Con cierta frecuencia me preguntan cuál es la precisión aceptable con una pistola o un fusil. La experiencia me ha enseñado que la respuesta es bien sencilla: la precisión que sea necesaria para abatir de un disparo en la cabeza a una amenaza que se encuentre dentro de tu alcance eficaz. Sin embargo, antes de continuar, recuerda siempre la Regla de Vickers sobre la Precisión en un Combate con Armas de Fuego: en condiciones de estrés lo mejor que un tirador puede esperar alcanzar es un 50% de la precisión inherente al arma-munición que esté disparando en ese momento.
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