Safety Officer) tiene que realizar un barrido visual de la línea de tiro o la casa de tiro para comprobar que no queda nadie.
Lo que quiere decir que tiene que ir hasta allí y asegurarse personalmente que no queda nadie. Si hay poca luz ello implicaría utilizar una linterna de luz blanca para verificar que la zona es segura.
Uno de los problemas con los que nos enfrentamos en tal situación es que la mayoría de linternas de mano carecen de la potencia suficiente para iluminar casi cualquier cosa que se encuentre más allá de 10 o 15 metros de distancia, pero la distancia que nosotros necesitamos cubrir supera esos 15 metros, llegando a ser en algunos casos de más de 100 metros. Existe una gran diferencia entre disponer de luz suficiente para vislumbrar la forma de un ser humano erguido en un espacio abierto y disponer de luz suficiente para distinguir quién es.
Añádele a ello el hecho por el que una persona puede que no siempre se encuentre erguida en un espacio abierto, sino agachada en una zona de sombra, incluso prácticamente invisible, intencionadamente o no.
Y en la casa de tiro nuestros problemas se multiplican debido a pasillos y mobiliario, que absorben gran parte de la luz.
LA INVICTUS
El pasado Otoño (2012) el representante para el sector policial de SureFire, Scott Wilson, se presentó con El Yeti (Steve Fisher) como compañero en un curso de tiro en casa de tiro y tratamiento de bajas en combate [Shoot House Combat Lifesaver] con EAG Tactical en Alliance, Ohio (EE.UU.). Scott me pidió que probara una linterna Invictus y la utilizara en mis quehaceres dentro de la casa de tiro, en la que aproximadamente un tercio de los ejercicios de tiro se realizan de noche.
Acepté su oferta con mucho gusto y la utilidad de esa linterna se hizo patente inmediatamente, tanto que desde entonces la llevo en mi bolsa de mano.
La Invictus es una linterna de tamaño medio, aunque el tamaño es algo relativo. Se define como un iluminador multifunción de LED ultra potente. Tiene 11 posiciones de encendido: apagado, luz estroboscópica, SOS y 8 intensidades de luz diferentes que van desde los 2 lúmenes en su posición de intensidad más baja hasta los 800 lúmenes en la más alta.
Funciona con 3 pilas 123A que le proporcionan una autonomía de 1,7 horas en la posición de intensidad más alta (800 lúmenes) y 84 horas en la más baja (2 lúmenes). En la parte de atrás de la cabeza dispone de un anillo selector con el que puedes escoger la intensidad de luz que precises en cada momento.
Así que tras probarla tenía en mis manos una linterna con mucha capacidad ─quizás más capacidad de la que necesito─. Aunque valoro positivamente la opción de disponer de diferentes posiciones de intensidad de luz, yo ya pasé por la época de las discotecas y actualmente no necesito luces estroboscópicas. Pero, por supuesto, tus necesidades pueden que sean diferentes a las mías. Asimismo, la posición SOS resulta cuando menos interesante, aunque no de utilidad para mi.
Por otra parte, se puede presionar parcialmente el pulsador trasero para encender la linterna directamente en la posición de menor intensidad, o bien en la de máxima intensidad si se presiona totalmente dicho pulsador.
La Invictus me permite iluminar suficientemente la línea de blancos como para garantizar que el campo de tiro está despejado. También utilizamos otras medidas de seguridad, pero sin lugar a dudas la capacidad de ver con claridad la línea de blancos no puede menospreciarse.
Esta linterna tiene una gran (más de 6 cm de diámetro) cabeza turbo [Turbohead] con una lente de reflexión total interna [Total Internal Reflection (TIR)], lo que proporciona un haz muy concentrado y con mucha luz. ¿Se puede utilizar como linterna de mano con tu pistola? Si, pero a mi modo de ver, la X300 (y especialmente la nueva X300 Ultra) constituyen una mejor opción para tal propósito. La Invictus despide un haz demasiado concentrado para distancias cortas y deja muy poca luz periférica disponible.
La Invictus es la linterna para el campo de tiro que utilizo cuando estoy trabajando y no la dejaría por nada del mundo.
LA R1 LAWMAN
La R1 Lawman es una linterna de batería recargable dirigida al ámbito policial, como su propio nombre indica (Lawman=policía). Se trata de una linterna de tamaño medio, tirando hacia pequeña entre las de su categoría. Se alimenta de una batería recargable de ión de litio que le proporciona una autonomía de 1,75 horas para una intensidad de luz de 750 lúmenes. En caso de necesidad puede alimentarse con 2 pilas 123A, pero entonces la potencia de salida se ¿limitará? a 500 lúmenes.
Al igual que en el caso de la Invictus, la R1 Lawman es programable. Tiene dos selectores de encendido: un pulsador trasero, que permite encender la linterna momentáneamente, y un pulsador de botón [clickie] montado sobre la propia cabeza de la linterna que permite encender la linterna con una intensidad de luz alta (750 lúmenes), media (150 lúmenes) o baja (15 lúmenes). Se puede programar para que encienda directamente en función luz estroboscópica o en máxima potencia de salida.
En el lateral del cuerpo de la linterna existe un puerto de alimentación para recargar la linterna. Este puerto resulta práctico para algunos, pero otros, entre los que me incluyo, preferiríamos disponer de una base de recarga.
Esta linterna tiene un reflector con una micro textura [Micro Textured Reflector] que se traduce en un haz de luz muy amplio con un punto central donde se concentra mucha luz blanca y una periferia bien definida.
En un día cualquiera siempre llevo varias linternas en mi coche. Dos van en la guantera central y, si estoy trabajando, llevaré varias más en mi bolsa de mano. También llevo siempre conmigo una linterna de cabeza, una SureFire Minimus, que suelo utilizar mucho para cosas tales como cambiar una rueda, encontrar cosas y comprobar los impactos sobre el blanco en el trabajo.
Todas las linternas que tengo son SureFire, aunque de diferentes modelos que he ido recopilando a lo largo de los años. La razón por la que siempre llevo varias linternas encima es porque cualquier linterna de mano tiene una autonomía limitada. Como norma general cambio las pilas cada dos meses y con eso me garantizo que las linternas funcionen cuando las necesite. Disponer de una buena linterna recargable en el coche supone una gran ventaja para mi.
Como en el caso de la Invictus la función de luz estroboscópica de la linterna R1 Lawman no tiene utilidad para mi. Sin embargo, sí que necesito imperiosamente una linterna potente que pueda llevar siempre en mi coche y recargarla sin problemas.
LA FURY
La Fury es un vástago de aquella linternaG2 de antaño con solo 65 lúmenes, que posteriormente evolucionó en la G2X con 200 lúmenes. La Fury es la sucesora de la G2X, pero en este caso su potencia de salida se dispara hasta los 500 lúmenes, lo que constituye un gran avance en lo que a intensidad de luz.
¿Existe algún punto en el que demasiada luz suponga un inconveniente? Habitualmente escuchamos de boca de otros que puede que se disponga de «demasiada» luz. El mito que se esconde tras tal afirmación es que te verás cegado por la luz que rebote sobre tu cara.
¿En serio?
He sido policía e infante de marina y llevo muchos años dedicado a este trabajo, pero todavía no he visto documentación que acredite que alguien haya resultado jamás cegado por la luz de una linterna. Sin embargo, entiendo que en algunas ocasiones, si te encuentras cerca de una superficie reflectante, puedas recibir luz suficiente como para provocarte una distracción, pero decir que te ha cegado constituye una total exageración.
Supone una queja popular que la luz de una linterna degrada tu visión adaptada a la oscuridad (visión nocturna). Pero la realidad dice que una vez enciendas tu linterna tu visión nocturna se verá invalidada igualmente.
En la otra cara de la moneda se encuentra la necesidad de disponer de bastante luz que arrojar hasta una distancia suficiente como para no solo poder adquirir a alguien como un blanco sino también ser capaz de identificar si ese alguien constituye o no una amenaza. Si la luz es insuficiente la adquisición y/o identificación del blanco/amenaza puede no ser viable.
Si el haz de luz es muy estrecho y se concentra demasiado obtendrás un intenso punto de luz a distancia, pero puede que no dispongas de luz periférica suficiente como para permitirte mantener una buena conciencia de la situación a corta distancia.
Cómo funciona internamente la linterna tiene mucho que ver con cómo utilizarla correctamente. La linterna Scout es una excelente linterna y lleva mucho tiempo considerándose el estándar de oro en lo que a linternas montadas sobre armas de fuego se refiere, aunque su elevado precio la mantiene fuera del alcance de muchos bolsillos.
Emplea una lente de reflexión total interna [Total Internal Reflection (TIR)] que le permite proporcionar un buen alcance, aún manteniendo luz periférica suficiente, y funciona muy bien. La Fury tiene un reflector con una micro textura [Micro Textured Reflector] para darle más forma al haz de luz, lo que te permitirá disponer de más luz periférica al mismo tiempo que mantienes un suficiente chorro de luz al frente.
Ambas zonas de luz (periferia y centro) son necesarias al emplear una linterna montada en el arma de fuego. Necesitas esa típica corona de luz ─la luz periférica─ de forma que puedas utilizar tu visión periférica para ampliar tu conciencia de la situación sin tener que iluminar algo directamente con la linterna, lo que constituye un problema en el caso de linternas cuyo haz de luz es demasiado concentrado. Pero, además de la luz periférica, dispones de un punto de luz concentrado en el centro del haz que te permite arrojar luz a gran distancia.
Personalmente, nunca en mi vida he querido disponer de menos luz.
EL PROCESO DE SELECCIÓN DE UNA LINTERNA
Con el tiempo he comprobado que tomar una decisión a la hora de adquirir una linterna basándose únicamente en la potencia de salida en lúmenes no es buena idea. Esa potencia de salida ha de combinarse con el tipo de reflector/lente y tiene que ajustarse al concepto operativo en el que se vaya a utilizar la linterna.
No soy ningún adicto a las linternas igual que no soy ningún chiflado por las armas. En lugar de eso soy sencillamente un usuario final que necesita armas, linternas, blindaje, equipos de comunicaciones y otro equipo relacionado para cumplir con un cometido. Todo eso son herramientas y nada más.
No existe ninguna duda que SureFire hace buenas linternas. Tales linternas son buenas debido a la I+D que incluyen en sí mismas y eso se refleja en su coste. Se trata de algo normal en las empresas, pero sin lugar a dudas esos costes sitúan a algunas de esas linternas fuera del alcance de las propias personas que más las necesitan.
A mi modo de ver, una línea de linternas de menor precio ─pensemos en linternas del tipo G2X y Fury─ bien podría merecer un fuerte empujón por parte de SureFire. Esta posibilidad quedó patente en la fluctuación del precio de la G2X, que se lanzó al mercado por $55, para acto seguido subir su precio hasta los $99 y encontrarse ahora mismo en torno a los $66 [$79 en su versión de 600 lúmenes a fecha de mayo de 2022, poco más de 100€ en Amazon]. La G2X sustituyó a la veterana linterna G2, utilizada por muchas personas a lo largo de los años.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS |
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LINTERNA |
PESO |
LONGITUD |
AUTONOMÍA |
PILAS |
Invictus | 368 g | 23,1 cm | 1,7 hrs. 800 lúmenes | 3 x 123A |
R1 Lawman | 290 g | 20,5 cm | 1,75 hrs. 750 lúmenes | Recargable Ión de litio |
Fury | 161 g | 13,7 cm | 1,5 hrs. 500 lúmenes | 2 x 123A |
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LINTERNAS MONTADAS EN ARMAS DE FUEGO
Aunque SureFire afirma que ni la G2 ni la G2X debieran utilizarse como linternas montadas sobre armas de fuego, en EAG Tactical hemos realizado una tonelada métrica de disparos con ambas linternas montadas en armas de fuego. Actualmente tenemos 18 linternas G2X montadas en nuestros fusiles -una de esas linternas con 21.000 disparos a sus espaldas y otra con 17.000 disparos- y hasta la fecha hemos tenido exactamente cero problemas con cualquier de ellas.
En este momento estamos sustituyendo paulatinamente todas esas linternas por linternas Fury. En este caso SureFire también afirma que la Fury no debiera utilizarse como linterna montada sobre arma de fuego, pero nosotros ya tenemos varias de estas en nuestras armas de trabajo y hasta ahora los resultados son muy buenos. Sabremos mucho más al respecto dentro de 11 meses más o menos.
Un punto negativo de estas linternas es que bajo ningún concepto queremos tener un interruptor para baja/alta potencia de salida en una linterna montada en un arma de fuego. SureFire ofrece el modelo Defender de la Fury con un pulsador de botón, pero ese modelo también viene con una corona dentada del tipo «recoge ADN» en la cabeza. Existe un momento y lugar para eso, pero no es en mi fusil. Hasta entonces tendré que sustituir el interruptor para baja/alta potencia de salida por un pulsador de botón Z59.
Y he aquí otra cuestión por la que arreglar cuentas con SureFire. ¿Por qué tengo que gastarme un 30% del precio de la linterna para conseguir el pulsador de botón que necesito? Me consta que SureFire siempre ha tenido reparos a la hora de distribuir linternas con un pulsador de botón porque he mantenido múltiple correspondencia con ellos sobre este asunto que se remonta a hace más de 30 años.
Por otra parte, existe un amplio sector del mercado que quiere una linterna sencilla con una sola posición de encendido. Nada de luz estroboscópica, nada de posición SOS, pero sí una linterna que encienda directamente en su única posición de encendido con la máxima potencia de salida y sin una corona dentada, pero con pulsador de botón.
EVOLUCIÓN DE LA LINTERNA
Las linternas SureFire están construidas para ser a prueba de bombas, y bien puede ser verdad. El inconveniente es que esas linternas tan fuertes pronto se ven superadas por los acontecimientos ─siendo tales acontecimientos que SureFire continúa avanzando con linternas más pequeñas, más ligeras y más potentes─.
Y dado que esas inoportunas linternas más pequeñas, más ligeras y más potentes son mucho mejores que sus predecesoras, termino acumulando un montón de linternas no tan útiles, pero todavía funcionales.
Tengo un bidón de 60 litros lleno de diferentes linternas SureFire ─principalmente modelos militares─, muchas linternas de mano y cuatro linternas M900.
Desde un punto de vista empresarial entiendo que el equipo tiene que sustituirse regularmente y así lo tengo presupuestado. Solo me gustaría no tener que gastarme en una linterna aproximadamente la mitad de lo que me gastaría en un arma.
No hace mucho tiempo solo teníamos disponibles una porquería de linternas baratas alimentadas con pilas enormes (D o LR20) que emitían la misma cantidad de luz que una vela de cumpleaños. Con la llegada de la primera linterna de SureFire (más tarde conocida como la 6P) pudimos ver una revolución en el mundo de las linternas.
Durante largo tiempo creímos que 65 lúmenes eran una tremenda cantidad de luz, sin importarnos lo tenue y amarilla que pudiera ser. Hemos evolucionado desde entonces y las tácticas, técnicas, procedimientos y equipo han evolucionado igualmente a medida que hemos aprendido a combatir más eficazmente.
Pat Rogers fue Oficial [Chief Warrant Officer] Retirado del Cuerpo de Infantería de Marina de los EE.UU. y Sargento Retirado del Cuerpo de Policía Local de Nueva York. Pat era el propietario de E.A.G. Tactical Inc., entidad que proporciona servicios de formación en combate con armas de fuego tanto a organismos gubernamentales como a ciudadanos privados, con la que pasó más de 20 años dedicado a la formación en el combate con armas de fuego.
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Desde luego un artículo muy didáctico. Lo que más me gusta es la imparcialidad a la hora de hablar sobre materiales, así como la forma tan clara de exponer las necesidades, utilidades, ventajas, inconvenientes y uso de cada tipo de linterna utilizado.
Gracias por el trabajo de traducción y acercarnos las enseñanzas de P. Rogers.
UN SALUDO
Y ya sabemos lo que termina pasando cuando otros se creen demasiado guays como para necesitar linternas. Una bala en el brazo y otra en el estómago.
¡Qué tontería! ¿Verdad? Hay otros que no lo hacen.
Me pregunto porqué Pat insiste tanto en comprobar una y otra vez si hay gente en la casa de tiros…. 😉