El ser humano es un animal de costumbres, y además de tradiciones. En algunas ocasiones esas tradiciones nos llevan a pasar por alto determinados riesgos, como el riesgo que supone llevar un simple anillo ─bien sea de compromiso, de matrimonio, o de cualquier otro tipo─. Este riesgo no es otro más que simple y llanamente la pérdida del dedo anular, o cualquier otro en el que se lleve el anillo ─o uno de los anillos─, por arrancamiento (tiene pinta de ser bastante doloroso, además de traumático) o, en el mejor de los casos, despellejarse literalmente ese dedo. Ni será la primera vez que pase, ni será la última.
Puede que alguien menosprecie este riesgo. Lamentablemente no se trata de un caso aislado, sino de un accidente que se repite con cierta frecuencia allí donde alguien ─profesional o no─ trabaja habitualmente con un anillo en un dedo, en algunos casos por no ceder antes la tradición o simplemente por la costumbre. Las consecuencias pueden ser irreversibles y nada despreciables.
Como atestiguan las evidencias, no se trata de una posibilidad muy remota. Este tipo de percance no es nada descabellado y si bastante razonable que las víctimas sean profesionales, tales como policías o militares, entre muchos otros. Un anillo que se luce con orgullo en un dedo, se puede enganchar al saltar una valla, al bajar una escala en un buque o en cualquier otra situación en la que el anillo pueda quedar encajado en alguna parte. Para que esto suceda solo hace falta que se combine el movimiento de la mano y el contacto con algún saliente, esquina, borde.
La propia naturaleza humana condiciona frecuentemente al ser humano a no seguir un consejo o sugerencia, por muy lógico y razonable que pueda ser, porque muchas veces una persona solo se fía de sí misma y carece de la humildad suficiente para aceptar un consejo o sugerencia.
Como dice el dicho «un tío listo aprende de sus propios errores, pero un tío inteligente aprende de los errores de los demás». El que no te haya pasado a ti o no conozcas a nadie al que le haya pasado, no elimina ni reduce el riesgo. Lo más inteligente consiste en reducir hasta la mínima expresión el riesgo de perder un dedo o sufrir una lesión importante por el mero hecho de llevar un anillo. Basta con que a la hora de trabajar no se lleven anillos en ningún dedo. Se puede llevar, por ejemplo, colgado al cuello con una cadena ─que pueda romperse en el caso de engancharse─, o bien haciéndole un corte al anillo, de tal forma que en el caso de engancharse pueda forzarse, abrirse y desprenderse del dedo sin ocasionar demasiados daños.
Si lo que se pretende es conservar la tradición o costumbre de llevar siempre un anillo en el dedo anular, una opción algo drástica es tatuárselo en el dedo. Otra opción más práctica con la que se evitan riesgos innecesarios consiste en utilizar un anillo «blando» como el Safe Ringz.
Se trata de un anillo totalmente seguro, flexible, hipoalergénico, no conductor de la electricidad y resistente al calor, ideal tanto para policías y militares, como para personal de seguridad privada, electricistas, bomberos, mecánicos, deportistas, o cualquier otra persona que trabaje con las manos. También sirve perfectamente válido para personas que trabajen con guantes, como el personal sanitario, o incluso para aquellas personas que puedan tener los dedos hinchados, como embarazadas o diabéticos.
El Safe Ringz es de silicona, un material barato al que se le aplica un pigmento metálico especial que simula con gran exactitud el aspecto del oro, la plata o el cobre.
En resumidas cuentas, la decisión es tuya. Se trata de tu dedo. Tú verás si estás dispuesto a asumir el riesgo que entraña llevar siempre tu anillo puesto.
Es verdad que «sin riesgo no hay Gloria», pero mejor Gloria «con dedo», que sin él.
Puedes pedir un SafeRingz directamente en su web y así conservarás todos tus dedos, y si además te mola, pues es lo que te llevas. Ofrecen anillos de todos los colores y sabores, de la mejor calidad, con precios que van desde los 20€ hasta los 30€. Echa un vistazo a su catálogo.
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Julieta, la cuestión consiste en no llevar anillo y llevar el pelo recogido cuando realices determinadas actividades que puedan plantear el peligro de sufrir enganchados del anillo, del pelo o de lo que sea.
También se te puede enganchar el pelo… No sé demasiado bestia eso.
Yo tengo un anillo simple de oro, delgado, femenino. No creo que me pase nunca algo así XD.
Excelente informe ojalá que le presten la atención requerida para que se eviten malos y dolorosos accidentes
Te sorprendería la cantidad de gente que lleva anillo a diario para trabajar sin ser conscientes del riesgo innecesario que asumen.
Todavía alucino, a quién no se le ha enganchado? Como bufandas, pañuelos, etc.
El anillo no solo puede ser peligroso sino también antihigiénico a la hora de servir o manipular alimentos.
Hola me llaman Rubén y soy capitán de meseros y me encuentro casado y en el trabajo me dicen que me debo quitar el anillo lo debo hacer así sea de matrimonio y no sea peligroso en mi trabajo cualquier respuesta les agradezco mensaje 3046507793
Tenemos que recordar el accidente de Neri Pumpido
«Un tío listo aprende de sus propios errores, pero un tío inteligente aprende de los errores de los demás». VERDAD de verdades.
Excelente articulo para crear conciencia de la importancia de no usar joyas en ciertas áreas de trabajo y profesiones que recomiendan no usarlas durante las actividades laborales. (mecánica, electricidad…) hay dos maneras de aprender: una es viendo a los demás quemarse las manos y la otra es metiendo las manos en el fuego uno mismo al hacer caso omiso de la advertencia que el fuego quema….
Yo también conozco un caso de un compañero que le quedó el dedo bastante mal al saltar de la caja de un camión.
Por otra parte, yo le comentaba a mi novia hace un tiempo, que en caso de casarme preferiría no llevar el anillo al trabajo, puesto que con lo despistado que soy, el día que menos me lo esperase en un salto o cualquier ejercicio, iba a lamentar habermelo olvidado puesto. Ella siempre me discutía que eso era una excusa para no llevar el anillo y que exageraba demasiado. Ahora ha visto las imágenes y ya no piensa lo mismo.
La alternativa de Saferingz me parece genial (a mi novia incluso más), y mejora la idea que me mostró un norteamericano que llevaba en teatro de operaciones una junta tórica de goma negra en lugar del anillo.
Otro buen artículo y muy oportuno para mi.
No hubiese estado de más ilustrar con estas imágenes, aquella directiva del AJEMA de hace unos años que prohibía su uso durante el servicio. Tal vez la hubieran hecho más caso.
Muchas gracias Jorge, por recordarnos lo que más vale, o no, hacer.
Dani.
Yo he visto en directo, un caso de casi perder un dedo por culpa del anillo. La suerte fué que el médico era un figura y consiguio arreglarlo.
Trabajando fuera los anillos o cualquier otro objeto peligroso.
Un conocido mío perdió su dedo (y anillo correspondiente) al saltar desde la cartola de un camión.
Articulo convincente donde los haya!!!!
Dicen o una imagen vale mas k mil palabras, y este es un clarísimo ejemplo!!