Impostores tácticos: definición de la RAE y algunas anécdotas sobre algunos. ¡Haznos llegar las tuyas!

La última versión del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) no incluye la definición de «impostor táctico». Se trata de una persona ─no valen animales o cosas─ (1) que se atribuye falsamente a si mismo una formación y/o experiencia que no tiene en materias tácticas como tiro, CQB, protección de personas, sniping, o lo que sea; (2) que finge o engaña con apariencia de verdad sobre su formación y/o experiencia en materias tácticas; (3) que habla de lo que no sabe utilizando palabras raras para aparentar que sabe y se lo inventa sobre la marcha para vender cursos sobre cualquier materia táctica como tiro, CQB, protección de personas; (4) suplantador, persona que se hace pasar por quien no es ni ha sido nunca, ni ha pertenecido realmente a ninguna unidad tipo acrónimo (BOEL, UEI, GEO); (5) experto táctico autoproclamado, vendehúmos táctico, deficiente táctico, masturbador táctico, charlatán táctico, payaso táctico, soplapollas táctico.

Esa sería la definición de diccionario. Como puedes ver, los impostores tácticos son muy hábiles en lo que a fraude en el currículum se refiere, además de artistas del intrusismo. Se apoyan en la dificultad que tienen algunos para verificar y contrastar la información, así como en la propia ignorancia de sus potenciales víctimas o clientes. Algunas de sus víctimas o clientes descubren con el tiempo sus mentiras, ya demasiado tarde, porque hay desperdiciado su dinero y se han deformado en lugar de formarse. Pero más vale tarde que nunca. Sin embargo, gracias a Internet y a las redes sociales, no es raro que la verdad salga a la luz y algunos de estos impostores tácticos se vean desenmascarados.

Hay anécdotas curiosas sobre algunos de estos impostores tácticos. Puede que tú tengas alguna que nos quieras contar para divulgarla públicamente tras someterla a un proceso de «anonimización». Si es así puedes contactar con nosotros en el correo electrónico contactar@tirotactico.net.

Para abrir boca, te dejamos un par de anécdotas sobre algunos de esos impostores tácticos. Si lo identificas, no lo desveles públicamente.

El otro día, uno de los seguidores del blog, nos contó una anécdota sobre un individuo de sobra conocido por mentir más que habla, al más puro estilo mitómano, además de hablar sin decir nada, porque no hay quien le entienda. Dicho individuo, fue contratado por una unidad tipo acrónimo (BOEL, MOE, UEI, GEO, etc), para impartir un curso de francotirador de una semana de duración, a razón de la friolera de 1000€/día. A este curso se invitó incluso a miembros de otras unidades tipo acrónimo. Pues bien, el primer día de curso este individuo comenzó a recitar capítulo por capítulo el libro The Ultimate Sniper en español, con su estilo particular, es decir, con mucha verborrea, circunloquios y explicaciones excesivas. Le advirtieron sutilmente el segundo día de curso, que plagiar a otros autores estaba feo y que el curso no iba bien, pero este individuo continuó haciendo lo mismo. El tercer día del curso le tiraron encima de la mesa el libro en cuestión y le despacharon con la advertencia de no decir ni dejar constancia en ninguna parte que había estado allí intentando darles un curso ─intentando engañarles realmente─. En todo el tiempo que lo aguantaron antes de echarlo, no realizó ni un solo disparo. Obviamente, el impostor táctico en cuestión no abandonó su faceta y aún a día de hoy continúa vendiendo humo a quien se deja y cree sus mentiras. 

Otra de las anécdotas que nos llegó de otro de los seguidores del blog, trata sobre un impostor táctico al que en una ocasión se le sorprendió vistiendo sobre el uniforme el distintivo del curso de Operaciones Especiales para Mandos y alardeando de haber pertenecido a una unidad tipo acrónimo (BOEL, MOE, UEI, GEO, etc.). Algunos de los que le sorprendieron sí que habían pertenecido realmente a dicha unidad y sabían que ese distintivo solo lo tenían unos pocos. Además, no les constaba que el individuo hubiera pertenecido a dicha unidad. Amablemente le indicaron que se quitara ese distintivo y le explicaron que ellos sí que pertenecieron a dicha unidad y no él. Obviamente, solo unos pocos conocen esta historia y pueden acreditar que el individuo miente cuando dice haber pertenecido a dicha unidad. Te puedes imaginar la confianza que inspira un impostor táctico de este tipo, que miente incluso sobre su pasado, sabiendo que difícilmente podrá comprobarlo cualquiera. En este sentido, no es raro encontrar a más de un impostor táctico que alardea falsamente de haber pertenecido a alguna unidad acrónimo. En algunos casos de lo que se alardea es de ser «diplomado en Operaciones Especiales», pero sin tener realmente el curso para mandos (oficiales y suboficiales) a través del que se obtiene tal consideración.

Lo dicho, si tienes alguna otra anécdota sobre impostores tácticos, contacta con nosotros.

.