Me acabo de enterar (4 de mayo de 2016) de una noticia que me genera una gran tristeza. Se trata del fallecimiento de Pat Rogers, al que sin haberle conocido nunca en persona, ni haber hablado con él siquiera por teléfono, considero mi padre táctico, mi mentor, mi maestro, mi amigo.
Su trato hacia mi siempre fue exquisito. Siempre respondía todas mis preguntas, por estúpidas que fueran, tanto públicamente en foros y en las redes sociales, como en mis correos electrónicos y mensajes privados.
No es que mantuviera una comunicación muy estrecha con él, pero ahí está la gracia, en que a pesar de todo siempre encontraba el momento para responderme.
Comentarios recientes