
Salvo que se trate de un mero capricho personal, a la hora de invertir en algún elemento del equipo individual hay que preguntarse ¿realmente lo necesitas? No suele ser una pregunta de fácil respuesta. Las consecuencias de una respuesta errónea son invertir todo tu capital en algo que NO necesitas en detrimento de algo que SI necesitas. Sin embargo, en el caso de la pregunta ¿necesitas una linterna montada en tu arma? la respuesta es rotundamente «¡si, por supuesto!».

Hay gestos sencillos que conmueven incluso más que las acciones valerosas. Si ambos van acompañados entonces los vellos se le ponen a uno de punto tal y como es el caso del Capitán Swenson, que además de jugarse la vida tratando de defender a los suyos, tuvo un hermoso gesto de cariño con uno de sus hombres (Sargento Primero Kenneth Westbrook) cuando lo dejaba gravemente herido en el helicóptero que lo alejaría de la zona de muerte de la emboscada en la que había resultado herido. Sencillamente se despide de él con un beso en la frente sin saber si volverá a verlo, como finalmente no sucedió, aunque Kenneth sí pudo recibir el consuelo de su mujer de vuelta en EE.UU. antes de dejar este mundo 29 días después de caer en la emboscada.






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