Situación táctica: le dispara en el cuello y en el torso al policía que le da el alto. Estill, Carolina del Sur (EE.UU.). 1 de enero de 2016.

El 9 de agosto de 2017 se condenó a 35 años de prisión al hombre del municipio de Hampton, en Carolina del Sur (EE.UU.), que el día de Año Nuevo de 2016 disparó contra un policía local de Estill. El jurado declaró a Malcolm Antwan Orr, de 29 años de edad, culpable de un delito de intento de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas por la comisión de una agresión, tras un juicio de 2 días en los juzgados del municipio de Hampton. Orr fue condenado a la pena máxima por cada delito: 30 años por el intento de asesinato y 5 años por la tenencia ilícita de armas. Las penas se cumplen consecutivamente.

Quincy Smith, un policía local de Estill, en Carolina del Sur (EE.UU.), recibió cuatro disparos el 1 de enero de 2016, tras atender una llamada motivada por una persona que molestaba a los clientes de una tienda. El incidente quedó grabado en vídeo por la cámara de las gafas de Smith, que él mismo acababa de comprarse en Amazon, lo que él mismo calificó como «el dinero mejor invertido de su vida». No en vano, el vídeo permitió identificar y condenar a su agresor.

En el vídeo se puede escuchar la voz de Smith mientras espera que llegue la ayuda, sentado en el suelo al lado del coche patrulla. Le dice a la teleoperadora de la sala de emergencias: «dile a mi familia que les quiero». «Si no fuera por la gracia de Dios y unos médicos muy buenos, este no solo habría sido un caso de asesinato, sino también una pena de muerte», declaró Duffie Stone, fiscal del caso en el 14º Circuito Judicial.

Pasadas las 11 de la mañana del 1 de enero de 2016, Smith acude a una tienda en la carretera nacional 321 en la localidad de Estill, en el municipio de Hampton, en Carolina del Sur (EE.UU.). Desde allí habían llamado para avisar de un individuo que molestaba a los clientes, intentando quitarles su compra.

Smith localiza a lo lejos al individuo que le han descrito, que viste con ropa de camuflaje y capucha. Recorre en coche los pocos metros que median entre la tienda y donde se encuentra ahora el individuo, que se aleja andando. Después se supo que el individuo era Orr.

Smith le repite en varias ocasiones que se detenga, pero Orr continúa andando. En un momento dado, Smith está a la altura de Orr, a poco más de un metro, y le advierte con el Taser en la mano que si no se detiene le va a dar una descarga. En ese momento, Orr, que en todo momento llevaba la mano derecha en el bolsillo de la sudadera, saca una pistola y comienza a disparar repetidas veces contra Smith. Realiza un total de 8 disparos, de los cuales al menos dos impactan sobre Smith, uno en el torso y otro en el cuello.

Orr huye del lugar y Smith espera que llegue ayuda mientras alguien que pasaba por allí está con él, sin poder hacer nada. Orr fue detenido posteriormente y Smith fue trasladado al hospital para recuperarse poco después sin demasiados problemas. Solo la suerte y la mala puntería de Orr permitieron que saliera con vida. A la distancia a la que disparó Orr, habría sido fácil que todos los ochos disparos le hubieran alcanzado, y fue la suerte la que hizo que el disparo que le dio en el cuello no tuviera mayores consecuencias.

De estos hechos, se pueden identificar lecciones como la de no subestimar a nadie, tener mucho cuidado cuando alguien se muestra desafiante, prestar mucha atención a una mano que va en el bolsillo y no se puede saber si lleva algún arma. Además, podría ser útil abordar al individuo desde el lado contrario a la mano que no se ve, por si eso dificulta que pueda utilizarla en esa dirección, teniendo en cuenta que con el brazo derecho es más fácil alcanzar o apuntar hacia ese mismo lado.

Por otra parte, la grabación de vídeo de esa cámara barata que Smith se compró por su cuenta en Amazon, tuvo una gran importancia a la hora de acusar a Orr y que fuera condenado a una larga estancia en prisión.

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